one shots ! maitake

futile devices

one shot inspirado en futile devices, canción de sufjan stevens.

han pasado quizás unos dos o tres años desde la despedida de takemichi, mikey aún no sabía a donde había ido, qué había pasado con él o de eso se quería convencer.

y por eso es que estaba en el departamento del chico, solo deambulando entre los cuartos y los muebles casi sintiendo como si takemichi hubiera limpiado recién aquellos, ya casi no quedaba nada de ese entonces. podía decir que llevaba aproximadamente cuatro horas ahí, pues revisaba el reloj de la pared con insistencia y se había dado cuenta de eso.

de reojo también llevaba su vista a la pared llena de fotos que había en la casa; fotos de takemichi, fotos suyas y fotos de ambos chicos con los demás amigos que tenían en común. ya había memorizado su rostro hace tiempo y con estas fotos solo se refrescaba la memoria, viéndose así mismo tan cercano al pelinegro.

se recostó en el sofá polvoriento y sintiéndose algo adormilado se dejó caer en los brazos de morfeo.

en sus sueños se veía así mismo en ese sofá hace unos años muy lejanos. estaba recostado mientras takemichi se encontraba tejiendo alguna cosa en el sofá de a lado. le fue fácil recordar lo seguro que se sentía en ese momento, en ese sofá y con esa persona, y también lo mucho que le encantaba ver a takemichi tejer, era casi hipnotizante.

entonces el plano del sueño cambió, se encontraban ambos en la cama que compartían mientras se abrigaban con mantas que seguramente el propio pelinegro hizo para ambos. mikey se vio cubriéndose la cara con una de las mantas mientras el otro chico reía y le regalaba caricias por encima de aquella.

lo amaba, amaba demasiado a takemichi y también lo extrañaba con furor.

el pecho le dolía tanto que tomó consciencia del sueño y se obligó a despertar. estaba llorando mientras respiraba agitado.

y como si fuera una trampa de recuerdos, su vista se dirigió al estuche de guitarra que se encontraba sobre la pared, ignorando también las marcas de aquel pasado.

takemichi había estado tomando clases de guitarra los últimos momentos que estuvieron juntos, mikey lo recuerda con ternura. recuerda los dedos de takemichi moviéndose sobre las cuerdas y haciéndolas vibrar, el cómo el departamento se llenaba de sonidos descoordinados y los lamentos del pelinegro por no mejorar en dicho instrumento.

no pudo evitar llorar con más fuerza, pues se lamenta no haber dicho "te amo" en ese momento. le era difícil decirlo, por lo que no lo dijo para nada.

ahora podía gritarlo y quería gritarlo y grabarlo en las paredes abandonadas, pero ya no importaba porque nadie lo vería, ¿cierto?

pensó que ya no podía estar ahí más tiempo, así que mikey decidió visitar el último cuarto que le faltaba y el que había recordado en sus sueños. el cuarto que compartían ambos.

sintiendo los pies pesados se dirigió por todo el pasillo hasta allí, y no pudo evitar pensar que ese momento estaba durando muy poco y que no quería llegar al cuarto pero de todos modos tenía la espina picando su consciencia diciéndole que debía hacerlo.

las paredes manchadas lo presionaban, los vidrios rotos en el suelo crujían bajo sus pies.

cuando entro al cuarto se ahogo.

ahí estaba, demonios, ¡ahí estaba takemichi! ahí estaba... su cuerpo en descomposición y casi sobrando nada.

quiso vomitar por lo pesados que le cayeron los recuerdos. lo mucho que había querido convencerse de que takemichi simplemente había desaparecido, lo mucho que se había disociado de la realidad y lo mucho que negaba la culpa de haber asesinado a takemichi, todo lo volvió a invadir como si sus esfuerzos no valieran nada.

¡no había sido su culpa!

— ¡no fue mi culpa! —mikey gritó con enojo mientras veía el cuerpo en la cama. las emociones le hacían ignorar cualquier cosa que no fuera el cuerpo, pues a pesar de lo mal que olía y estaba el cuarto solo se podía enfocar en su remolino de emociones.— yo te veía como a un hermano, pero tú simplemente...

simplemente quiso tomar otro camino, no muy separado de mikey pero él tenía otros planes individuales que el más bajo en definitiva no tomó bien.

quizás takemichi estaría caminando de un lado a otro por la casa, quizás ya tocaría mejor la guitarra, quizás estaría viendo la televisión mientras come algún aperitivo, quizás takemichi seguiría vivo si no hubiera querido separarse de mikey.

se acercó al cuerpo ignorando las posibles consecuencias que tendría después y tomó las ropas entre sus manos, ahora con más delicadeza que en realidad, ya no valía la pena.— fuiste la vida que necesite todo el tiempo, desde mi nacimiento y todo lo que pase, fue para compartir todo contigo.

mikey seguía soltando palabras frente a takemichi que no podía responderle, pero él quiso tomar sus obvios silencios como dispositivos inservibles y nada más, como si el pelinegro estuviera vivo y quisiera explicarse pero no encontrará las palabras. casi negando, nuevamente, que takemichi estaba muerto.

pasados unos minutos de desahogo, finalmente soltó el cuerpo y con rapidez se dirigió a la puerta del departamento para salir.

en su cabeza resonaba los pensamientos: "mataste a takemichi", "él no tenía la culpa", "debiste controlarte", "no estarías solo si no lo hubieras matado"

y lloró, pero no en tristeza, más bien en... mikey no podía explicarse, no era libertad pero definitivamente ya no cargaría con nada, porque ya se encontraba en su motocicleta, con una velocidad exagerada y con un trailer frente suyo que venía a la misma velocidad.

no se merecía ir al mismo lugar que takemichi, ¿verdad?

ME GUSTO MUCHÍSIMO ESCRIBIR ESTE ONE SHOT NO SÉ POR QUÉ y espero a ustedes les guste demasiado también

no quisiera que en todas las historias no terminen juntos pero ellos dos son pura desgracia para mí
en algún momento les dedicaré alguna canción romántica !!

nota: *dispositivos inservibles
creo que la traducción literal es dispositivos fútiles, como el nombre de la canción.
y con esto me refiero a que mikey tomaba las palabras de takemichi como eso, como si quisiera decirle palabras de poco valor y que se solo repetiría para ganar su perdón y su vida