EL AYUNTAMIENTO

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{JACK}


- ¡Alex, no!- grito a pleno pulmón. No, no, no.
Corro hacia ella, aún tiene posibilidad de salvarse.
A quién quiero engañar. Ya está muerta.
- ¡Prima, no!- grita Roxanne que también corre hacia ella pero nos cogen por los brazos, ya es tarde. Demasiado tarde.
Los zombis le devoran la espalda, la pierna y todo el cuerpo. Alex grita agónicamente hasta que ya no puede gritar, apenas tiene carne.
Los zombis se agregan alrededor de ella y apenas se le ve.
Ya está muerta.
Larry y Maya tiran de mí porque estoy paralizado.
Nash y Rachel tiran de Roxanne porque está paralizada.
Nos llevan a rastras hasta que entramos al ayuntamiento y cierran la puerta.
Nosotros nos quedamos viendo la puerta cerrada.
- ¡Registrad!- ordena Larry y le pasa a cada uno una linterna menos a Roxanne y a mí, que se ha echado a llorar en el suelo a lágrima viva.
Yo hago lo mismo, incapaz de hacer otra cosa.
Para mí era lo más parecido que había tenido a una hermana. Le había cogido mucho cariño y no he podido hacer nada. Eran demasiados zombis y ya estaban sobre ella. Perdió los segundos que necesitaba para sobrevivir.
Otra muerte más.
Y ahora me doy cuenta de todas las muertes que me queda aún por presenciar, incluida la mía propia, que seguro que no tardará en llegar.

Intento parar de llorar y poco a poco lo consigo. Llorar no va a solucionar nada.
Pero Roxanne no para y la entiendo, era la última familia que le quedaba, era su prima.
Me acerco a ella y le toco el hombro, intentando consolarla pero no puedo. Me pide con señas que me aleje y la deje sola.
Empiezo a andar sin rumbo por los oscuros pasillos del ayuntamiento, como un zombi. Por un momento, creo que lo soy, hasta que empiezo a hiperventilar y los zombis no respiran.
Maya, que estaba vigilándonos a Roxanne y a mí, me ilumina con su linterna y yo me tapo los ojos.
- ¡Jack!- exclama ella y se acerca a mí-. ¡Tranquilízate! Tienes que tranquilizarte, no tienes tu ventolín. Respira e inspira suavemente- me pide ella e intento hacerlo, pero no puedo parar de hiperventilar.
Se me agota el oxígeno, me está dando el mayor ataque de asma de mi vida. Tengo que tranquilizarme. Cierro los ojos y me hago una bola en el suelo.
Intento pensar en que nada de esto está pasando. No ha muerto nadie, los zombis no existen.
Poco a poco me calmo, incluso me llego a creer que el apocalipsis zombi no existe, que nunca ha ocurrido todo esto.
Hasta que uno se acerca por una puerta de una habitación del ayuntamiento. Oigo sus gruñidos.
Maya lo alumbra y le veo su cuerpo podrido, queriendo comer, comer carne y órganos.
Grito sin saber por qué. Tal vez porque me haya llegado a creer que todo había sido una pesadilla y ahora de repente se hubiera hecho realidad.

Maya lo mata enseguida, sin dificultad, dándole dos puñaladas en el cráneo, y luego se sienta a mi lado, intentando tranquilizarme.
Pero de pronto vuelvo a hiperventilar, no escucho los llantos de Roxanne y no puede estar tan callada.
- ¡Cálmate!- me susurra Maya.
- Ro...xanne- digo como puedo, intentando recuperar el oxígeno, intentando llenar de nuevo mis pulmones.
Maya alumbra hacia donde estaba Roxanne, pero ya no está.

Los demás aparecen en ese mismo momento.
- ¡Jack!- dice Rachel y viene a mi lado-. Tranquilízate, todo va a salir bien a partir de ahora.
Pero yo niego con la cabeza, incapaz de hablar y señalo hacia donde estaba Roxanne hace apenas unos minutos.
- Roxanne ha desaparecido- informa Maya y oigo sonidos de exclamación.
- No puede haber salido, no ha abierto la puerta- explica Maya.
- Y aquí dentro ya estamos a salvo, hemos mirado por todas partes y nos hemos cargado a los pocos zombis que había- informa Larry.
- Así que cálmate, Jack. La encontraremos, sana y salva- me dice Rachel y empiezo a tranquilizarme.
Hiperventilando no sirvo de nada y tengo que encontrarla sea como sea, tengo que ser útil.
Me levanto del suelo.
- Manos a la obra- digo respirando un poco fuerte y agitadamente.

Buscamos por toda la planta baja y no encontramos nada.
Pero cuando subimos a la planta de arriba oímos un llanto, no es muy ruidoso pero se escucha lo suficiente.
- ¡Allí!- exclama Rachel y sale corriendo hacia una habitación.
La alumbra y encuentra a Roxanne debajo de un escritorio, echa una bola, llorando en silencio.
Suspiro de alivio, está viva, solo quería estar sola.
Yo miro la habitación. Es un despacho. Hay armarios por todos lados, con grandes cajones. Aquí guardarán los archivos de todas las familias y esas cosas que nunca he entendido bien.
Me acerco a Roxanne.
- Tranquila, vamos a salir de esta. Llorar no te va a llevar a ningún lado- le digo.
- Es que... yo no quiero ir a ningún lado... mi... prima... era lo único que... que me quedaba... no quiero vivir en este mundo- dice en un mar de lágrimas.
La veo tan destrozada que se me parte el alma y no puedo aguantarme las lágrimas.
Me tapo los oídos para no escuchar su llanto, empiezo a marearme. Son demasiadas muertes en tan poco tiempo...
Jamás en la vida había visto a nadie morir ni pensaba verlo, hasta que todo esto ocurrió y desde entonces todo ha sido un puto infierno. Muerte tras muerte. Estoy llegando a un límite, mi cabeza va a explotar. No puedo con la pena que siento dentro, me está destrozando psicológicamente.

Alguien me toca el hombro.
- Tranquilo- me dice Maya y me abraza.
Necesitaba tanto un abrazo ahora...
Ella me calma, yo la abrazo y le agradezco en silencio que intente consolarme.
- A partir de ahora estaremos bien. Y no olvides que yo siempre estaré aquí contigo- me susurra y le miro a sus ojos verdes, está llorando, seguro que por la muerte de su hermana.
- Y yo, siempre- le susurro y la beso en la mejilla.
Intento sonreír pero no me sale. Ella sí esboza una pequeña sonrisa.

Rachel parece haber calmado a Roxanne, aunque todavía llora a ratos. Pasean por la sala, mi prima consolando a Roxanne.
Nash está echado contra la pared, durmiendo.
Larry está sentado en la silla que había en el escritorio, consultando mapas que había encontrado por las salas del ayuntamiento.
Y Maya está revisando libros que hay por una estantería.

No sé cuánto tiempo ha pasado, puede que horas.
Me ruge la tripa.
- Tengo hambre- susurro a nadie en particular.
- No tenemos nada- dice Larry en un suspiro.
- ¿Y eso quiere decir...?- empieza Maya pero Larry acaba su frase.
- Que vamos a tener que marcharnos pronto.
Asiento.
- Pero dadme un poco de tiempo a que trace un buen plan- murmura Larry y sé lo que significa eso. Vamos a tener que enfrentarnos a los zombis que están fuera del ayuntamiento-. Y démosle un tiempo a Nash para descansar.

Yo pienso en dormirme un rato, pero no podría, no pienso permitir tener pesadillas con la muerte de Alex. Era tan pequeña, la pobre rubia... Era una niña inocente, era como la hermana que nunca tuve.
Pero no me permito llorar de nuevo. Solo doy un gran suspiro y muevo la cabeza para despejarme.
Veo que Rachel está investigando la sala y sacando algunos papeles. Roxanne también. Y Maya.
No parece que tengamos otra cosa que hacer, más que ojear documentos que ya no tienen ninguna importancia, no cuando la mayoría de las personas de este mísero pueblo están muertas.
Así que yo también investigo, por hacer algo.
Abro un armario y saco una pila de papeles. Son historias clínicas, muy antiguas. No me interesa así que busco por otro cajón.
Este contiene papeles de la historia familiar de todas las familias del pueblo.
De pronto pienso que por aquí tiene que estar el de mi familia así que empiezo a buscar. Mi familia se apellida "Smith", así que empiezo a buscar por la "S".
Al rato, lo encuentro. Una carpeta, la de la familia Smith. Pero no es la mía. La foto que aparece son de otras personas. Suspiro desilusionado, pero sonrío al ver una foto de mi familia, mis dos padres y yo. Estaba justo debajo de la carpeta que cogí.
Abro mi carpeta y empiezo a ojear los papeles.
Me quedo de piedra al leer una frase un tanto extraña:
"Juliet Smith (el nombre de mi madre), estéril. No puede tener hijos."
Abro mucho los ojos y, temblando, paso la página.
"Hijo adoptivo de Juliet y Scott Smith: Jack Smith. Nombre genético: Jack Blair".
De nuevo, me quedo de piedra. ¿Cómo que adoptivo? No me lo puedo creer.
Niego con la cabeza, esto tiene que estar mal. Pero no, el que sale en la fotografía soy yo, con mis padres.
Esto significa que en realidad Rachel no es mi prima. No, no quiero esto.
Empiezo a dar vueltas por la sala con los papeles en la mano.
- Rachel...- la llamo con voz temblorosa.
- ¿Jack...?- dice ella con la misma voz y la miro con los ojos muy abiertos. Ella también tiene unos papeles, los de su familia seguramente, y los ha cogido del mismo cajón que yo cogí los míos.
- Soy adoptado...
- Yo también...
Me quedo de piedra, más que antes.
Al principio creo que es una broma pero luego ella me enseña su carpeta y yo la mía.
Y me quedo sin aire cuando veo su verdadero nombre: "Rachel Blair".
- ¿Qué pasa?- nos pregunta Maya.
- Me llamo Jack Blair.
- Sí, ¿y?
- Y que siempre había creído que me llamaba Jack Smith- digo y recuerdo que a ella no le había dicho mi nombre completo.
- Y yo... también...- murmura Rachel.
- Yo me apellido Blair- susurra Roxanne, aún entre lágrimas.
Me quedo atónito, esto es como un sueño. Todo es muy raro.
Enseguida, miramos de nuevo en el cajón de la "B" y encontramos dos familias apellidadas "Blair". La de Roxanne y la de Alex.
Abro la de Alex y Rachel la de Roxanne.
"Rose y Hayes (los padres de Alex): dos hijos, David y Alexandra. Pusieron en adopción al varón Jack Blair. Motivos: pobreza, incapaces de mantenerlo."
No me lo puedo creer, soy hermano de Alex.
Miro a Rachel y tiene la misma cara que yo.
Me derrumbo, llorando a mares de nuevo, acabo de perder a mi hermana y no lo sabía.

Apocalipsis Zeta - Parte 1: En busca de un lugar seguroWhere stories live. Discover now