✉ Mystic Messenger | One shots + 18

Celos y castigos | H. Jumin ♡

ㅡElla ayudará. ㅡJumin levantó la mano con una expresión fría.

ㅡ¿Su esposa? ㅡuno los empresarios me miró sorprendido. Mi corazón se agitó, definitivamente su castigo estaba por comenzar.

ㅡJaeehe, dijiste que la tercer persona encargada de entregar los papeles no pudo asistir, ¿no es así? Dile a mi esposa dónde están los documentos. Ella se encargará de repartirlos y recibir las firmas.

ㅡSí señor Han.

ㅡAsí podrá conocer mejor a los empleados. Terminamos la junta, vuelvan a sus lugares. ㅡJumin se levantó y recogió sus cosas. ㅡCuando termines de entregar todo, regresa a mi oficina. ㅡOrdenó sin mirarme.

Cuando todos salieron de la sala de juntas, ni siquiera pude pararme, el sólo imaginar qué quería hacer me ponía nerviosa.

ㅡSeñorita, ¿discutió de nuevo con el señor Han? ㅡJaehee me miró preocupada.

ㅡSí. ㅡhablé cabizbajaㅡ pero está bien, no hay de qué preocuparse.

ㅡMe temo que no podré invitarla a un evento de Zen de nuevo, me siento tan culpable.

ㅡ¡No! Jaehee, no hay nada de qué preocuparse. Jumin es algo infantil a veces, parece que le cuesta entender que ya no me gusta Zen de ese modo jaja. Sólo soy su fan, debe respetar.

Jaehee me entregó los papeles y mientras recibía los últimos miré hacia la oficina de Jumin, pude ver que estaba en su silla. En ese instante levantó la mirada y sonrió malvado.

Entonces sentí que aquel pequeño juguete comenzaba a vibrar. Mis piernas se aflojaron.

ㅡ¿Está bien? ㅡJaehee me miró raro.

ㅡSí. ㅡAsentí sonrojada.

Continué entregando cada documento y recibiendo las firmas, cada vez que me acercaba a un empleado hombre, Jumin subía la potencia del vibrador y me era más difícil caminar.

ㅡ¿Escucha eso? Debe haber un celular perdido por ahí. ㅡel empleado habló mientras firmaba el papel.

ㅡS-Seguramente. ㅡmis labios estaban tan rojos pues mordía cada vez que un gemido se quería escapar.

Finalmente, después de unos ternos minutos, llegué a la oficina de Jumin;
a penas entré cerró las persianas. Estaba tan silenciosa como era de esperarse, tan fría, y su loción estaba suave en el ambiente.

ㅡCierra la puerta con seguro. ㅡhabló inexpresivoㅡ ni siquiera tocaste, ¿a caso estás buscando más castigos? ㅡhabló rudo.

ㅡN-No, amo. ㅡgemí cayendo al suelo de rodillas. Jumin detuvo el juguete con su control y se levantó de la silla. Extendió su mano y me paré.

ㅡTe dije que trajeras un vestido pero en lugar de ello, trajiste una falda. Me desobedeces cada vez que quieres, ¿qué tan duro quieres que te castigue, ah? Parece que deseas que actúe sin piedad.

Mis mejillas se sonrojaron mientras mi esposo sostenía mi cuerpo contra el suyo. Sus labios se dirigieron a mi cuello y antes de recibir un beso, gemí al sentir su respiración.

ㅡVaya, estás tan sensible. ㅡrió.

ㅡJumin, aquí no. Está lleno de empleados allá afuera.

ㅡ¿Cómo me llamaste? Ahora mismo debes mostrar respeto, estás siendo castigada. Además, ¿qué es eso que dices? Sabes que esta oficina aísla el sonido, así que puedes gemir tanto como tu cuerpo lo pida.

Jumin abrió mi camisa y la tiró al suelo, bajó mi falda y me dejó en medias y ropa interior.

Repegó mi cuerpo contra el suyo y metió suavemente su rodilla entre mis piernas para que pudiese frotarme en ella. Nuevamente encendió el vibrador provocando que me sujetara fuerte de sus brazos y perdiera la concentración. Cerraba mis ojos y apretaba mis labios conteniendo mi placer.