Capítulo 4

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-Buenas tardes, señor Fargan- La voz del encargado saludaba esta vez al castaño, dejando que el último entrara a la tienda luego de saludar.

-Hola, buenas tardes, ¿Se puede pasar? - Preguntó el moreno, recibiendo una sonrisa y una respuesta afirmativa de parte del empleado.

Se quedaron platicando por unos segundos más hasta que finalmente Fargan decidió ir a buscar la ropa que tanto estuvo mirando esos días.

Le molaba mucho, por lo que siempre iba a verla para asegurarse de que seguía en venta y comprarla de una vez. Le ayudaba el hecho de que de vez en cuando conseguía algunas rebajas por ligoteos con las vendedoras, así consiguió mucha de su ropa, pero los ligues nunca llegaron a nada más, debido que Fargan no estaba interesado en nadie por el momento, era de esas típicas personas que coquetean con medio mundo, pero no sentía un interés romántico y fijo por alguien.

O eso creía, por el momento.

Al llegar a el lugar más apartado de la tienda donde yacían sus prendas favoritas, se paró a observarlas, eran estantes, cajones y percheros de ropa usada, pasada de moda, vieja o extraña, según algunas personas, pero para Fargan eran todo lo contrario, eran como una mina de oro infravalorada para su punto de vista.

Empezó a observar detenidamente las nuevas prendas que habían traído a esa sección, mirando cada detalle de estas como si fueran algo verdaderamente valioso. Vio un saco de satén que le interesó a simple vista, bueno, le venía interesando, ya le había platicado de él a todos y ese día estaba seguro de que lo iba a comprar, pero antes decidió alguna que otra chaqueta que veía por los percheros.

Haciendo así hasta que sintió algo dentro de una de ellas, más específicamente en la que era su favorita.

Con curiosidad, tocó cuidadosamente sobre la tela eso que sentía debajo de esta. Sacó esa extraña cosa con suma delicadeza, sorprendiéndose al ver que era una carta, y sorprendiéndose más al notar que junto con esta caía una rosa fresca y brillante, como si fuera cortada con los mejores cuidados y guardada alli.

-Anda tu, a alguien le han dejado una rosa, que bonito-Murmuró el castaño con una sonrisa ligera, recogiendo la flor del suelo y dejándola sobre un estante.

Empezó a observar mejor la carta, quedándose confundido, sorprendido y emocionado al ver que la carta iba dirigida hacia él, y más encima que era una declaración anónima, o eso podía deducir al leer que en uno de los márgenes ponía "Anónimo". ¿Acaso era una broma de alguien? Se preguntó mientras miraba a los alrededores, pero no había ni un alma cerca.

¿Quién le dejaría cartas de amor a Fargan? Quiero decir, no es algo sorpresivamente extraño, el castaño era uno de los que tenían más gente detrás, por su forma coqueta de actuar o por su belleza, ¿Pero quién dejaría una carta? Normalmente esperaría un mensaje por teléfono, una llamada o una declaración cara a cara, escribir cartas no era algo muy habitual, solo para las invitaciones a eventos, bodas, fiestas, telos, etcétera. Lo normal.

Con un brillo de curiosidad en los ojos, el castaño decidió abrir la carta, no sin antes alejarse de la vista de los otros clientes, quedando en un rincón que era poco probable que alguien lo viera y/o escuchara. Despegó el sticker con cuidado, gracias a esto abriendo el sobre y obteniendo la carta finalmente, empezando a leerla en murmullos bajos, casi susurros, quería asegurarse de que nadie oyera nada.


-"Querido Fargan.

Iré directo, me gustas, me gustas demasiado, sé que todo el mundo lo hace de alguna u otra forma, pero lo mío es realmente verdadero, así lo siento yo.

Cada vez que hablamos, coqueteamos, bromeamos, y cada vez que te veo me siento así, siento que los colores se me suben, veo todo con otra cara, brillan mis ojos al pensar en ti, mí corazón da vuelcos inevitables al pensar en ti

Soy consiente de que no me alcanzan las palabras ni el tiempo de todo el mundo para describir lo que siento, tampoco soy mucho de palabras ni de cursilerías absurdas, pero intento hacerlo sólo por esta vez. Para que te quede claro lo que siento por ti.

Soy muy cobarde para decirte quién soy, lo admito. Yo y tu hemos sido amigos desde hace mucho tiempo, no quiero perder eso. Ahora mismo tengo miedo, nervios y mucha ansiedad, pero estoy seguro de que algún día lo sabrás, lo confesaré, tenlo por seguro.

Y si me das una oportunidad contigo al saberlo, prometo que daré lo mejor, prometo que mirarás la vida como yo lo hago, brillarán tus ojos como yo, sentirás que estás completo como yo, sentirás como todo tu mundo tiene un nuevo sol que ilumina todo.

Cuando te enamores de mí, prometo que lo sentirás, hasta entonces deberé permanecer en silencio hasta que descubras quien soy en realidad.

Sí, escondido como una rata, aunque ambos lo somos en realidad, supongo que eso es algo que me gusta de ti.

Hasta pronto, Fargan.

Atte: Tu enamorado secreto, por ahora"

Fargan al leer esto se quedó conmovido y ligeramente en estado de shock. ¿En verdad alguien se sentía así por él? Se preguntaba, apoyando la carta sobre su pecho mientras sonreía con un leve color carmesí adornando sus mejillas, al mismo tiempo tomó la rosa en su mano libre y la sostuvo con cuidado.

Una idea cruzó su mente: Tenía que encontrar a el emisor de la carta, debía encontrarlo y descubrir su identidad.


Al pensar eso, una curiosidad enorme
se metió en su cuerpo a la vez que sentía un leve escalofrío recorrer su columna vertebral por la leve euphoria que sentía.

Ya tenía una idea, y cuando a Fargan se le metía una idea a la cabeza, nadie se la sacaba.

Tomó rápidamente todo lo que había encontrado, lo guardó cuidadosamente en su mochila, dejó la chaqueta a un lado y salió de la boutique con prisa, colgando su mochila de uno de sus hombros. Luego se preocuparía por comprar el bendito saco, pero antes tenía que encontrar al emisor de esa carta, sea como sea, y conocía a la persona perfecta para que lo ayudara con eso.

Alguien iba a recibir una visita inesperada ese día.

Alguien iba a recibir una visita inesperada ese día

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¡Buenas!

¿Qué tal el capítulo de hoy?

Al fin se reveló la carta de Willy, y hablando de esta, presten atención al leerla, varios detalles serán importantes para la investigación que viene.

Sin más de que decir, me voy.

Nos vemos! <33//

1097 palabras

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