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3. Eleanor contra el mundo y el abuelo.

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«Eleanor, te extrañamos»

«Eleanor, vuelve al canal»

«Oh, ¡Eleanor! ¿Qué fue lo pasó, te botó, lo botaste? ¡Cuéntame!»

Y así se mantuvieron preguntando las personas que la rodeaban en aquella fiesta. Effie dijo que probablemente se toparía con uno o dos fans, pero más eran las personas que estaban enteradas completamente de su ruptura con Sullivan y a pesar de saber el chisme desde todas las versiones, querían también el punto de vista de la afectada. Eleanor no se los dio, cuando acudían a ella con esas preguntas se encogía de hombros y se llevaba la botella de cerveza a la boca por cada vez que insistían. Estaba muy borracha.

Su sentido de la orientación estaba fallando, pero sus piernas seguían moviéndose junto a Riley y Effie en la pista de baile. Necesitaba eso, necesitaba moverse y descargarse, desconectarse de los pensamientos. Mientras estuvo encerrada en su habitación contemplando el techo se había sentido como si estuviese atrapada en su propia cárcel, tan inútil y vacía. Pensaba demasiado, el silencio era para pensar y a ella siempre le gustó el sonido estridente de un estéreo cuando tocaba su canción favorita. Eleanor sabía pensar racionalmente, sus pasos estaban bien calculados, pero le costaba expresarse por sí misma, hablar. Cantar era totalmente diferente, las palabras salían en armonía y rimaban, como si todo el mundo pudiese entenderlas, como si fueran para todos pero igualmente solo para ella. Así era la música, un idioma universal. Eleanor cantaba para vivir y vivía para cantar. Nada nunca la hizo sentir mejor que una buena canción siendo cantada a todo pulmón o lentamente. Le gustaba de todo. Desde el country hasta el rap, desde el heavey metal hasta el blues, era una chica que no se preocupaba por pertenecer a un solo lugar, ella quería estar en todas partes, estar con todos y entender a todos... le gustaban las canciones que significaban algo, también aquellas que no eran para ella, que no encajaban con ella, pero, aun así, se sentía como si pudiese vivir esa situación y realmente disfrutar al encontrar una canción digna de ello. Las canciones divertidas, las que son para bailar y solo para eso, las que no dicen nada con palabras y lo dicen todo con notas musicales, las que nadie entiende, las que todo el mundo escucha, las que son leyenda, las que están en películas, las que nadie conoce... Eleanor se dejaba llevar por toda canción que la hiciera sentir algo, lo que fuera. Había canciones que no le gustaban, que no entraban en esas categorías (sus propias categorías) pero todo el mundo tenía canciones que odiaban, en el curso normal de las cosas.

La fiesta estaba en esa etapa donde casi todos se han ido a buscar algo mejor, donde las peleas y los bailes rápidos, los chupitos y los que se lo montan en las esquinas ya ha volado de allí tratando de perseguir la noche y hacerse más jóvenes, tal vez, Eleanor siempre lo vio como una manera de aprovechar la vida, porque creyéndolo o no el mundo le parecía más despierto y más hermoso bajo la luz de la luna, solo que a ella nunca la habían invitado a perseguir la noche, sus amigos eran de esos que se quedaban dando vueltas en el lugar vacío, charlando, fumando, bebiendo y escuchando música.

El reloj de la muñeca de Eleanor marcaba las 4:45 de la mañana. Hacía un frío de puta madre en la terraza de un edificio en Williamsburg, no muy lejos de donde ella residía. Si se ponía de puntillas y se inclinaba podía ver la terraza de su propio edificio a unas cuadras. La fiesta la había ayudado, bailó, cantó un poco, escapó de las preguntas cuanto pudo, pero al final de la noche cuando estaba vagando por ahí, esperando que sus amigos aparecieran para llevarla a casa, la voz de Gwen Stefani comenzó a sonar cuando Don't Speak fue puesta en el estéreo a un volumen más razonable que las últimas dos canciones. Eleanor se tapó las orejas con las manos. Ahora que escuchaba esa canción le parecía que podía haberla incluido en el soundtrack de su vida, justo cuando se iba del parque después de que Sullivan la abandonara. ¿Qué tan triste era eso? Siempre pensó que era una canción que podía entender a cualquiera menos a ella... pero la estaba viviendo, eso era la verdad.

Eleanor, cántame una canción [The Extras #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora