S. D. D

Capítulo 35: Competencia Competitiva

Sólo cuando empezaron a hacer los preparativos, Cheng Jin le preguntó a Eureka como una idea tardía: "¿Cuál es el premio de esta competición?".

-"El collar póstumo del Maestro Quan con piedras azules incrustadas, algo llamado caja de mar, creo". Eureka contestó despreocupadamente, claramente aún sofocado por el hecho de no haber participado en esta competición.

-"Ah..." Cheng Jin se congeló, "Como se esperaba de la familia Yousi, es realmente un gran problema".

El scooter planeador era un logro muy avanzado en tecnología, ya que utilizaba la energía cinética del viento y tenía un dispositivo de conversión de energía cinética instalado en su interior, técnicamente hablando, mientras estuviera en marcha, nunca se quedaría sin energía, ya que absorbería el viento mientras avanzaba para convertirlo en energía, haciendo así que el coche estuviera disponible para el uso humano. El invento era muy impresionante, pero debido a la limitación de que sólo una persona podía montar en él y a la dificultad de dominarlo, no arrasó en el mundo, porque al fin y al cabo, los humanos tienen medios de transporte mejores y más cómodos, y la gente no elegiría usar un scooter si no buscara emociones.

Por ello, el scooter ha quedado relegado a la categoría de herramienta de competición.

A la orden, los participantes pusieron en marcha sus scooters y se dirigieron hacia la vasta extensión del océano. La carrera era sencilla, y consistía en seguir un camino establecido desde el punto de partida hasta una pequeña isla situada a 50 kilómetros de distancia, firmar en el mostrador de firmas y volver por donde se había venido, siendo el primero en llegar el ganador.

La carrera se sigue por satélite y los que no participan pueden sentarse en el balcón o en el vestíbulo y verlo desde una enorme pantalla luminosa.

La distancia de ida y vuelta, al ser sólo un centenar de kilómetros, daría normalmente los resultados de la carrera en una hora.

Los que se atrevieron a participar en la carrera eran expertos en derrapar los neumáticos, y después de dos minutos ya no se podía ver a los participantes con los ojos. Eureka se mostró un poco desinteresada cuando vio que se ponían en marcha: "Iré a ver si hay otros juegos".

Cheng Jin, sin embargo, no se movió y dijo: "Ve tú, yo esperaré a que vuelva mi marido".

Eureka estaba a punto de marcharse cuando escuchó al comentarista especialmente contratado gritar: "¡Ha aparecido el primer jugador que ha volcado, ha aparecido el primer jugador que ha volcado! Es Qi Kongkong, el joven maestro de la familia Qi, y qué pena que haya avanzado hasta la marca de los diez kilómetros y se haya caído de costado".

La imagen de la caída de Qi Kongkong también apareció en la pantalla, el timón deslizante parecía suave y hábil, pero cuando cayó lanzó una ola que daba miedo ver. Pero afortunadamente un equipo de rescate pronto sacó a Qi Kongkong. Eureka enarcó una ceja: "Mejor me quedo aquí, no tiene mala pinta".

Conocía bien a su marido, e incluso se había unido a su "club de fans", pero era tan poca la información que podía recabar sobre Lu Tao que sólo sabía que sabía conducir, pero no exactamente lo bien que lo hacía. Apretó las palmas de las manos, con la voz un poco temblorosa: "¿Es realmente tan poderosa la caída? No creo que... pase nada, ¿verdad?"

Eureka no entendió en absoluto su estado de ánimo y dijo: "Casi me rompo la cabeza una vez cuando estaba aprendiendo".

-"Ah..." Cheng Jin entró aún más en pánico por dentro, pero afortunadamente, las pantallas de luz de todos los presentes podían conectarse al vídeo de esta competición, o podían elegir a los jugadores individuales para verlos. Abrió apresuradamente la pantalla de la luz, encontró la cámara exclusiva de Lu Tao, hizo clic en ella y finalmente se sintió aliviado al ver que la figura seguía avanzando con paso firme sobre su scooter. Pero antes de que pudiera terminar de respirar, su corazón se apretó de nuevo.

¡Lu Tao conducía tan rápido!

A juzgar por el velocímetro que tenía a su lado, ¡había alcanzado los 115 mph!

Esta figura hizo que el rostro de Cheng Jin palideciera, y no pudo evitar agarrar a Eureka, "Él, por qué está conduciendo tan rápido... también es demasiado peligroso".

-"Para ganar el primer puesto, ¿qué más se puede hacer?" Eureka tenía una mirada de "Por qué de repente eres un poco estúpido", "No lo ves, mi primo lo está persiguiendo".

Cheng Jin vio la figura que seguía a Lu Tao, pero estaba tan distraído que no pudo distinguir quién era durante un rato, y sólo cuando oyó a Eureka gritar "primo" se dio cuenta de que era Yan Qi. Su corazón estaba desgarrado, sus dientes apretados mientras Lu Tao se hundía con cada ola, no con la ilusión de ver una carrera emocionante, sino sólo con nerviosismo y preocupación.

Los competidores volvían a una velocidad inesperada, tres de ellos se cayeron al parar y cuando se levantaron de nuevo ya no pudieron alcanzar a los de delante, y sólo quedaron tres para llegar al sprint final.

-"¡Se utilizó la velocidad extrema! ¡El almirante Lu Tao, el joven maestro y el teniente general Ai Xue han utilizado su velocidad terminal! ¡Son ciento veinte millas por hora! ¡Ya podemos verlos! ¡Esto es rápido! ¡Ahí están! ¡Ahí están! ¡Han logrado atravesar la meta! Ahora, ¡vamos a ver quién es el ganador! El ganador es... ¡El almirante Lu Tao!"

La apasionada voz del comentarista rodeó todo el banquete por completo, y después de decir el nombre, toda la multitud aclamó.

Cheng Jin se quedó atónito, sus piernas se debilitaron y, si no se hubiera agarrado a la barandilla, casi no habría podido mantenerse en pie.