Orgullo, Prejuicio y tu cruel sonrisa- Jeon Jungkook.

Flores de Paulette

Jungkook se encontró en medio de un campo lleno de margaritas. Su vestuario era todo completamente blanco.  Estaba viendo a su alrededor,  veía el campo muy despejado, el clima era muy hermoso, el viento soplaba y soplaba tan fresco.

Jungkook estaba en paz.

Pero. ¿Cómo había llegado ahí? Escuchó el canto de unos cuantos pajarillos, revoloteando en el aire, eran dos. Jugaban entre ellos, eso hizo que Jungkook los siguiera para verlos por un momento más ambos pajarillos daban vueltas en el aire.

Jungkook dejó de observarlos , vio un lindo sombrero para cubrirse del sol. Tomó eso y lo observas de cerca.

Vio un caminito que habría pasó desde do de estaba hacia otra parte del campo, siguió el caminito y entró a una zona de bosque.

El lugar era muy tranquilo un poco oscuro pero de igual manera era un lugar relajante. Escuchó la voz femenina de alguien, vio hacia los alrededores pero no observó a nadie. Creía que la voz había dejado de hablar, dio un par de pasos hacia el frente para explorar lo que había a fondo. Pero una vez más la voz femenina lo llamó por su nombre. Joven,  Joven Jeon Jungkook.

Extraño,  pensó.

No había nadie más en ese lugar , nadie a quien él no pudiese ver, ¿cómo era posible eso?. Jungkook no dejó estar a la guardia, podría ser una trampa, una carnada.

Algo le tocó el hombro, era Paulette.
La chica con sonrisa bonita y ojos risueños.

—¿cómo?. Traes tu canasta. —dijo Jungkook nervioso.

—Dejé muchas más regadas por el camino para volver , así no me perderé. —contestó ella.

—Tenía ansias, de saber más de ti. —le dijo Jungkook sin más.

Ella lo observó.

—Lo he notado en tu tono de voz  inquieto. —le dijo al chico haciendo que sus orejas se tornaran rojas.

Ella le acarició una mejilla , fue realmente extraño, nadie le había hecho nada así al Joven Jungkook,  jamás una chica había tenido el valor suficiente para acercarse de tal manera. Pero es que Paulette no era cualquiera,  era su chica.

Tal vez Jungkook en algún momento había decidido decirle cómo la chica de las flores. Curioso. A él le gustaban las flores. Pero lastimosamente él en algunas ocasiones era alérgico. Pobre Jungkook. Pobre.

Ella siguió recogiendo más margaritas, se veía tan angelical verla. Jungkook la miraba con asombro, era una pequeña desconocida que había llegado cuando estaba gritando su Alma. Él veía cada uno de sus movimientos,  su aroma era exquisito.

El viento soplaba y el cabello de Paulette volaba igual, se veía tan hermosa. Tan hermosa. .

—Deberíamos jugar algo —sugirió Paulette de repente.

Jungkook no tan convencido aceptó.

—Juguemos a las escondidas , tú buscas , yo me escondo —dijo la pequeña sonriendo.

Jungkook sólo asintió la cabeza.

Cerró y tapó sus ojos con sus manos.

Contó hasta el número 50 y después de no escuchar los pasos de Paulette abrió los ojos. Como el lo esperaba , no había nadie ahí,  en frente de él solo habían flores silvestres , árboles por doquier,  entonces Jungkook caminó hacía los árboles más grande para ver donde podía encontrar a su amiga.

Buscó y caminó por un largo rato, pasaban y pasaban los minutos , ¿dónde estaba ella? . Pensó el Joven un poco angustiado.

El juego ya no era divertido para Jungkook, después de unos largos minutos ya no encontraba a Paulette que se suponía que no debía estar muy lejos.