Capítulo 1

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Julieta se encontraba tumbada en la cama de su habitación, y en la mano sostenía una especie de diario, que había encontrado tirado en la calle hacía pocos días, mientras iba escuchando música. Desde el primer momento que lo tuvo entre sus manos, no lo había ojeado ni una sola vez, por lo que decidió abrirlo y saciar, de una vez por todas, su curiosidad.

—"Estábamos destinados a ser almas gemelas, pero no en esta vida. Ahora descansa, prometo buscarte en la siguiente..."— comenzó a leer una de las miles de páginas que habían escritas en aquel misterioso diario. —"Te quiere. Bella."— terminó, a la vez que lo cerraba y pasaba la mano por la sobrecubierta.

—Julie, dice mamá que bajes, que tiene que hablar con nosotros.— Topper interrumpió entrando en su habitación.

—¿No sabes llamar a la puerta?— cuestionó, frunciendo el ceño, a la vez que dejaba el diario y uno de los libros que estaba leyendo, sobre la mesita. —¿Esa mujer no se cansa nunca de discutir?

—Mamá lo hace por tu bien.— respondió, mientras ignoraba el primer comentario y la miraba.

—Oh, claro. Como tú eres el favorito lo ves todo muy fácil.— rodó los ojos.

—Deja de decir estupideces. Mamá también te quiere.

—Claro, lo que tu digas.— murmuró para, acto seguido, bajar las escaleras hasta el salón principal de la casa.

—Julieta. Topper.— los llamó. —Sentaos, tenemos que hablar.

—¿Qué quieres?— preguntó rápidamente la chica, mientras se acomodaba en el asiento, al igual que su hermano.

En verdad, a ninguna de las dos, les parecía cómoda esa situación. Nunca habían tenido una relación muy cercana o, incluso, sana.  Aunque la mayoría de personas no tenían conocimiento de ello, pues de puertas para fuera, todo se basaba en fingir, en aparentar tener la mejor relación madre-hija. Y todo esto, acabaría por estallar en la cara de alguna de las dos.

—Hoy por la tarde me voy a ir de viaje. Y eso significa, que vais a estar los dos solos durante una semana.

Ante ese comentario, ambos se dirigieron una mirada, seguida de una sonrisa pícara. En ocasiones se podían llevar mal, pero al final del día siempre estaban el uno para el otro, pasase lo que pasase. 

—Así que, espero que cuando vuelva, todo esté tal y como lo dejé.— terminó de decir la señora Thornton, a la vez que acomodaba una horquilla de su peinado.

—Claro, mamá. No te preocupes.— afirmó Topper, mientras intentaba poner cara de niño bueno.

—Topper, cuando dices eso, significa que me tengo que preocupar.— Lo miró directamente, provocando que la ojiazul soltara una carcajada y su hermano la fulminase con la mirada. —Julieta, espero que obedezcas a tu hermano.

—Pero si tenemos la misma edad.— protestó indignada , pero fue en vano, pues la ignoró por completo. —¿Ya nos podemos ir?— preguntó, ya que tenía que ir a trabajar al The Wreck.

—Sí, ya podéis iros.— dijo, haciendo un gesto con la mano.

En cuanto escuchó esto, agarró sus cosas y salió de la casa, para luego comenzar a caminar hasta el establecimiento, donde trabajaba junto a la hija de los señores Carrera, Kiara. Ambas llevan siendo amigas desde que tiene uso de razón, pues sus padres también mantienen una gran amistad.

—Hola, señor Carrera.— alegremente saludó, mientras se colocaba el delantal de camarera, el cual iba atado alrededor de la cintura, y metía una libreta, junto a un boli, en éste.

𝐅𝐄𝐈𝐍𝐃𝐄 | JJ MaybankWhere stories live. Discover now