Nos conocimos por pura casualidad.
Tuvimos inicios tranquilos.
Tuvimos razones para ser cazadores de demonios trágicas.
El destino nos unió, y nuestros lazos también.
Pero, ¿cómo el pilar del fuego era un omega?, o mejor dicho... ¿Cómo era su om...
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Al fin me digné de hablar más con Rengoku-san, es muy agradable hablar con él.
Siempre esa risa suya causaba que mi alfa interior de vueltas por la alegría.
Mientras cada segundo que lo miraba su belleza incrementaba, aunque ya fuera un Dios griego.
Si soy sincero... Quiero dar un grito en el cielo por esto.
— ¿Joven Kamado?
Maldición, debo salir de un trance al que no sabía que entré.
— Di-disculpe, estaba pensando en algo...
— Tranquilo, mi chico, te entiendo.
«Mi chico»...
«Mi alfa»...
¡No, no, no!, ¿qué estás pensando, Tanjiro?
¿Deben ser la hormonas?
¿Por qué justo ahora?
¿Por qué a veces me hablo como tercera persona?
Estoy nervioso y su mirada tan brillante directo a mis ojos no me dejan pensar más, solo que mis ahora solo dos neuronas están matándose entre si, porque las demás murieron por ese sol que tengo en frente.
— Gracias, Rengoku-san.
Estaba riendo nervioso, no debo... Creo.
¿Qué estará pensando de mí ahora?
Solo espero que no sea nada mal interpretado.
Aunque gracias a que él era tan extrovertido pudimos seguir hablando, aunque yo me quedaba más callado de costumbre, me encantaba escucharlo.
Sus «yomoya» eran mi elixir.
Ayuda, ¿qué me pasa?
— Dime, joven Kamado, ¿por qué tus manos se mueven tanto?
Mis manos me van a exponer algún día.
— Tengo frío en esa parte, nada más...
— ¿Probaste con la respiración?
Enseñame a respirar de nuevo, porque tú me quitaste el aire.
— No, pero eso haré.
Le sonreí para que no preocupe, pero al mirarlo él miraba hacia otro lado, se le notaba una sonrisa nerviosa.
No entiendo que pasa, pero me gusta mucho está vista.
Aunque después de eso fuimos a un restaurante...
Me siento en una primera cita, aunque él no sepa que será mi futu...
¡No, no pienses en eso, no seas idiota!
Creo que el amor está en mí, o al menos eso me dijo Shinobu-san después de ver que mis feromonas eran más atrayentes, eso indicaba que está cortejando a un omega.
¿Cómo puede que mi olor, que era pimienta, hacerse más atrayente?
¿No sería un poco más incómodo?
¿O quizás era por el aroma de Rengoku-san?
Vaya, muchas preguntas y cero respuestas.
Si Shinobu-san se entera quien es me mata con su veneno...
Aunque ella sea la única omega demostraba muchas habilidades en el combate.
Aunque... Rengoku es el único omega siendo hombre, este era superior a Shinobu-san.
Y el que me diga lo contrario lo retaré a un duelo.
... Vaya, sueno como un alfa protegiendo a su omega...
Me gusta esto la verdad.
Era también tierno cuando comía, aunque no paraba de decir «umai», me es muy lindo.
Aunque come mucho, no me importa sinceramente, con razón mantiene ese cuerpo que se carga.
... No pienses en eso... No piensen en eso...
Malditas hormonas.
— Tienes que obtener energía para seguir entrenando mañana, joven Kamado.
Volví a entrar en un trance mirándolo.
No me arrepiento.
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