Capítulo 7

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Ya a las 5 de la tarde decidimos irnos a casa, con Esteff fuimos para mi casa a buscar el vestido y zapatos que usaré en la fiesta. Llegamos a casa de Esteff comimos hamburguesas, luego fuimos a ducharnos para comenzar a prepararnos.

—Este color te quedará muy bien con tu vestido.—Le muestro la sombra para ojos color naranja

—¡Me gusta! ¿Tu cual usarás?—Cuestiona mirando la paleta y comenzando a maquillarse

—Estos.—Señalo la sombra blanca con brillos—Y me aplicaré un poco de negro.

—Qué lindo que sepas sobre maquillaje.

—Solo sé lo básico.—Le resto importancia

—Yo, solo sé lo básico. Tú ya eres una profesional.

—No exageres.—Me miro en el espejo—Lista.

—Yo igual.

—¡Wow! Quedaste perfecta.

—Estoy aprendiendo de la mejor.—Guiña un ojo

—Aww, te amo.—Tomo mi teléfono para ver la hora 7:30 pm—¿Será que es muy temprano para ir?—Cuestiono aun mirando la hora

—Llama a Diego a ver si ya está allá.

—Lo haré.—Busco en mis contactos, presiono llamar

—¡Hola guapa! ¿Ya están listas?—Cuestiona Diego del otro lado de la línea

—Holi, sip. Te estaba llamando para saber si ya estás en la fiesta.

—Aún no. Estaba esperando que llamaras, voy a buscar a Adam y paso por ustedes.

—Oh, claro, está bien. Te esperamos.—Cuelgo la llamada—Vendrá por nosotras.

—Lo imaginé.

Decidimos leer un poco mientras llega Diego. Pasan 20 minutos y suena la corneta del auto. Tomamos nuestras cosas y bajamos las escaleras. Los chicos estaban fuera del auto charlando.

—¡Wow que bellezas!

—¡Me traes loco!—Adam mira a Esteff de arriba abajo

—Gracias chicos.—Agradezco sonriendo—Ustedes también están muy guapos.

—Sí, ¿verdad?—Comenta Adam arreglando el cuello de su camisa

—Cuidado con el ego.—Dice Esteff cruzando los brazos sobre su pecho y sonrío por lo bajo

—Okey, vamos.—Comenta Diego

—¡FIESTAAAAAA!—Gritamos todos subiendo al auto

No pasó mucho cuando ya estábamos en casa de Jake. Que por cierto era una hermosura. Todos nos dirigimos a la entrada principal de la casa

—Ay por Dios, que casa tan hermosa.—Dice Esteff

—Esto no es una casa, es una mansión.—Comenta Adam

—Tienes razón.

—Sí, es linda. Pero saquen su rancho de la cabeza y disimulen.—Les digo a todos

—Hey, nosotros no somos pobres.—Dice Adam

—Pero tampoco tenemos una casa así.—Comenta Esteff y Adam alza los brazos en señal de paz

—Bueno, a divertirnos.—Diego toma mi brazo, nos abren la puerta y pasamos

—Voy por algo de beber. ¿Quieren?—Cuestiona Adam

—Por ahora solo quiero una gaseosa.—Respondo mirando a mi alrededor 

—Yo igual.—Comenta Esteff

¿El destino lo quiso así?Where stories live. Discover now