Plan B

𝖼𝗁𝖺𝗉𝗍𝖾𝗋꞉ 𝟱

No volví a encontrarme con HyunJin de nuevo esa semana. Entre clases, ensayo, pesadillas de vestuario y búsqueda de pelucas, finalmente me di por vencido y me teñí el cabello de castaño, no tuve tiempo de pensar en él o en las implicaciones detrás de su última declaración.

Lo que ocurre con el teatro es que si vas a hacerlo, lo das todo.

Puedo decir por experiencia personal que no hay nada peor que fastidiarlo frente a una audiencia en vivo. Te sientes como a dos pulgadas de alto, te pones rojo brillante de vergüenza y no quieres nada más que cavar un agujero en las tablas de madera y arrastrarte por él.

Sin embargo, cuando lo haces bien, tienes una prisa como ninguna otra, y cuando se cerró el telón en el espectáculo final, estaba experimentando un gran subidón.

El aplauso fue atronador y resonó en las paredes del pequeño teatro. El rugido de la multitud, los silbidos chirriantes solo intensificaron el agudo.

Cuando la cortina se abrió una vez más, esa dulce sensación se elevó más y yo estaba volando mientras miraba a la audiencia. ¡Sí! ¡Una maldita ovación de pie! Nunca había experimentado esa emoción, al menos no desde el centro del escenario.

Mi pecho estaba hinchado y apretado, mis piernas un poco temblorosas y mi mandíbula realmente dolía por lo amplia que era mi sonrisa. Hice una reverencia. El espectáculo había sido un éxito total.

Cada noche, todos habían estado en su juego, desde la iluminación, el maquillaje y el vestuario, los actores hasta el equipo de sonido, todo se unió y fluyó, culminando con el telón final perfecto para The Boys from Syracuse.

Mientras me levantaba, vi a papá y mamá, parados en la segunda fila, y esa presión en mi pecho creció.

Papá aplaudía, con una enorme y orgullosa sonrisa en su rostro, y mamá se llevaba las manos a la boca y me lanzaba besos repetidamente. MinHo y NaYun estaban a la derecha y ambos aplaudían, NaYun saltaba arriba y abajo, mientras ululaban y gritaban. Guiñé un ojo y me incliné de nuevo mientras la multitud continuaba aplaudiendo.

Cuando me paré una vez más, mis ojos se posaron en HyunJin. Cómo lo había encontrado entre esta enorme multitud, no lo sé. ¿Suerte? ¿Coincidencia?

Fuera lo que fuese, mi respiración se detuvo cuando lo vi, con el pulgar y el índice en la boca, silbando.

Estaba vestido con un abrigo de traje negro con una camiseta blanca debajo y jeans raídos. No era exactamente el atuendo adecuado para el teatro, pero por primera vez me di cuenta de lo verdaderamente guapo que era.

Su pelo estaba sedoso y peinado un poco hacia atrás con unos pequeños mechones sobre la cara; en su mandíbula solo resaltaba su sonrisa perfectamente blanca cuando se sacaba los dedos de la boca. Jesús, se veía bien, y cuando me guiñó un ojo, mis rodillas se doblaron. Quiero decir jodidamente abrochado y tuve que bloquearlos para evitar que se cayeran.

Solo podía quedarme allí y mirarlo. Una simple mirada, pero la sentí como un beso en mi carne caliente. Una sensación de hormigueo comenzó en la base de mi cráneo y se abrió camino por mi cuerpo, hasta que mis dedos se curvaron. Yo lo deseaba. Había codiciado a los chicos antes, pero era más en la línea de encontrarlos calientes y pensar que conocer de cerca y personalmente sería divertido, pero nada como lo que sentía por HyunJin.

Quiero decir, realmente estaba jodidamente hasta el punto de que era una locura lo mucho que lo deseaba. Afortunadamente, la cortina se cerró antes de que pudiera hacer el ridículo por completo, y pude tomar un par de respiraciones profundas cuando el poder ya no me tenía. Traté de calmarme lo suficiente para que mis piernas temblorosas me llevaran al camerino.