Capítulo 10

161 31 23
                                    

–Alexby... – Dijo el castaño, refiriéndose al siguiente sospechoso que iba a investigar según su lista, ya había pasado un día desde que fue a casa de Lolito y Mangel, por suerte cuando se tuvo que ir no lo pillaron, así que pudo volver tranquilo a su casa para planear más cosas.

Ahora tenía que investigar a su amigo, Alexby, era el siguiente en su lista, y por alguna razón Fargan sentía que el fanático de star wars sería el emisor de la carta, tenía varias razones para pensar eso, sobre todo la declaración de parte de Alexby; Hacía unos meses, Alex le había declarado su amor a Fargan, preguntándole si quería salir con él, pero Fargan se negó, pues el no estaba enamorado de él, pero por suerte los dos chicos quedaron como amigos de todas formas, nada cambió entre ellos, y ambos lo agradecían. Por eso, Alexby tenía todos los números para ser el emisor. Fargan creía que él tendría algo que ver con la carta, pero tendría que comprobarlo, y para ello, se dispuso a tomar una mochila, sus cosas, una libreta grande y un bolígrafo.

Tenía algo en mente para comprobar si Alexby era o no el emisor de la carta, aunque fuera absurdo pensar que se podría haber declarado dos veces al mismo tío...

-Alex, ¿Estás en casa?- Preguntaba en voz alta el de cabellos castaños mientras golpeaba la puerta de su amigo, este último respondió de manera afirmativa, caminando hacia la puerta para encontrarse con Fargan.

–¡Sí, ya voy!- Respondió el menor, llegando finalmente a su puerta principal, apoyando su mano en el pomo de esta y abriéndola, topándose cara a cara con su amigo, ambos sonriendo por esto– ¡Hombre, Fargan! Adelante, pasa, pasa- Le decía el menor, abriendo el paso a la casa para que Fargan pudiera entrar, este último le hizo caso, adentrándose en la distintiva y llamativa casa de su amigo. Al estar dentro, ambos chicos se sentaron en los sofás del menor, no sin antes preparar unos cafés y tomando unas galletas antes de charlar.

- ¿Qué te trae por aquí, Fargan? ¿Necesitas algo?- Preguntó Alexby mientras se acomodaba en el sofá, dándole un sorbo a su taza de café, observando a Fargan en busca de respuesta, el cual sólo negó con la cabeza ante la pregunta del menor.

- No, no es eso... Bueno, pues simplemente quería pasar a mirar o pasar el rato, ¿Te molesta? - Explicó el de tez morena, descolgando la mochila de sus hombros y copiando la acción de Alex para darle un sorbo a la taza de café que tenía entre sus manos. El pelinegro negó a la pregunta final de Fargan, no le molestaba que su amigo pasara a verlo, hacía falta un momento para platicar entre los dos, ya que hacía tiempo no lo tenían.

- No hombre, claro que no, sabes que puedes venir cuando quieras- Contestó Alex, sonriendo de forma amigable y retirando la máscara de star wars que cubría su rostro. Fargan le sonrió de la misma manera a su amigo, agradeciéndole y tomando una de las galletas de chocolate y vainilla que habían en la mesa, le aliviaba que al menos no estuviera interrumpiendo algo o molestando.

Los chicos pasaron un rato hablando, poniéndose al día con novedades, bromeando y platicando de cualquier cosa en general. Una vez se habían puesto al día, Fargan se armó de valor para preguntarle una cosa a su amigo, cosa que ayudaría a la investigación.

- Uhm, Alex, ¿Te puedo hacer una pregunta?..-

-Claro, cuál?- Asintió el menor, preguntando por lo que Fargan quería decirle. El castaño al escuchar la respuesta de su amigo, sacó de su mochila la libreta y el bolígrafo, sosteniendo está en sus manos y entregándole las cosas a Alex, el cual sólo lo miraba confundido.

–Mira... es una larga historia, pero ¿Podrías por favor escribir todo en abecedario en esta hoja? Sé que es raro, pero te lo explicaré luego...- Le pidió Fargan, extendiéndole las cosas y esperando que Alex aceptara. Necesitaba de esa forma conseguir la caligrafía de Alex, tenía confianza como para pedírselo. El menor, a pesar de la confusión, terminó aceptando, tomando la libreta y el bolígrafo que su amigo le entregaba y abriendo una página vacía, no sabía para qué, pero confiaba que no era para nada malo y que Fargan se lo explicaría luego.

La boutique - willgan Where stories live. Discover now