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-Buenos días!- gritó Brooke entrando al cuarto de los gemelos y Lee de golpe. -Buenos días Brookie.- le saludó el moreno desde su cama mientras se tapaba más y se aferraba a sus sábanas.
La chica le sonrió para después pasar su mirada a un pelirrojo que aún seguía durmiendo plácidamente.
Se acercó a George y se sentó al borde de la cama, empezando a peinarle lentamente el cabello. -Que estuvisteis haciendo ayer para que estéis tan cansados?- preguntó ella.
-Mmm puede que viendo la manera de poder participar en el torneo.- dijo Fred con voz dormida desde su cama.
La chica sonrió. -En serio? Vais a participar?- le preguntó ella directamente a George quien parecía ser el más sensato de todos.
Sin embargo el pelirrojo la atrajo hacia él y la abrazó, aún dormido. -Muy seguros.- le dijo achuchándola como si fuera un peluche.- Que tal estás novia?
-Novia?- preguntó Fred en modo celoso. Brooke por otra parte solo sonrió. -Muy bien novio, pero creo que es hora de que os levantéis.- dijo ella internado salir de allí.
-Oh vamos! Ten piedad con nosotros.- dijo Lee ahora con el cojín en la cara queriendo dormirse de nuevo.
-Por cierto, de que hablasteis tú y Cedric?- preguntó George de repente haciendo que ella solo sonriera orgullosa. -Mmm nada, solo hablar.- respondió ella.- Temas que no os incumben.
George frunció el ceño y la miró algo extrañado. Extrañado al igual que Fred quien ahora se había puesto de pie para cambiarse. -Solo hablasteis?- preguntó de nuevo el gemelo.
Brooke consiguió salir de la cama de George, ahora toda despeinada. -Si tranquilos, no es como si lo hubiera besado, y ahora... os esperaré en el comedor.- dijo ella mientras abría la puerta.
-Y yo te acompañaré.- dijo Fred listo y vestido. -Bien.- acepto ella mientras rodaba sus ojos.
Ambos se dirigían hacia allí, sin embargo Brooke sentía que los miraban más de lo normal... y eso que estaba acostumbrada a ser el centro de atención. Vamos, era amiga de los gemelos Weasley.
-Por qué todos están raros?- preguntó ella mirando a Fred quien intentaba colocarse bien su corbata. Parecía un niño pequeño. -Ni idea.- respondió este.- Boo bear, me ayudas?
Ella no respondió, solo le tomó la corbata y empezó a ponérsela correctamente, entonces Fred se empezó a reír. -Ahora que?- preguntó ella alzando la mirada, encontrándose con los ojos de Fred.
