Capítulo 12. En presencia de los Dioses (pt.2)

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Habemus segunda parte, espero la disfruten tanto como yo. ❤️
Mil gracias por sus comentarios, me hacen muy feliz.

Caminamos hasta una de las secciones del museo donde se encontraba la cafetería y la venta de souvenirs

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Caminamos hasta una de las secciones del museo donde se encontraba la cafetería y la venta de souvenirs. Claro que ni siquiera el área de comida podía quedarse atrás, esta también está ambientada en la Helade.

Una señorita vestida con un largo quitón y con hojas de laurel tras las orejas nos tomó la orden; yo pedí una malteada y un pastelillo de frutos rojos y Armin pidió una ensalada griega y un jugo de uvas.

-¿Y qué te ha parecido todo hasta ahora?

-Magnífico, todo es increíble, las salas temáticas, las pinturas, las esculturas, los escenarios, la música que suena de fondo dependiendo la sala en la que estés. Incluso la construcción y la decoración misma del museo, los tallados de los moldes en el techo, las columnas, los ventanales y los domos. Y los trabajadores ni se diga. -Mientras hablaba de todo aquello se ayudaba de ademanes, su vista se desviaba a todos lados intentando explicar cuántos sentimientos tenía sobre el lugar y la experiencia y sus ojos brillaban con ese brillo de cuando algo le apasiona

-Me alegra que te esté gustando tanto.

-No sería posible sin mi guía, tu compañía ha hecho la mayor parte del trabajo. -"¿Será que acaba de decir lo que escuché?" Su confesión me hizo tensar y querer gritar de felicidad, aprecia mi compañía y eso para mí ya es más que suficiente.

-¡Dios!, no digas eso, todo lo cool del museo seguiría allí aún sin mí. -Intenté mantener la compostura sin verme muy doblegada ante sus palabras.

-Lo sé, pero entonces no sería tan interesante ni tendría la misma esencia.

"Por los dioses, Arlet, eres el chico más lindo de este jodido planeta, no te merezco."

-Lo tomaré como un cumplido. -Sonreí para él y este me correspondió.

Entre algunas otras conversaciones banales mientras disfrutábamos nuestros almuerzos, surgió algo interesante.

-Me surgió una duda, si nosotros fuéramos dioses griegos, ¿de qué crees que lo seríamos? -Preguntó el rubio muy de repente.

-¡Vaya! pues quizá tú serías Dios de la sabiduría o del sol.

-¿Del sol? -Asentí.

-Sí, el sol nos proporciona luz, calor, vida... En muchas culturas y religiones fue la deidad más importante y un pilar infalible para la devoción de sus practicantes. Por ello mismo.

Él se sorprendió y permaneció analizando mi respuesta por algunos segundos, creo que no quiso indagar más. Simplemente sonrió y miró a otro lado para no ponerse nervioso.

-¿Y yo? -Devolví la pregunta.

-Veamos... es que no se me ocurre algo en concreto para ti. Creo que si fueras una diosa lo serías de una religión monoteísta, no habría ningún otro dios, tú serías la diosa de todo.

Un rayito de sol  |  Armin x Lectora (COMPLETADO)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora