Liliana Torres es una chica de 21 años, quien tiene dos pasiones en la vida; la enfermería y el fútbol. Su padre pertenece al equipo médico de la Selección Nacional de México, por lo cual ella tiene una buena relación con algunos futbolistas. Sin em...
-Entonces los equipos estarán conformados por cuatro integrantes -informa el profesor José Antonio.
Chris alza la mano y el profesor le cede la palabra.
-¿Usted formará los equipos o nosotros podemos elegir?
-Yo los formé -toma una hoja blanca entre sus manos-. Aquí tengo los equipos.
Todos esperamos que empiece a decir cómo ha formado los equipos.
-Equipo uno, investigará Trastornos de Ansiedad, y está conformado por Marcela, Eric, María Luisa y Laura -dice el profesor-. El equipo dos hablará sobre el trastorno depresivo mayor, y está conformado por Christopher, Liliana, Alicia y... -el profesor se queda callado observando algo en la hoja. Miro con emoción a Chris ya que nos ha tocado juntos en el equipo-...joder, he olvidado ponerles un cuarto integrante...a ver... estará con vosotros Álvaro.
Y entonces, se me borró la sonrisa.
No es que Álvaro me caiga mal, realmente es una persona agradable. El problema es que es un poco incómodo ya que ha dejado muy claro que está interesado en mí. Llevamos un mes en clases y hace pocos días confesó que le gusto.
Yo digo, ¿Para qué? ¿Para qué decirlo si sabe que estoy con Diego? Es sólo simplemente hacer que las cosas se pongan incómodas. Bien puedo ignorarlo, pero es difícil no tener presente el porqué de su tanta amabilidad y atención conmigo. Cada vez que se acerca a mí, parece no perder oportunidad de llamar mi atención y Chris no se atreve a dejarme sola porque sabe lo incómoda que me pongo.
El profesor sigue dando los demás equipos y temas que debemos exponer en unos días y cuando termina, da por concluida la clase. Chris y yo nos levantamos de nuestros lugares, Alicia y su hermano Álvaro se acercan a nosotros.
-¿Qué os parece si empezamos ya con el trabajo?
Miro a Chris y éste asiente.
-Está perfecto -digo.
-¿Os parece si vamos a su casa? Para que avancemos lo más que podamos, porque aquí en la cafetería, en cuanto a las tres terminen todas las clases, la van a cerrar -opina Alicia.
Nuevamente Chris y yo nos miramos. Diego está en la casa de nosotros, para prepararnos el almuerzo. Él se ofreció a hacer la comida hoy para nosotros simplemente como un gesto de amabilidad por nuestro esfuerzo académico. Tan lindo mi novio.
Si Álvaro y Diego están en el mismo lugar, no creo que haya mucha paz. Es decir, mi novio no es de esos celosos tóxicos que armen un show, pero sí estaría dándole miradas discretas y asesinas a Álvaro, al igual que comentarios sarcásticos ya que le conté que mi compañero de clase confesó que le gusto. Diego es muy seguro de si mismo y tiene una enorme confianza en mí, pero eso no quita que le moleste que alguien que es consciente de que tengo novio, se atreviera a confesarme algo así.
-Pues, no sé Lili, ¿Que opinas? -dice Chris.
Sinceramente prefiero que vayamos a mi casa, que ir a la de ellos.
—Pues sí, vamos —acepto.
Caminamos hasta el carro de Álvaro. Chris y yo nos adentramos a los asientos de atrás, Alicia se sienta de copiloto y el que maneja es Álvaro. Le digo la dirección de la casa y nos dirigimos a ella.
Mientras, entro al chat del grupo que tengo con algunos de la selección Olímpica.
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