Plan B

𝖼𝗁𝖺𝗉𝗍𝖾𝗋꞉ 𝟮𝟬

—Ellos parecían decepcionado cuando te ibas, especialmente ese gran tipo —dijo HyunJin mientras nos alejábamos del club.

En contra de mi buen juicio, había accedido a pasar la noche con HyunJin. Una última vez había dicho, y como el glotón de castigo que era, le había permitido sacarme del club y hacerme entrar en su coche.

—Sí. Esperemos que él no sea el único decepcionado esta noche. —Me dejé caer en el asiento.

—Vamos, SeungMin. Se supone que debes divertirte en tu cumpleaños. Voy a hacer todo lo posible para no decepcionarte. —Me miró de reojo. Su sonrisa parecía mucho más feliz de lo que me sentía en ese momento—. Te traje un regalo y todo.

Cristo, yo era una reina del drama. Él tenia razón, por supuesto. Hice mi elección y fue una estupidez no disfrutarla. Vive el momento, diviértete lo más posible y preocúpate por las consecuencias de la mañana. Esa actitud me había funcionado en el pasado.

—¿Sí? ¿Qué es?

—Tendrás que esperar y ver.

—¿Y exactamente a dónde vamos y cuánto tiempo pasará antes de que reciba mi regalo?

—No mucho —se rió entre dientes—. Ya estamos aquí. —HyunJin se detuvo en el estacionamiento de un hotel, condujo hacia la parte trasera y se detuvo en un espacio cerca de la entrada.

—¿Vas a alquilar una habitación?

—Ya lo he hecho. Vamos —dijo y salió del coche.

Me apresuré a salir.

—¿Hiciste qué?

HyunJin paró en la parte delantera del coche y me tendió la mano—. Ya nos alquilé una habitación.

Tomé su mano y, para mi disgusto, entrelazó nuestros dedos y caminamos tomados de la mano hacia la puerta. Sacó una tarjeta de acceso de su bolsillo trasero y la deslizó en el lector. Se puso verde y escuché el sonido distintivo de la cerradura al desengancharse. Santo infierno, realmente nos había conseguido una habitación.

—Realmente eres un hijo de puta confiado y engreído, ¿no es así?

El se encogió de hombros—. Algunas veces.

Lo seguí por el pasillo hasta la habitación 1029 y nuevamente usó su tarjeta de acceso.

—Entonces, ¿cuál era el «Plan B» si me negaba?

—Al igual que mi elección de carrera, no existe un «Plan B». —Me abrió la puerta—. Habría utilizado la fuerza bruta y la fuerza para salirme con la mía. —Me guiñó un ojo, pero tenía la sensación de que podría haberse convertido en un hombre de las cavernas si hubiera sido necesario y podría haberlo disfrutado. Un poquito.

No había estado bromeando cuando dijo que no había un plan de respaldo. La habitación en sí no era nada especial. Las típicas imágenes genéricas de paisajes en la pared, la fea colcha acolchada marrón y burdeos en la cama king-size, un televisor pequeño, un escritorio, una lámpara, lo mismo que puedes encontrar en miles de habitaciones de hotel en todo el país. Fue lo que HyunJin había agregado a la habitación lo que lo hizo exclusivamente para mí.

Las almohadas blancas de la cama se habían colocado en el suelo en el medio de la habitación, rodeadas de globos de color púrpura, rosa y blanco sujetos por serpentinas de cinta a cajas envueltas en plata metálica. Un cubo de plata a juego acunaba una botella de champán y dos copas de cristal se sentaban a su lado.

Caminé más adentro de la habitación, golpeando un globo y haciendo que se balanceara. Me sentí mareado, con una gran sonrisa en mi rostro por todo lo que había hecho por mí. Había incluso más en él de lo que nunca me di cuenta. Debajo de la fuerza física no solo era un hombre ingenioso y cariñoso, sino también un alma romántica increíble.