Indestructible +18 | HDVAC

San Francisco

Capítulo 13

— ¿Cuantas habitaciones desean?

— Dos por favor — respondo de inmediato

— Una — corrige Sawyer

— Dos por favor — le doy la tarjeta pero Sawyer la toma y el paga

Me voy a mi habitación a pesar de los reclamos de Sawyer, es un lugar grande, muy elegante y confortable. No existe una razón más que él por la cual estar aquí.

— Sawyer... — digo con fastidio al verlo parado en la puerta

— Colócate el casco, vamos a salir.

— Es media noche y venimos en auto ¿para qué quieres que use casco?

— Porque conseguí una motocicleta, vamos Rylee — me extiende el casco y lo tomo

Una noche en San Francisco junto a Sawyer, no es algo que estuviera en mis planes. Subimos a la motocicleta y llegamos hasta el puente en donde se detiene.

— ¿Confías en mi Rylee?

— Desde el primer momento — digo con seguridad — ¿Qué sucede Sammy?

— Serás mis ojos — esboza una sonrisa y se coloca una venda negra en los ojos

— ¿Qué? — digo en un tartamudeo
— No Sawyer, esto no es gracioso.

— No es broma Rylee, va a ser divertido y tal vez nos recordemos de esto en unos años, va a ser nuestra forma de saber que confiamos mutuamente.

— Hay que hacerlo antes de que me arrepienta.

El enciende la motocicleta y espero a que no pasen muchos autos para indicarle que avance, poco a poco acelera más haciendo que mi corazón amenace con salirse de su pecho.

— ¡Derecha! — grito al ver como los autos de detienen

Sawyer ríe al sentir la fuerza con la que me sostengo de él y seguimos avanzando hasta el final del puente el cual parecía interminable en estas condiciones.

— ¡Te odio! — le doy un golpe en el hombro y bajo de la motocicleta

— Fue divertido Rye — se quita la venda y me observa — Tu querías algo diferente y para eso estoy yo.

— No, no estas Sawyer, tú vienes y vas cuando quieres y yo no...

— No me digas eso Rylee, he hecho mucho por ti como para que me digas eso, ¡tu mejor que nadie debes de saber como soy!

— ¡Por eso lo digo Sawyer! Te odio por hacerme sentir, te odio por enredarme en tu mundo, te odio por usarme como tu juguete y odio que nunca será nada para ti y para mi lo será todo.

Mi voz se vuelve un nudo haciendo que mi respiración pese, los ojos de Sawyer no se despegan de los míos en busca de una respuesta.

— Te quiero Rylee, no te quiero por un pasatiempo ni para un juego, creí que podía vivir alejado de ti pero no puedo y me niego a hacerlo, Rylee me rehusó a pedirte algo tan absurdo como que seas mi novia porque al final nada de eso importa, pero si eso es lo que quieres lo voy a hacer, si quieres un anillo te lo daré y si quieres viajar al otro lado del mundo te seguiré.

— ¿Fue tu forma de decirme qué quieres ser mi novio?

— Pero que lenta eres Rye — esboza una sonrisa — Vamos, no es seguro quedarnos en este lugar tanto tiempo.

Volvemos al hotel de manera rápida o al menos así se sentía, nuevamente estoy en mi cama viendo al techo sin saber exactamente que esta sucediendo con mi vida.

— ¿Hola? — respondo al escuchar el celular sonar

— Rylee, ¿dónde estás? Queremos que vengas a casa en este momento.

— No puedo, estoy de viaje — me limito a decir al escuchar la voz de mamá

— ¿Qué viaje?

— Por mi cumpleaños decidí viajar, San Francisco, Nueva Orleans, Malibu, incluso Argentina.

— ¿A quien le pediste permiso? Ven a casa vamos a pasar unas vacaciones en familia.

— Estoy con mi familia.

Corto la llamada sin pensarlo dos veces y lanzó el teléfono a un lado de la cama, me pongo de pie y me dirijo a la habitación de Sawyer.

— ¿Qué sucede Rye? — pregunta cansado, tiene puesto solamente un pantalón de pijama y su cabello está desordenado

— ¿Pedimos pizza de pollo y vemos una película? — esbozo una sonrisa

— En seguida ordeno la pizza — abre la puerta para que pueda pasar y me lanzo a la cama

Él toma su teléfono mientras yo busco alguna buena película que podamos ver.

— No hay lugares abiertos a esta hora.

— Bueno, tendrá que ser solo la
película — me encojo de hombros

Él se lanza a la cama haciendo que el colchón se hunda más al sentir su peso y me toma de la cintura para acercarme a él.

— ¿Qué sucede Ryee?

— Vamos a viajar hasta donde podamos y si no nos alcanza el tiempo luego buscaremos la manera de irnos otra vez.

— ¿Estas segura, qué cambio en unas horas?

— Tú, tú eres mi familia Sawyer o al menos una parte de ella y te vas a ir creo que no es mala idea hacer un viaje para recordar que una vez estuvimos solo nosotros dos.

— No vas a necesitar recordarlo porque siempre vamos a ser solo nosotros dos Rylee.

Lo observo fijamente un momento hasta que me lanzo sobre él haciendo que posicione sus manos en mi cadera, nuestros labios se juntan para jugar entre sí de una manera brusca y lenta.

Mis manos viajan por su abdomen y el recorre mi espalda con sus manos hasta llegar al elástico del short de pijama el cual baja de inmediato dejándome solamente en ropa interior.

— ¿Eso es un si entonces? — pregunta sin dejar mucho espacio entre nuestras bocas

— Es un si a todo Sawyer.

Me vuelve a besar de forma hambrienta haciendo que sus pantalones y mis bragas desaparezcan dejando que nuestro cuerpos rocen entre sí hasta el momento en que llega a estar entro de mi.

Era Sawyer, era San Francisco, eramos nosotros y una habitación de hotel.

Con precisión no sabia a donde íbamos a caer, ninguno de los dos lo sabía con exactitud, el futuro incierto tanto como nuestros planes de viaje sin sentido.

Quería formar parte de algo, quería que algo se quedara conmigo toda la vida como un viejo recuerdo de quien fui una vez, nunca pensé llegar a ser parte de Sawyer.

Si el caía yo iba a caer porque ambos estamos juntos en esta lenta y doloroso tortura.