𝐅𝐄𝐈𝐍𝐃𝐄 | JJ Maybank

Capítulo 12

—JJ, te escuché roncar desde mi habitación.— bromeó Julieta, mientras se servía una taza de café.

—No seas mentirosa, porque yo no ronco.— comentó, aceptando la taza que le tendía.

—Aquí el único mentiroso eres tú, porque yo también te escuché.— le siguió el juego John B, mientras salía de su habitación. —¿Preparada?— le preguntó; ya que hoy llegaba Cynthia e iba a hablar con ella.

—No.— se sinceró, formando una mueca con la boca. —Pero bueno... tengo que hacerlo igual, así que será mejor que me vaya.

—Jul.— la llamó JJ. —Ven aquí.— abrió sus brazos para abrazarla.

—JJ, cuidadito que es mi hermana.— John B tiraba del brazo de su hermana hacia atrás.

—Modo hermano sobre protector, activado.— negó con la cabeza y se dispuso a caminar hasta la parte exterior de la casa. —No me echéis mucho de menos.

—Va por ti JJ.— escuchó que decía el pecoso, antes de cerrar la puerta.

Ésta esbozó una pequeña sonrisa, pero se le borró en el momento que llegó a su casa. Metió la llave y se adentró, no sin antes coger una gran bocanada de aire.

—Julieta.— Topper se encontraba en la cocina.

—¿Dónde está?

—En el salón.

Al entrar en éste, se paró enfrente de la señora Thornton. Ésta la miró confundida y sorprendida, al mismo tiempo.

—No te hagas la sorprendida porque seguramente Topper ya te lo haya contado.— comentó, mientras la miraba. —Necesito una explicación.

—Siéntate.— respondió amablemente, por lo que Julieta frunció el ceño y se sentó. —Cuando tu madre abandonó a tu padre, te llevó con ella y dejó a John B con tu padre. Pero poco después, no pudo seguir manteniéndote y como todavía éramos amigas, le dije que yo me haría cargo de ti, que no se preocupara.

—¿Por qué nunca me dijiste nada?— preguntó, mientras se le formaba un nudo en la garganta.

—Ella misma, nos dijo que no te dijéramos nada.— comentó fríamente. —Ella odiaba a tu padre y te usó para hacerle daño.

Ante ese último comentario, se quedó helada.
¿Cómo había sido capaz de separarla de su padre y de su hermano, simplemente por venganza, por intentar hacerle daño a su padre?

—¿Y ahora qué va a pasar?

—Eso lo decides tú.— dijo. —Eso sí, voy a seguir siendo tu tutora legal.

—¿Voy a seguir viviendo aquí?

—Tu habitación la sigues teniendo, así que si decides quedarte es tú decisión y si decides irte, lo mismo.

Julieta se paró a pensar que no podía ir a otro lado, ya el único sitio donde podía ir es al Chateau, pero tampoco quería molestar a John B, ya que era su casa. Y por muy su hermana que fuese, no podría llegar allí e instalarse de un día para otro.

—Está bien, me quedó.— musitó. —Pero no quiero que me ocultes más cosas sobre mi verdadera identidad, así que si tienes algo más que decirme, es el momento.

—No hay nada más.

La chica asintió con la cabeza y salió del salón, para luego subir hasta su habitación.

—Julie.— dijo alguien, al otro lado de la puerta.

—¿Qué quieres, Rafe?— Rodó los ojos y se levantó de la silla para ir a abrirle.

—Vengo a hablar contigo.

—Pasa.— comentó, mientras le hacía un gesto de que se sentase en la ventana. Cerró la puerta y caminó hacia él. —¿De qué quieres hablar?

—Siento lo del otro día en el restaurante.

—Yo no lo siento. Te lo merecías.— contestó, mientras se encogía de hombros.

—Genial.— musitó.

—¿Genial qué?— Lo miró. —Qué pasa que como no te digo lo que quieres escuchar, ya no estás contento, ¿no?

El hijo mayor de los Cameron se limitó a tensar la mandíbula.

—¿Qué quieres que te diga Rafe?, no es a mi a la que tienes que pedirle perdón.

—Ni de coña, pienso pedirle perdón a Kiara.— dijo, mientras esbozaba una mueca de asco.

—¿Y porque a mí sí y a ella no?

—Porque tú eres... tú, y ella es ella.

—Gran filósofo, mejor persona.— bromeó, a la vez que rodaba los ojos y se acostaba en el tejado de la casa.

—No se como expresarlo Julie, pero ella no es tú.

—Si ella fuese yo, me asustaría la verdad.— ironizó.

—¿Puedes tomarte esto en serio, por favor?

—¿Cómo quieres que me tome esta conversación en serio? Si sólo estás diciendo estupideces.— Se apoyó sobre sus codos. —Rafe, ya te he dicho que no voy a ser como tus amigos, que siempre te dicen lo que quieres escuchar.

—Lo sé, Julie, y sinceramente te lo agradezco.— comentó, por lo que lo miró sorprendida y con el ceño fruncido.

—Esta conversación se está volviendo cada vez más rara.— confesó. —Escúchame, vamos a seguir siendo amigos, siempre y cuando, dejes en paz a los míos.

—Julieta, yo...— comenzó a decir, pero lo miró mal, ya que sabía lo que iba a decir. —Está bien, lo intentaré.

—Vale.— se limitó a decir. —Ya te puedes ir.

—¿Me estás echando?

—Exactamente, y cierra la puerta al salir.— volvió a decir, por lo que Rafe entró de nuevo a la habitación y salió de ésta.

Ahora se encontraba totalmente sola, tumbada en el tejado de su habitación, a la vez que miraba las estrellas y pensaba en todo lo sucedido en estos últimos días.

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¿Qué les parece Julieta?

¡Espero que os esté gustando!💐