Capitulo 22: ¿Te gusta lo brillante?

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-¿Acabais de ver a la misma persona que yo? -Dijo Alli con un tono notablemente sorprendido.

-Por desgracia. -Resople. -¿Podemos irnos? -Pedí aburrida y por haber visto a Pene.

Ellas obviamente se negaron, y me obligaron a quedarme con ellas. Media hora después ya estábamos dentro. Estuve bastante parte de la noche bailando con Leslie y Alli, olvidando todo lo que había pasado en mi desastrosa vida. Quizá no había sido tan mala idea.

-Vaya, pero mira quien esta aquí... -Murmuro Pene detrás de mi. Su voz de pito era inconfundible. Estalle en carcajadas por lo irónico del asunto. Pene, voz de pito.

 -También es un placer verte. -Rodé los ojos sarcástica girándome para mirarla.

-¿Que haces aquíi? -Pregunto ella esquivando mi ataque.

-¿No puedo o que? ¿Este local es tuyo? -Pregunte retóricamente mirándola con asco.

Puso la mano en su corazón haciéndose la ofendida, como si eso la hubiera dolido. Y fue entonces cuando vi en su muñeca la pulsera de brillantes de Natalie. ¿Que...? -Emily, no tienes ni idea de cuanto me duele tu desprecio. ¿Que te e echo? -Dijo poniendo cara de buena, pero ella sabia tan bien como que era fingido y que se estaba burlando de mi.

-No me lo puedo creer. -Dije mirando su muñeca y cogiéndola para mirar de cerca la pulsera, sin duda era la que el novio de Natalie la había regalado a ella. -Se la has robado a Natalie. Igual que mi móvil. Dios mio, que bajo estas cayendo.

Ella se soltó bruscamente de mi agarre. -Eh... no. Esta pulsera es mía, me la regalo mi novio. -Dijo dudando mucho en cada palabra.

-Que vas a tener tu novio. Eres una ladrona, una puta y una falsa. No te quiere nadie. -Solté mirándola con odio. -Y lo que has echo es de rastrera.

-¿Y a ti si? Ah no espera, que tu ex novio te ha llamado puta, y te odia. -Dijo burlona haciéndome apretar la mandíbula. Se acero a mi oído y susurro con burla en su voz. -No tienes ni idea de lo bueno que es Alex en la cama, me dijo que le encanto.

Mire a las amigas de Pene a sus lados, las dos estaban con los móviles mirándonos atentas. -Alex es gilipollas, me la suda muchísimo. Nunca me a importado. -Solté mirando a Pene con la mirada dura. Sentía furia en mi interior. -Eres la persona mas rastrera que conozco. Fóllate a Alex, pero no creas que me haces daño. -Era mentira. Claro que me hacia daño. Y ella lo sabia tan bien como yo. Y exactamente por eso lo hacia. -Alex es tan rastrero como tu.

Estaba furiosa con el porque me había besado, me había dicho que yo le importaba y dos días después había desaparecido para después enterarme de que se había estado tirando a una de las tías que mas odio. Y el lo sabe, lo sabe de sobra. Sabe como me jode Pene. Maldito mentiroso, solo me utilizaba. A tíos como el es a los que intento evitar.

-Wow, has soltado toda la mierda eh. -Dijo en una carcajada. -Bien, creo que a Alex no le hará gracia oir todo lo que acabas de decir sobre el. -Frunci el ceño sin entender. -Acabamos de grabar lo que has dicho y se lo hemos enviado a Alex. 

Sentí mi mundo venirse encima. Aunque no tenia razón supongo... el me había utilizado y aunque no era agradable que tuviera que oírme llamarle rastrero y eso solo lo dije porque estaba enfadada. No sabia como se lo tomaría, creo que no seria bien. Nadie se tomaría bien algo así.

-¿Que es lo que quieres? -Pregunte confundida. Sin duda no entendí a ala gente tan rastrera y falsa como Pene.

Ella apretó la mandíbula y me miro fijamente. -Quiero que Alex sea mio. Y haré lo que sea para quitarte de mi camino.

Enamorame, si puedes... © (EDITANDO)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu