S. D. D

Capítulo 70: Conoce la existencia de la segunda personalidad

El sargento An frunció el ceño: "¿Por qué no intentaste pedir ayuda entonces?".

-"¿Me habría quedado sin vida entonces?" Cheng Jin simplemente no podía entender por qué preguntaba eso, después de todo, había explicado que estaba en un estado amenazado.

El sargento An dijo: "Estabas en un hospital militar con los mejores médicos del mundo, y tu marido, el almirante Lu Tao de las fuerzas de élite, estaba a tu lado y habría garantizado tu seguridad, y si hubieras optado por pedir ayuda, ya habríamos atrapado al asesino."

-"Sargento An, cuide sus palabras". Lu Tao finalmente no pudo evitar abrir la boca, miró al otro hombre con frialdad, "Mi pareja es sólo un hombre ordinario, su reacción fue todo en línea con las decisiones que un ciudadano común haría, no puedes pedirle que arriesgue su vida para completar una misión para ti."

Al escuchar sus palabras, el sargento An apretó los dientes, claramente poco convencido, pero se mordió la lengua.

Lu Tao dio una palmadita al soldado preguntón y dijo: "Mi pareja está demasiado nerviosa, solicité que yo hiciera la investigación".

La otra parte estaba obviamente un poco indecisa, y Lu Tao dijo: "No es un prisionero, por favor no lo trates con la misma actitud que a un prisionero".

Varios de los generales asintieron en silencio, y el hombre se levantó y dejó paso a Lu Tao. Lu Tao se sentó y se encontró con los ojos asustados de Cheng Jin, su voz lo más suave posible: "No tengas miedo, ¿qué pasó después de salir del hospital y entrar en el coche?"

La persona que se sentaba enfrente era su conocido marido, Cheng Jin por fin tenía menos miedo y hablaba con más tranquilidad: "Se sentó a mi lado, pensé que me iba a matar, así que me asusté mucho. Pero no lo hizo. Hablamos durante unos minutos, y luego abrió la puerta del coche y se fue".

Tras preguntar por la dirección exacta en la que se había marchado el otro hombre, Lu Tao volvió a preguntar: "¿De qué hablaron? ¿Puedes repetir cada palabra? Es mejor no equivocarse ni una sola palabra".

Cheng Jin lo miró y trató de recordar, aunque no había sido hace tanto tiempo, pero todavía se sentía nervioso por la conmoción que acababa de recibir y ahora estaba siendo observado por tanta gente, así que tropezó en su repetición, "... Le pregunté si me mataría, y él, dijo 'Eso no sucederá'..." dijo aquí Cheng Jin, pensando en la conversación que siguió, realmente no era apropiado decirlo frente a tanta gente, así que cerró la boca.

Lu Tao le miró y preguntó: "¿Es este el final de la conversación? ¿Hay algo más que decir después?"

Cheng Jin sacudió la cabeza: "Se acabó y se bajó". Por supuesto, le daba vergüenza decir que el otro hombre había dicho que se había visto teniendo sexo, ¡eso sería simplemente demasiado humillante!

Pero sus microexpresiones no pudieron ser ocultadas a los veteranos del interrogatorio, y el sargento An, que era el más incómodo, soltó: "¡Señor Cheng, está mintiendo! Definitivamente estás ocultando algo".

Los ojos de Cheng Jin se abrieron de par en par y su corazón vaciló mientras negaba inconscientemente con la cabeza: "No lo estoy, eso es todo..."

Su actuación fue tan pobre que Lu Tao frunció ligeramente el ceño, el sargento An quiso hablar, pero Lu Tao le barrió y dijo: "¡Por favor, cállese, sargento An, esto es el departamento militar!" Volvió a mirar a Cheng Jin y suavizó un poco su tono: "Pequeño Jin, ¿realmente no hay nada más?".

Cheng Jin miró a su marido y pensó en lo que "él" había dicho, y pudo pensar en las cosas vergonzosas que los dos habían hecho ese día, su cara se sonrojó ligeramente, se mordió los labios y su voz fue mucho más suave, "Todavía hay algunas palabras más, pero no debes decirlas a nadie..."