-Cedric... a quien miras?- le preguntó Anthony Rickett, uno de sus mejores amigos con una sonrisa pícara.

Tanto tiempo llevaba mirándola? Que vergüenza. El chico apartó la mirada de la chica de inmediato.
-Nadie. Solo pensaba.- dijo este restándole importancia mientras dirigía su mirada al director quien explicaba las normas de cada año, más el torneo de los tres magos.

En cuanto Dumbledore señaló las grandes puertas del comedor, estás se abrieron, dejando ver a lo que parecían chicas francesas, seguidos de chicos vestidos del norte.

-No puede ser! Es Viktor Krum!- gritaron Brooke y Ron a la ves emocionados por tener tan cerca a su ídolo.

La academia Beauxbatons y el colegio de Durmstrang pasarían los próximos meses en Hogwarts para concursar en el torneo de los tres magos, en el que sólo podían participar mayores de diecisiete años.

Brooke miró a los gemelos quienes bufaban molestos, sin duda afectados por eso.
-Como se siente no poder participar par bebés?- les preguntó ella con una sonrisa burlona.

-Tus bebés.- corrigió Fred cruzándose de brazos haciendo que ella solo le despeinara el cabello.

-Oh, disculpe señora que vivió el descubrimiento de la Tierra.- dijo George ofendido.- Sentimos haber nacido el mejor día del año.

-Aha, y yo no siento que no podáis participar en este torneo... tendré más posibilidades de ganar.- dijo ella orgullosa.
-Tienes pensado presentarte?- preguntó Fred.- No aguantarías ni un día en pie.

-En serio? Te gano a ti y a George con los ojos vendados en cualquier cosa.- afirmó ella a l o que ambos rodaron los ojos.- Celosos...

-Oh señorita, yo solo quiero que pase el curso rápido para ver como te comes todo el pastel de barro... no tendremos piedad contigo.- le dijo George entrecerrando los ojos.

Brooke se levantó de la mesa ya que la mayoría de chidos y chicas se estaban yendo a sus dormitorios.
-Y yo querré ver vuestras caras cuando veáis que Cedric se enamora de mi.- dijo muy segura de sus palabras.

-Seguro...- respondieron ellos a la vez mientras veían como ella se iba del gran comedor.

La chica ahora se sentía algo estúpida por no haber esperado a los gemelos para irse a su sala común... que tonta.

-Hey!- dijo una voz por detrás de ella haciéndola girar por completo quedándose de piedra, literalmente.

Tenía al mismo Cedric Diggory delante de sus narices. Qué? Como había pasado?
-Sabes... es raro por que nunca hemos hablado pero... quería preguntarte si vas a presentarte al torneo.- empezó a decirle el Hufflepuff.

La chica seguía sin contestar, solo pudo entrecerrar sus ojos algo confundida. Le estaba hablando a ella? Eso era posible?

Cedric al ver que no le contestaba, empezó a ponerse nervioso. No iba a mentir, nunca había estado tan cerca de Brooke West.

-Bueno... yo solo lo preguntaba por qué... ya que eres mayor de diecisiete años... ya sabes, naciste el 20 de agosto así que...- empezó a hablar de nuevo mientras pasaba una mano por su cabello, despeinándose y haciéndose lucir mejor.

Sin embargo la chica frunció el ceño.
-Como sabes mi cumpleaños?- preguntó ella de repente interrumpiéndolo.

Cedric tragó hondo. No quería decirle que sabía casi todo de ella gracias a su amigo que estaba enamorado de ella... que debía hacer?
-Yo... solo lo sé.- dijo muy nervioso.

Brooke lo miraba entre extrañada y fascinada, demasiado a decir verdad. Estaba permitido verse tan bien?

En ese momento vio a Fred y a George quienes abrieron la boca de la sorpresa y decidió seguir jugando.

Ella también pasó su mano sutilmente por su cabello, y le dedicó una sonrisa al chico que tenía delante.
-En realidad... da igual, solo quería avisarte de algo.- dijo ella haciendo que Cedric se pusiera más nervioso.- No quiero que nadie salga herido ni nada por el estilo...

-Ah si? Que es?- preguntó cruzándose de brazos algo preocupado. Quien sabía que podía pasar por la cabeza de Brooke West?

Ella se acercó a la oreja del Hufflepuff consiguiendo que se le erizara la piel de golpe.
-Puede parecer una locura pero estoy cumpliendo un reto.- le dijo con una sonrisa divertida.

-Reto?- consiguió preguntar este algo intrigado aún mirándola con curiosidad.
-Aha, el reto es... enamorarte.- soltó de la nada haciendo que este se empezara a reír nerviosamente.

Qué le acababa de decir?

-Q-qué? De... de, que hablas?- dijo sin poder evitar una sonrisa.
-Lo que acabo de decir... créeme, no es muy original de parte de los gemelos pero no quiero comer pastel de barro ni sardinas podridas.- dijo encogiéndose de hombros.

Cedric frunció el ceño. Aún se encontraba de brazos cruzados y no entendía nada de lo que le estaba insinuando.
-Escucha... no creo que llegue a enamorarme de ti.- dijo algo tímido haciendo que ella solo sonriera.

-Mmm, como tú digas, buenas noches Diggory... que sueñes con angelitos.- dijo ella rodando los ojos divertidamente.

El chico soltó una carcajada mientras veía como ella mientras se giraba de golpe para irse.
-Contigo?- le preguntó de repente.

Brooke sonrió orgullosa, girándose de nuevo encontrándose de nuevo con Cedric.
-Si eso piensas...- respondió restándole importancia y finalmente marchándose, dejándolo solo en los pasillos.

Enamorarse de Brooke? No creía que fuera posible... aunque se sentía demasiado intrigado por saber que intentaría la chica.

my game, my rules (Cedric Diggory)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora