𝐅𝐄𝐈𝐍𝐃𝐄 | JJ Maybank

Capítulo 11

—¿Quieres contarme qué te ha pasado o prefieres no hablar del tema?— Ahora se encontraban sentados en el muelle y Julieta tenía la cabeza apoyada sobre sus piernas, a la vez que éste dejaba caricias en su pelo.

—Prométeme que no se lo vas a contar a nadie, al menos hasta que yo decida contarlo.— dijo, mientras se incorporaba y lo miraba.

—Lo prometo.

—¿Alguna vez John B te dijo algo de si tenía una hermana?

—Sí, nos habló de que tenía una hermana.— afirmó. —Pero cuando su madre se fue, se la llevó y nunca volvió a saber nada más de la chica.

Julieta asintió con la cabeza, mientras lágrimas recorrían sus mejillas, y volteó hacia al mar, mientras abrazaba sus rodillas y se las llevaba al pecho. Cerró los ojos y volvió a recordar las últimas palabras que le acababa de decir: "Nunca volvió a saber nada más de la chica".

—JJ.— susurró llamando su atención. —No me apellido Thornton.

Volvió a abrir los ojos y giró la cabeza para mirarlo, éste se encontraba con una expresión de confusión plasmada en su rostro. Se levantó un poco y sacó de su bolsillo uno de los papeles que había encontrado en el armario y se lo tendió, mientras se volvía a acomodar a su lado.

—Me apellido Routledge.— confesó, mientras se secaba las lágrimas y hacía una mueca con la boca.

—La hostia.— Leyó el papel y luego la miró —Jul, ¿cómo has averiguado esto?

—Encontré unos papeles en el armario de Cynthia y decidí leerlos.— explicó. —Y bueno... resulta que soy adoptada.

—Míralo por el lado bueno.— Limpió las lágrimas que recorrían sus mejillas. —Ahora tú, vas a ser la hermana guapa de los dos.

—Idiota.— dijo, mientras esbozaba una pequeña sonrisa y lo abrazaba por la cintura, apoyando la cabeza en su pecho. —Gracias.

—¿Por qué?— preguntó, a la vez que acariciaba su espalda.

—Por estar aquí.— Se separó levemente.

—Siempre voy a estar para ti.— confesó, pasando un mechón de pelo por detrás de su oreja.

Sus miradas, se dirigieron a los labios del otro y luego otra vez a los ojos.
JJ volvió a mirar sus labios y no pudo resistirse más, por lo que unió sus labios. Unos segundos después, se separaron, sin romper el contacto visual.

—No sé cómo voy a decírselo a Johnny.— confesó, agachando levemente la cabeza y jugando con el anillo que tenía en la mano el rubio.

—Ey, escúchame.— La agarró suavemente por la barbilla, para que así lo mirase. —Yo te voy a ayudar con esto, no estás sola.

—Muchas gracias, JJ.— comentó, dedicándole una pequeña sonrisa y recibiendo un efímero beso en la frente.

—¿Nos vamos?— dijo, mientras se levantaba.

Julieta asintió con la cabeza y pusieron rumbo a casa de John B. Aunque no lo pareciese ambos estaban nerviosos. JJ estaba nervioso porque Julieta estaba nerviosa y ella lo estaba porque no sabía como John B iba a reaccionar.

—Hola.— los saludó John B, mientras subían al porche de la casa, aunque frunció el ceño al ver la mala cara que tenía la chica.

—Hola.— JJ saludó a los presentes.

—John B, ¿podemos hablar?

—Claro, vamos dentro.— respondió, adentrándose en el interior de la casa. —¿De qué quieres hablar?

—Tú tienes una hermana, ¿no?— comentó, mientras se acomodaba en el sofá.

—No sé si decir tengo o tenía, porque cuando mi madre se fue se la llevó con ella y no volví a saber nada más. Tampoco la recuerdo mucho, ya que éramos muy pequeños. Aunque si me acuerdo, con claridad, de sus preciosos ojos azules.— recordó con una sonrisa. —Pero, ¿ por qué lo preguntas?

—Es mejor que leas esto.— Le enseñó el papel.

—¿Y esto qué se...?— comenzó a decir, pero se calló de inmediato al leer el apellido. —No me jodas.

—No se si eso es malo o es bueno.— Lo miraba expectante y limpió algunas lágrimas que recorrían sus mejillas.

—¿Dónde encontraste esto?— preguntó, mirándola sorprendido.

—Lo encontré en el armario de Cynthia, mientras buscaba algunas cosas.

Antes de que pudiese volver a añadir algo más, John B la atrajo hasta él y la abrazó fuertemente.

—Eso significa que te lo has tomado bien, ¿no?

—Eres mi hermana, mi hermana pequeña.— dijo emocionado.

—Oye, que solo soy unos meses más pequeña que tú.— comentó, a la vez que le daba un leve manotazo en el brazo.

—Nunca pensé que volvería a verte...— confesó. —Aunque aún se me hace muy raro todo esto.

—Créeme si a ti se te hace raro, imagínate a mí.— bromeó, mientras se separaba del abrazo.

—¿Quieres contárselo a los chicos?— Se incorporó.

—JJ ya lo sabe.— Copió su acción.

Ante esto, la miró con una expresión pícara.

—Oh, vamos, ni se te ocurra abrir esa bocaza.— comentó, mientras salía de la casa.

—No iba a decir nada.— mintió, levantando los brazos y copiando su acción. —Chicos.— Llamó la atención de todos.

Julieta caminó hasta el sofá donde se encontraba Kiara y se sentó a su lado, para luego mirar a John B.

—¿Os acordáis que alguna vez os he hablado de que tenía una hermana?— comentó, sentándose en el borde del sofá.

Kiara y Pope asintieron con la cabeza; por lo que continuó hablando.

—Pues ahí la tenéis.— La señaló con la cabeza.

—¡Sorpresa!— bromeó, a la vez que movía las manos en forma de saludo.

—¡¿Cómo?!— dijeron Kie y Pope al unísono.

La ojiazul comenzó a contarles toda la historia y estos la escuchaban atentamente.

—O sea que te apellidas Routledge y no Thornton.— dijo Kiara, que aún se encontraba anonadada ante todo lo sucedido.

—Exactamente.

—¿Y qué vas a hacer ahora?— preguntó Pope.

—Cynthia está de viaje y no viene hasta mañana así que todavía tengo un poco de tiempo para pensar en cómo voy a tirarla al mar.— bromeó, por lo que todos soltaron una pequeña carcajada. —Si os digo la verdad, no tengo ni idea de lo que va a pasar ahora.— confesó sinceramente, mientras miraba al frente.

—No te olvides de que nos tienes a nosotros y siempre vamos a estar para ti.— le dijo Kiara, mientras la abrazaba.

—¡Abrazo familiar!— JJ dijo, mientras se unía al abrazo.

Pope y John B se miraron y decidieron unirse también.

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¡Espero que os esté gustando! 💐