S. D. D

Capítulo 58 (Hermano)

-"¡No huyas! ¡No hay que huir! Eres mío". Dos brazos rodearon la cintura de Cheng Xu como si fueran pinzas de hierro, dificultando que se moviera un centímetro, mientras el sexo erecto del hombre se frotaba contra sus caderas como si quisiera apretarlas sin más, sus mejillas apretadas contra el cuello irradiaban un gran calor, su aliento ardiente desprendía un olor a alcohol que mareaba un poco a Cheng Xu. Y Yan Qi lo atrapó rápidamente contra la pared, buscando sus labios y besándolos.

-"Mmm... no..." Los movimientos de resistencia fueron suprimidos y las palabras de rechazo fueron tragadas cuando Cheng Xu se vio obligado a aceptar el beso abrasador del hombre. Nunca le habían besado así, creía que los besos eran suaves y tiernos, pero no había pensado que fueran tan intensos, como si Yan Qi intentara tragárselo entero. Y la parte inferior de su cuerpo fue acariciada por el otro hombre, su amplia palma sosteniendo su pene y frotándolo hacia arriba y hacia abajo, y no sabía si era la estimulación del alcohol o si había pasado demasiado tiempo sin desahogarse, pero realmente se le estaba poniendo dura por su tacto.

-"Mmmm... no...", exhaló Cheng Xu en voz alta cuando pudo respirar con facilidad el aire fresco, su habitual tranquilidad había desaparecido, su cuerpo parecía derretido por el otro hombre, incluso su corazón latía más rápido.

-"Cálmate, no... ohh..." El hombre volvió a dar un beso, sellando sus palabras de rechazo, y Cheng Xu sólo pudo soltar un gemido ahogado mientras el dedo del otro hombre apretaba cada vez más, a punto de penetrarlo por completo, cuando la puerta que había quedado abierta una rendija junto a ellos se abrió de repente por completo y un hombre apareció en el umbral, mirándolos con expresión de sorpresa.

Cheng Xu sólo miró a la otra parte con el extremo de sus ojos antes de sentirse desesperado.

Era su padre, Cheng Zheng.

Una sacudida surgió en el cuerpo de Cheng Xu, y finalmente reunió la fuerza para empujar a Yan Qi con una mano.

Lo que ocurrió a continuación no continuó, por supuesto, ya que Yan Qi había bebido demasiado alcohol y apenas tuvo tiempo de desmayarse borracho en el suelo. Cheng Xu se limpió la saliva de la comisura de la boca, por primera vez en su vida le resultaba tan difícil enfrentarse a su padre, pero afortunadamente Cheng Zheng tapó la puerta y dijo: "Vístete y sal".

Como los pantalones estaban demasiado rotos, Cheng Xu tuvo que ponerse enseguida el pantalón de traje, luego se abotonó a duras penas la camisa y se puso la chaqueta de traje, pero al menos no estaba demasiado desordenado. Antes de salir de la habitación, echó un vistazo a Yan Qi que estaba tumbado en el suelo durmiendo inconscientemente, dudó un momento, pero aun así lo llevó medio en brazos y medio en brazos a la cama, y luego lo tapó antes de salir.

Cuando padre e hijo entraron en el coche, Cheng Zheng no pudo esperar a hablar, su cara era irónica: "¿Qué demonios está pasando? ¿Cómo te involucraste con Yan Qi? ¿Cómo puedes hacer algo así? Si no hubiera subido al primer piso para despejarme, y luego hubiera escuchado el ruido, ¿habría...?"

-"Lo siento." Cheng Xu parecía tranquilo y su tono hacía tiempo que había recuperado la compostura, aparte de que su cuerpo seguía sintiendo poca fuerza, lo único que era diferente estaba allí atrás.

Aunque sólo era un dedo el que se había introducido, seguía siendo extraño.

Cuando Cheng Zheng escuchó sus disculpas, frunció el ceño y preguntó de repente: "Dime claramente, ¿te ha obligado él? No creo que te hayas juntado con él, ¡antes no tenías esta afición o inclinación! Si te obligó, iré a ver al maestro de la familia Yan ahora mismo y lo entregaré, lo enviaré a la Estrella del Infierno como sea, ¡no creo que la familia Yan se atreva a encubrirlo!" Lo preguntaba porque, además de estar molesto, tenía un poco de pánico.