Apocalipsis Zeta - Parte 1: En busca de un lugar seguro

ELEGIR O MORIR

{RACHEL}

Me vuelvo a la casa un poco desconcertada tras haber permitido que mi primo se fuera solo. No creo que sea lo correcto, pero, ¿qué puedo hacer? Esto es más seguro, por ahora. ¿Pero y si no vuelvo a ver mi primo? ¿O y si lo vuelvo a ver, pero convertido en algo que no está vivo o muerto? Siento un escalofrío al pensarlo. No quiero darle más vueltas, pero no puedo evitarlo, Jack es la única familia que me queda.

En el salón, Nash me mira sonriendo triste, y se acerca a mí.

- Gracias por haberte quedado, es lo más seguro...- dice él y me sonríe.

- Sí, bueno, lo sé, pero...- suspiro.

- Pero ya no puedes hacerle nada. Anda, vamos a mover el sofá- dice él y Alex y Roxanne le ayudan. Yo me siento en una silla y sigo pensando. No creo que esto esté bien. No sé lo que estoy haciendo.

Nash se sienta en la silla de mi lado y me saca de mis pensamientos.

- ¿Estás bien?- me mira fijamente, algo preocupado-. No pienses más, anda. Estaremos bien y Jack también, sabe cuidarse. Y dentro de unos días seguiremos su camino y lo encontraremos, te lo prometo.

- No, Nash, no puedes prometerme eso porque sabes perfectamente que puede que no sea así- le recrimino.

- Tal vez solo haya pasado en San Anselmo- sugiere él, dándome falsas esperanzas.

- No, sino ya hubieran venido refuerzos y desde ayer no se oye que pase ningún coche por aquí. Y no hay internet, ni electricidad. Eso quiere decir que no es el único lugar donde está pasando esto.

- Rachel...

- No, ni Rachel ni nada. Ahora mismo vamos a salir e ir en busca de Jack. O por lo menos, yo me voy- digo seria. De repente, me doy cuenta de que ya no me da vergüenza hablarle a Nash, es como si lo conociera de toda la vida, lo que, en cierto modo, es verdad.

- No, por favor, hazlo por mí...- me dice mirándome triste con sus intensos ojos azules.

- Es mi primo... La única familia que me queda y, además, ¿que más te dará a ti lo que me pase? Me conoces de apenas un día, cuando yo te conocía de hace mucho tiempo- le suelto.

- Y en solo un día has hecho por mí más que nadie en toda mi vida. Me salvaste la vida, y te lo agradezco de nuevo- dice él y me coge una mano.

- No quiero que me lo agradezcas más- digo y noto que me acaricia la palma de la mano. Cierro los ojos por un momento y los abro. Aparto mi mano de la de él, no pienso caer en sus encantos.

- Te lo agradeceré toda mi vida quieras o no, ya lo hablamos ayer. Y por eso debo protegerte- me dice y noto en sus ojos una punzada de dolor por retirarle la mano.

- ¡No quiero que me cuides!- grito de impotencia, por lo que captamos la atención de Alex y Roxanne, que nos miran, curiosas-. Sé cuidarme de mi misma y no necesito tu agradecimiento, ¿te ha quedado claro ya?- termino, aún gritando, y me alejo de él.

Me cuelgo la mochila al hombro y me dirijo a la puerta. Empiezo a empujar el sofá con cierto esfuerzo.

- Espera, yo también voy- me dice Nash y viene a ayudarme a quitar el sofá.

- ¿Nos vamos?- pregunta Roxanne, extrañada.

- Sí, al final nos vamos con Jack- dice Nash.

- ¿Pero y...?- comienza Alex pero Nash la interrumpe.

- Pero nada. Nos vamos. ¿Os venís o no?

- Sí- dice Alex y los cuatro apartamos el sofá de la puerta.

La abrimos.

Zombis.

Algo más de una decena.

Nos bloquean la salida.

Jack tenía razón. Esto es más peligroso. Ahora que saben que estamos aquí no pararían hasta derribar la puerta si la tuviéramos cerrada. Pero no es así. La tenemos abierta de par en par.

Nash es el primero en reaccionar. Se saca un cuchillo del cinturón y se lo clava en el cráneo de un zombi antes de que sus manos lo atrapen. Nash es alto así que no tiene dificultad para matar a un zombi alto, pero yo soy más baja.

El zombi que ha atacado Nash se cae al suelo, muerto del todo, y Nash saca su cuchillo de su cráneo cuando cae.

Otros dos zombis aparecen por detrás de este. Hay una zombi igual de alta que yo. La reconozco y se me cae el alma a los pies.

Es Angie, mi mejor amiga. No puedo llorar, no puedo llorar y tampoco debo paralizarme, pero lo hago. Nash mata al otro zombi con mucha rapidez, pero no le da tiempo de matar a Angie, y yo no puedo.

Angie me alcanza con sus brazos y yo intento quitármela de encima. Intenta arañarme, pero hago lo posible para que sus manos no me alcancen. No puedo quitármela de encima, se mueve hacia mí intentando morderme. Doy unos pasos hacia atrás y me caigo, con Angie encima.

Nash está ocupado con otros zombis y si decidiera salvarme, sería el final para él. Está claro que, entre él y yo, se habría salvado él, he sido una tonta al pensar lo contrario, a pesar de que decía que me debía la vida. Pero, en fin, este es mi final y no puedo pensar en eso.

Cierro los ojos y desisto de los intentos por que Angie no me muerda. Mi mejor amiga. Sería un buen final, así pasaría el resto de mi vida después de la muerte junto a ella y dejaría todo este sufrimiento atrás.

Antes de que Angie me mate, pienso en mi familia, toda mi vida pasa por delante y me imagino cómo hubiera sido si no hubiera pasado todo esto.