S. D. D

Capítulo 36: Con un disfraz de sirvienta

Ya no le importó que estuviera en una nave espacial y se bajó obedientemente la ropa interior, luego le dio la espalda e hizo un mohín, frotando la carne redonda de sus nalgas contra la parte baja de la espalda del hombre, y se llevó la mano a la boca, abriéndola y metiendo los dedos índice y corazón.

La respuesta proactiva de la joven esposo entusiasmó al almirante, pero sus ojos se entrecerraron ligeramente al decir deliberadamente: "¿Tan hábil? ¿Y no es cierto que no te gusta usar esta posición?"

La cara de Cheng Jin estaba sonrojada como una manzana redonda, dando ganas de morderla. Susurró: "Hay un espejo para ver al maridito... ¿no hay lubricante? Es más fácil expandirse de esta manera..."

En realidad, lo que tenía delante no era un espejo, sino un cristal, pero como toda la nave estaba configurada en modo privacidad, no podía ver hacia fuera y el cristal reflejaba las figuras de las dos personas. Cheng Jin le lamió los dedos con su carnosa lengua obedientemente, lamiendo rápidamente ambos dedos hasta mojarlos antes de decir tímidamente: "Bueno, ya es suficiente...".

Pero Lu Tao rió por lo bajo y dijo: "Tengo el lubricante".

Cheng Jin se quedó helado, "¿De dónde... lo has sacado?"

-"Se lo pedí a Li". El nombre completo de Li era Yousi Li, un joven sobrino de Yousi Aoi, de edad similar a la de Lu Tao, demás jugaba mejor con Ai Xue, y se llevaba bien con Lu Tao últimamente. dijo Lu Tao, sacando un tubo de lubricante de su bolsillo, y lo agitó deliberadamente frente a Cheng Jin.

Cheng Jin se sonrojó aún más, e incluso odiaba encontrar un hueco en el suelo, "Tú, tú le pediste esto... ¿no sabría que nosotros, nosotros...".

-"¿Cuál es la conexión? Somos pareja legal". Se burlaron de la petición, pero el almirante no se lo tomó a pecho.

Cheng Jin estaba todavía muy rojo, incluso su aliento estaba un poco caliente, y sus ojos eran tan tímidos que casi goteaban agua. Lu Tao, sin embargo, ya había abierto la tapa del lubricante y exprimió el líquido blanco en la palma de su mano, y luego dijo: "Levántate la falda".

Cheng Jin había estado bajando su falda todo el día, pero ahora, frente a su marido, se había encargado de levantarla, e incluso había levantado un poco más el trasero. Su piel era blanca como la nieve, y entre sus redondas y firmes nalgas, se escondía su rosado agujero , y con las piernas un poco más separadas, podía ver toda la extensión del pequeño agujero.

Ya estaba un poco mojado.

La "nueva mujer" segrega líquido lujurioso en su cavidad genital cuando está en celo, pero no es suficiente para lubricarla y suele necesitar un lubricante para expandirse. Cuando se aplicó la sustancia blanca, el cuerpo de Cheng Jin se estremeció, y como el estremecimiento era tan bonito, Lu Tao no pudo evitar morderle en la carne de las nalgas.

- "Oooh...". El mordisco no fue demasiado fuerte, y un pequeño gemido animal escapó de la garganta de Cheng Jin, que volvió a gritar tímidamente "marido". Lu Tao lo miró fijamente y empujó lentamente su dedo corazón, deslizándolo en el interior caliente y húmedo.

Desde que había perdido la memoria, los dos habían mantenido relaciones sexuales con frecuencia, casi todas las noches, y sólo recientemente Lu Tao había sido arrastrado a alguna competición atlética, por lo que la frecuencia había disminuido, pero Cheng Jin también se había acostumbrado mucho a la invasión del hombre, a diferencia de antes, cuando llevaba siete años casado, pero su agujero se sentía como una virgen inexplorada cada vez que lo usaba.

Los dedos del hombre eran largos y gruesos, y cuando estuvieron completamente dentro, la cintura de Cheng Jin se había vuelto flácida y sólo podía agarrarse a una barra horizontal junto a la escotilla para sostener su cuerpo, dejando escapar un gemido muy fino al hacerlo. Lu Tao, por su parte, dejó varias marcas de besos en sus nalgas, y susurró: "Qué bonito".