Después de escapar del quebrado Reino de Fuego, Reki comenzará una nueva vida en el Reino del Agua, con el propósito era estudiar aquel lugar y aprender para ayudar en su propio reino, hasta que en una fiesta conocerá al príncipe del Reino de Agua.
...
- Eres muy simpático ¿Cómo te llamas? - preguntó el príncipe.
- Mis amigos me llaman Reki, dime así ¿Y tú? (¿Por qué le dije mi nombre real?)
- Mis amigos me llaman Langa, o lo harían si tuviera amigos... ¿Por qué dije eso? Eso sonó muy triste.
- Jajaja qué fue eso, y si jajaja sonó re triste.
Mientras hablaban, Langa se acercaba cada vez más a Reki, jamás pensó que se enamoraría a primera vista, sólo iba pasando por aquel pasillo pero vió a un muchacho pelirrojo mirando las estrellas y bastó que observara un segundo aquella escena para que cayera enamorado ante aquel misterioso invitado.
Reki también comenzó a sentir un cosquilleo en su interior, jamás le había pasado eso, conocer a alguien y querer seguir hablando con esa persona.
- ¿Es mi imaginación o estoy coqueteando con éste muchacho? - pensaba Reki después de analizar sus gestos y palabras.
- Siempre quise bailar este vals - dijo Langa al escuchar una melodia proveniente del lejano salón.
Reki lo miró nervioso.
- ¿Me concedes esta pieza? - preguntó tímidamente el principe acercando su mano.
- Bueno... - Reki estiró su brazo y tomó la mano del peliceleste.
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Mientras bailaban, podían ver el brillo en los ojos del otro a través de los orificios de la máscara.
- Nunca había visto unos ojos así de hermosos, ese ámbar intenso es hipnotizante - le dijo Langa con voz tenue y coqueta.
- Gra-gracias... Tus ojos tampoco están mal, son un celeste suave - respondió avergonzado, realmente se sentía extraño y nervioso al estar tan cerca de aquel muchacho.
El vals estaba en su parte final, era ahora o nunca, Langa comenzo a acercarse a los labios de Reki, sentía cada vez más intensa la respiración del pelirrojo...
- ¡Ejem! ¿Prín...
Langa volteó inmediatamente y vió a Kaoru, lo miró con ojos grandes moviendo la mano disimuladamente para que no siguiera hablando.
- ¿Langa? Qué coincidencia encontrarte acá, venía del baño y recordé que "tu padre" te busca.
Kaoru, el rey del reino de aire estaba en la entrada del balcón cubriendo su boca con un abanico pero los observaba con su mirada pícara.
- Oh verdad... Reki voy y vuelvo por favor espérame acá ¿Si?.
- Bu-bueno...
Langa y Kaoru se marcharon y Reki pudo exhalar todo el aire contenido que tenía.
