Capítulo VIII: Mi Honor.

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Melissa POV


¿Me tomarás en serio ahora?- dice separándose de mis labios. Su aliento hace cosquillas sobre mis húmedos labios. 

Asiento embobada. - Ves que tenía razón.- le digo aún atontada por nuestro beso. 

- ¿Sobre qué?- dice en su tono más bajo de lo normal. Dios, Katie McGrath sólo se vuelve más sexy con cada minuto que pasa. 

- No sabiendo cómo reaccionar contigo así, o con lo que sea que te pongas.- digo admitiendo lo indiscutible. 

- ¿Preferirías que no tuviese nada puesto?- dice juguetona. Pero no hay forma en que tomé eso como un juego. Llevo ambas manos a la parte posterior de su cuello y vuelvo a juntar nuestras bocas en un renovado beso. Sabe tan bien. Y la sola idea en mi mente de tenerla sin nada puesto, cómo sugirió, y hace que todo se descontrole un poco. Sus manos se enredan en mi cabello, deshaciendo la coleta que cargaba de la escena. Nos lleva hacia adelante y me dejó ir a ciegas, pronto siento el borde del sofá de mi tráiler y me inclino suave dejándome caer en el, con Katie encima. Oh, se siente tan bien decir eso. Y más sentirla moverse en vaivén sobre mí, aunque con las faldas de nuestros vestuarios, no es mucho lo que podamos hacer. Oh, ésta mujer va a matarme. 

- Melissa, Dios.- Jadea separándose un poco de mí, haciéndome extrañar en sus labios enseguida. - Estaba jugando cuándo mencioné lo de la ropa. No estoy exigiendo nada aquí. No pretendía que tú, que bueno... que - es adorable cómo después de comerme la boca y de estar encima de mí, frotándose tan bien con mi centro, ella se ponga nerviosa intentando explicar lo que definitivamente quiero que pase entre nosotras. - No quiero que te sientas obligada por algo que dije, puedo pararme y dejar esto hasta aquí, estaré bien con eso, estaría mejor si siguiéramos, tú sabes, ha pasado un tiempo y tengo este crush contigo y con Supergirl, y son la misma, lo que sólo hace que se agrande lo que siento por ti, pero puedo dejarlo, si, si puedo.- dice demasiado rápido. 

- Katie, por amor a Dios, respira.- digo sonriéndole, tratando de tranquilizarla. - He querido que esto pasará tanto o más que tú, desde que tuve conciencia de que me gustabas, que fue básicamente desde que nos conocimos, he querido esto, no lo estoy parando, y no quiero que lo hagas. Todo lo contrario.- digo enrollando mis piernas en su espalda, justo antes del inicio su trasero de cuento. 

Katie se sienta conmigo sobre su regazo, y me observa buscando un rastro de duda en el, duda que por supuesto no hay, quiero esto, quiero a Katie, lo que sea que esté pasando con ella, estoy cien por ciento ahí. Sus manos llevan fuera de su cuerpo, su blazer negro de su cuerpo, dejando a la vista su blanca piel, mis ojos la recorren curiosos su torso, ahora cubierto con su blusa roja. Mis manos cobran vida, subiendo por sus piernas, llegando a la tela de su falda, que empiezo a subir de inmediato. Siento sus ojos verdes sobre mi, mientras sigue mis movimientos. No tardó en llegar a su trasero, el cuál no tardó en amasar con manos abiertas, siendo bendecida con un gemido ronco de su parte. Me separo del sillón y voy directo a su cuello, dejando suaves besos en el. Katie suspira en mi oído, lo que me alienta a ir más allá. Pero entonces, me separa bruscamente y estoy pensando en una buena disculpa al verla levantarme de su regazo, cuándo la veo desprenderse rápidamente de su blusa y bajar su falta y patearla lejos de su cuerpo. Mi boca se pone seca, al verla solo en su lencería de encaje. Ella se muerde sus labios, mirándome de arriba a abajo, antes de acercarse a mí, intentó alcanzarla y quedar en igualdad de condiciones, pero me detiene con un movimiento de dedos, que obedezco enseguida.

Katie se acerca a mis labios, y la recibo con gusto. Mi lengua pide permiso para entrar en su boca y por supuesto que me lo da. Mis manos, vuelven a su trasero y la pegó más a mi, siento cómo sus manos suben por mi torso, dejando un rastro caliente en el, hasta que llega a mi delgado blazer, sacándolo de mi, dejo que mis brazos caigan, para ayudarla a sacarlo por completo. La veo lanzarlo a no sé dónde en mi tráiler y sigue con mi blusa. La saca con fuerza de dentro de mí falda y sigue el mismo camino de mi blazer. Se agacha despacio, hasta tocar el suelo y desde ahí, acerca sus manos a mi falda, busca a tientas el cierre en la parte trasera de esta y lo baja, para después tirar hacia abajo. Levanto un poco mi cuerpo, para facilitarle el trabajo. Sus ojos, me observan con lujuria, y no puedo evitar calentarme ante eso. Su boca sube por mi pierna izquierda y jadeo ante la sensación. Lo hace por todo el camino hasta mi centro, evitándolo deliberadamente. Gruño, lo que la hace reír. Hace lo mismo con la derecha y ya me encuentro rendida en el sillón. Dejó de sentir la sensación y subo mi vista, sólo para encontrarla de pie, ante mi. Ella se inclina suave dejando su cuerpo sobre el mío. La calor que emana su cuerpo, hace que la mía se eleve unos grados más. Su boca regresa urgente a la mis, y la sigo como puedo. Mis manos se enredan en su negra cabellera, pegándola más a mi, sí es que es posible. Mis manos apartan el cierre de su sostén y lo quitan enseguida. Lo tiró a no sé dónde, la sensación de sus pechos grandes sobre los míos, envía un pinchazo directo a mi centro. Mis manos siguen la línea marcada de su espalda, hasta llegar a la cinturilla de sus bragas. Doy una nalgada, ganándome un gemido sobre mis labios. Las bajo con fuerza, hasta casi romperlas. Katie encoge sus piernas, facilitándome la tarea de desnudarla. Estoy a punto de estar con Katie, debo ser la mujer más afortunada del planeta. 

SERENDIPIAWhere stories live. Discover now