Día Sesenta: La Peor Misión ¡Maldita Sea!

6.1K 628 559
                                    

Este capítulo está dedicado a Karen_Castiblanco

¡Muchas gracias por apoyar esta historia!

...

Miré con algo de fastidio mi armario, hay ropa pero nada me queda bien, era como si no tuviera nada.

Además mis camisas fucsia (que eran blancas) pasaron a ser un rosa palo en un intento de Hinata a volverlas a la vida.

Lo que vale es la intención. Sonreí levemente.

Por lo menos puedo cambiar de estilo. La idea me emociona.

Ya que use varios conceptos de Kimetsu no Yaiba (Que me salvaron la vida) quisiera hacer un pequeño homenaje. Además que me gusta el uniforme de cazador demonios. ¿Indirectamente yo cazo a Ōtsutsuki's?

Sin contar que me encanta el Haori de Zenitsu, O sea, amigui. Es amarillo 💛 no me puedo resistir a eso.

Katasuke terminó haciendo las paces conmigo por intentar presionarme a usar sus herramientas ninjas. Al final terminó dándome los zapatos, unas sandías ninja blancas. Eran delgadas de la parte de los dedos y ya a la mitad del calzado era otra cosa manteniendo una leve plataforma para asentar bien todo el peso del pie.

Esto la hacía muy flexibles a comparado de las sandalias ninja tradicionales.
Y no serían de Katasuke si no tuvieran algo de tecnología.

Golpeé dos veces mi pie contra la otra sandalia y del talón salió una pequeña cuchilla. Lo mejor es que tenía capacidad para guardar al menos 4 dosis en cada zapato. Se podría decir que estos zapatos son muchísimo más potentes (Letales) que mi espada. Sin contar que tienen pequeños detalles amarillos que puso Katasuke a mis escondidas ¿Cómo no perdonarlo si hace eso?...¿Me esta seduciendo? Solo le falto que ponga dulces y yo moría... broma we, mi corazón le pertenece a otra persona.

Golpeé otra vez contra el otro zapato y la cuchilla se guardo sin problemas. Las sandalias eran delgadas al inicio para no anular casi por completo mi sentido sísmico y un poco más elevada en la otra mitad del pie para poner todo el sistema de la cuchilla y capacidad para poner líquidos...

Revolvi mi armario buscando una caja. Tenía preparado el cambio de ropa en el momento que azotó la desgracia a mis demás prendas.

...

Me terminé de colocar el cinturón blanco que me permitía llevar la Katana.

Miré mi reflejo buscando algún defecto pero solo lograba enamorarme. No mentira, estaba aceptable. Lo suficiente para salir a la calle.

Me di la vuelta mirando la parte de atrás del uniforme en mi espalda que estaba bordado con hilo blanco "Determinación" la acción de valor u osadía de planteado algo y cumplirlo. Creo hasta este punto me definía.

Tome el haori y me lo coloque. Era mucho mejor de lo que me esperaba. O sea, es amarillo. Lo mejor del mundo.

Ahora lo podía combinar con mis gafas amarillas.
Este es el mejor día. 💛

Dejando mi lado de diseñador, ¿En que arco estamos?...

Opté por colocar mi banda ninja en la frente, tapando el pequeño diamante. Aún no es tiempo que lo viera nadie.

...

- ¡Mitsuki!- saludé con una sonrisa antes de saltar del techo de una casa y caer perfectamente.

- Boruto..- el se me quedó viendo por unos segundos sin decir nada.

- ¿No te gusta? - Pregunté suponiendo que era mi ropa. Se me hizo un nudo en la garganta.

¿SOY BORUTO?Where stories live. Discover now