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El sol brillaba con fuerza, y hacía un chocante calor en el campo; desde la mañana que Goku se encontraba trabajando en las cosechas, y el sol estaba en lo más alto, indicando el mediodía.

Soltó un suspiró cuando por fin se detuvo, con el pañuelo en su cuello secó el sudor de su frente, y sonrió al reconocer un ki familiar acercarse. Volteó a punto de exclamar un saludo, pero su mirada y sentir extrañados se le adelantaron.

¿Vegeta? —Musitó su nombre.

Empezó a buscarlo con la mirada sin encontrar nada, suspiró otra vez, arqueando sus cejas en señal de preocupación propia.

—¿Estaré teniendo problemas para percibir el ki?

Seguía buscando esperanzado de que no fuera así.

¡Plaff!

Soltó un jadeo de sorpresa y se sonrojó, al sentir que alguien le había dado una bofetada a su trasero. Se dio la vuelta cubriendo su retaguardia con ambas manos.

—¡Eso no fue gracioso! —Regañó al nitrógeno, pues no notaba nadie cerca.

Volvió a soltar un jadeo, casi gemido, al percibir en su piel, algo o alguien presionando y acariciando sus pectorales.

Bajó su mirada a ese lugar, viendo como la tela de su ropa se arrugaba, movía y marcaba; dejando huella de que alguien lo tocaba, sin poder verlo. Con sus manos buscó superponerse al ser latente que lo manoseaba, pudo sentirlo un poco, mas, se distrajo ruborizado cuando algo empezó a frotarse entre sus glúteos.

B-basta, esto, es raro.

Cerró los ojos por un momento, y al abrirlos estaba en el suelo, con las piernas separadas y levantandas, tratando de mirar a otro lado porque el Sol le daba en la cara.

Su respiración se agitó y sus labios liberaban suspiros suaves, sobre todo cuando ese ser invisible levantó su camisa negra.

—¡Ahh~!

Gimió y echó su cabeza para atrás, sintiendo como sus rosados pezones eran ensalivados y pellizcados por la nada misma.

Ouch.

Esta vez sintió un pequeño mordisco en su botón rosa, no le dolió pero lo tomó por sorpresa, como todo lo que ocurría. Continuó gimiendo y suspirando, ahora sentía caricias por su torso y cintura. Goku tembló cuando, una parte del tacto se direccionó a su pelvis, y cuando la otra parte apretaba su muslo interno.

Se agitó un poco más viendo el movimiento de la tela en su entrepierna, esa parte de su pantalón se arrugaba. Volvió a gemir ronco por la presión y masaje que atacaba a su ahora erección, justo al momento de tener el primer espasmo dejó de sentir aquello por varios segundos.

Con su antebrazo cubrió sus ojos, jadeando y creyendo que ya se había acabado. Pero se alteró al escuchar el ruido de la evilla de su cinturón ser abierta, seguido de ver como quitaban el mismo, y de como su pantalón empezaba a ser bajado junto con sus bóxers.

Goku bottom [One-shots] Where stories live. Discover now