🍠

971 100 55
                                    

Seguía sonriendo como tonto mirando a lo lejos a Rengoku-san, aunque estaba escondido para eso

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Seguía sonriendo como tonto mirando a lo lejos a Rengoku-san, aunque estaba escondido para eso.

Me siento esas típicas omegas adolescentes mojándose por su alfa.

Pero yo soy el alfa que disfruta mirar de lejos a su omega.

¿Su omega?, maldita sea, alfa interior, no cambies las cosas.

Rengoku-san jamás estaría con un alfa como yo, soy menor aparte, sería un poco ilegal...

Pero la tentación está ahí.

Espera, ¿qué?

— ¡Joven Kamado!

Me lleva la que me trajo.

Me asusté tanto que por poco me caí en lodo... Mamá, papá, llevenme al cielo ya.

— ¿Qué necesita?

Intenté actuar lo más natural posible, aunque la que estaba hablando con aquel ardiente pilar me miraba raro.

¿Qué me ve?

Ahora qué estoy oliendo mejor... Es una alfa.

... Grr...

No me gusta, quiero que ella se vaya.

Quiero alejarla, quiero pegarle, ¡agh!

— ¿Está bien?

Mierda, tenía el ceño fruncido.

— No, no pasa nada, solo algo malo que recordé.

Volví a intentar a mi tranquilidad, pero aquella mirada desafiante de esa alfa no me ayudaba.

— Será mejor que vayamos a comer...

Rengoku-san está incómodo, se nota por su olor, suspiré y lo acompañe. No sin por última vez mirar a la alfa, puse una mano en la espalda del pilar y le saqué la lengua a aquella rata inmunda.

Ver su rostro de indignación fue hermoso.

Llegamos los dos a un restaurante de ramen, nos sentamos en la mesa más cercana a la salida y esperamos a que venga el mesero.

Después de veinte minutos pude ver como habían muchos platos vacíos en el lado de Rengoku-san, yo apenas comí dos.

Sin embargo... Era tierno ese gran apetito, que ganas de que se ponga en mi hombro por el sueño de tanto comer.

Aunque es gratis soñar.

Finalmente después de media hora ya se había terminado todo, aunque sigo sin creer todo lo que comió.

— ¡Kamaboko!

Oh, no.

— ¡Inosuke!

Me di la vuelta para ver a mis dos amigos, aunque al volver a ver a Rengoku-san... ¡Ya no estaba!

¿Donde está?, ¿a donde fue?, ¿tan rápido?, ¿habrá sido un delirio mío?

— ¿Y Nezuko-chan?

— Ahora vamos a la finca mariposa y la vez ahí.

¿Tanto se quiere tirar a mi hermana?

No.

No pasará.

Nunca.

Primero muerto.

Y no hablo de mí.

— ¡Vayamos ya!

Grr...

Aunque fue un poco largo el camino pudimos llegar, fue un día duro de trabajo y quería descansar rápido.

Ahí lo volví a ver, estaba hablando con la pilar del amor.

Era una alfa bastante fuerte, se le nota en su olor, aunque era uno engañoso ya que era de mochi.

No me sentía tan... ¿Mal?, por esto, no se compara ni un poco con aquella mujer mugrienta.

Ah... Malditas hormonas.

Rengoku-san, ¿en qué me convirtió?

Rengoku-san, ¿en qué me convirtió?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Después de tanto tiempo tiesa- a

🛐🍠✨

Mi omega, mi fuego... || TanjiroxRengoku / omegaverse ||Where stories live. Discover now