Capítulo 23

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Erick nos llevó a casa de Esteff a la 1 am ya que estábamos muy cansadas. Tomamos una ducha, cepillamos nuestros dientes e hicimos nuestro skin care. Nos acostamos en la cama y miramos nuestros instagrams, estoy sorprendida por la cantidad de personas que comenzaron a seguir la cuenta de mi trabajo y yo también subí de seguidores.

—Micaela, ¡Eres famosa!

—Sí, y no he hecho nada. Solo trabajar.

—Pues sí, que fácil. ¡Pero mira esa cantidad de seguidores!

—Es solo un número, no es nada del otro mundo.

—Sí lo es.

—Para tí.

—Bueno, debemos descansar de este día tan largo.

Suspiro—Lo necesitamos.

—Buenas noches, princesa.

—Buenas noches, bestie.

Me giro y cierro los ojos.

[...]


—Mica, ¿has visto el número de seguidores que tenemos?—Cuestiona mi jefa a mi lado

—Sí.—Digo mientras atendía a una chica

—Todo gracias a Kandee.

—Así es, eh... jefa.

—Dígame.

—Quisiera pedirle mañana libre, hemos estado muy full acá y estoy muy cansada.

—Bueno, yo también estoy cansada y sí, hemos tenido mucho trabajo y muchas ganancias. Pero si necesitas descansar no hay ningún problema.

—Gracias y disculpe de verdad.

—Tranquila.

Mientras atiendo a una chica suena mi teléfono, cuando la chica se va lo tomo para ver de qué se trata, Ethan.

—Hola Mica, ¿Cómo estás?

—¡Hola Ethan! Muy bien, ¿y tú?

—Me alegra, bien bien. Disculpa que ayer no te escribí ni nada, se suponía que saldríamos pero me salió un viaje de emergencia y...

—Ah, nono tranquilo entiendo.—No quise preguntar y ser chismosa —¿Te enteraste?

—¿De qué?

—Ayer fue el juego y los chicos ganaron.

—Ahhh si si supe, vi algunas fotos de la fiesta. Me alegro mucho que hayan ganado.

—Sí.

—Eh bueno, debo hacer unas cosas. Hablamos luego, cuídate.

—Está bien, adiós.

Cuelgo la llamada y guardo mi teléfono.

Finalmente llega la hora de ir a casa.

—Adiós jefa. Feliz noche.

—Igualmente, descansa.—Sube a su auto y se aleja

Se acerca un auto que conozco muy bien.

—¡Hola pendeja!

—¡Hola pendejote!

—Sube pues.

Me acerco y subo del lado del copiloto.

—¿Y eso que viniste por mí?

—Lo dices como si fuera la primera vez.—Frunce el ceño

—Lo sé, pero siempre viene Esteff por mí.

¿El destino lo quiso así?Where stories live. Discover now