08 - Happier

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TW: Suicide / Blood

Dongmin se encontraba en el baño, mirándose en el espejo el cual yacía quebrado. Su impulso de rabia había ganado y terminó golpeándolo, cortándose los nudillos.

Sus ojos aún lagrimeaban y su cabeza dolía. Su mirada estaba prácticamente muerta, y su corazón parecía no existir pues no sentía ni sus propios latidos. Estaba pálido, cansado y algo sudoroso.

Era más de media noche. Había vuelto a casa en completo silencio con la intención de que su tía no le escuchara. Ingresó a su cuarto y le colocó seguro para que nadie pudiera molestarlo.

Con su mente ofuscada y nublada. Con su corazón hecho trizas y un gran resentimiento albergando su interior, se agachó momentáneamente, tomando uno de los pedazos de vidrio que habían caído.

Mirándolo atentamente tensó su mandíbula y tragó duro.

¿En verdad lo iba a hacer? ¿Ahora? Si cortaba sus muñecas con eso... ya no habría vuelta atrás. Todo esto se acabaría. Todo este dolor, todo este sufrimiento, toda esta infelicidad.

Una lágrima más cayó por su mejilla mirándose al espejo.

Quería hacerlo, quería acabar con todo, quería desaparecer. Pero... ¿por qué ahora no tenía el valor suficiente? Estaba completamente solo, nadie lo molestaría, tenía el utensilio perfecto para acabar con su vida. Toda esta situación era perfecta pero aún así el miedo estaba dentro de él.

Poco a poco sus llantos comenzaron a aumentar, y sus suaves gemidos de dolor resonaron por el baño, pero aún así siendo lo suficientemente silencioso como para no despertar a su tía.

Tenía que hacerlo. Era ahora o nunca, lo tenía que hacer. Quizás nunca más pueda volver a tener el valor que tenía en este momento y pasaría una vida llena entera de dolor y sufrimiento.

Así que cerrando sus ojos con fuerza, apretando sus labios y reprimiendo el dolor, comenzó a cortar sus muñecas lentamente con el pedazo de vidrio el cual pasó por cada una de sus muñecas, cortando la piel y haciendo que la sangre comenzara a escurrir en el suelo.

Dongmin dejó caer el vidrio al suelo, haciendo que este se rompa en más pedazos. Levantó la mirada asustado, viéndose en los pedazos que aún le quedaban a su espejo. Tragó duro y su labio comenzó a temblar.

Miró de rato en rato cada una de sus muñecas sangrantes, y el miedo comenzó a inundarlo.

Negó con su cabeza, cerrando sus ojos. No, lo hecho hecho estaba. Ya no había forma de retroceder. Se había cortado las muñecas, ahora solo tenía que esperar.

Con un gran llanto ahogado en su boca, sorbió su nariz abriendo la cajuela detrás del espejo y sin querer haciendo que un pedazo de papel cayera al suelo.

Curioso bajó la mirada. Aquello no era un simple pedazo de papel, era un foto de su madre junto a él de pequeño, sonrientes y en un lindo parque. Dongmin abrió los ojos.

La foto fue tiñéndose de rojo lentamente debido a las gotas de sangre que caían encima de ella y absorbiendo las que ya se encontraba en el suelo.

Dongmin se agachó, tomándola con rapidez y tratando de limpiarla. Era una foto polaroid que un extraño tuvo la amabilidad de tomarla. 

"—Dongmin, quiero que vivas una hermosa vida, ¿si?"

Su respiración comenzó a ser errática, sintiendo que sus pulmones no recibían la suficiente cantidad de aire.

"—Prométeme que serás feliz".

Un llanto salió de su boca mientras pegaba la foto a su pecho con desespero.

Happier Than Ever || Lee DongminWhere stories live. Discover now