-Oh, estaría devastado-, estuvo de acuerdo. Snape puso los ojos en blanco, dándose la vuelta.

-Vete, mocoso. Ven a verme a la hora de comer el día 23, y te traeré tu gillyweed. Cuanto más fresca esté, más potente será-.

-¡Gracias, profesor!- Al salir de la clase, se aseguró de poner una expresión apropiadamente deprimida mientras pasaba por delante de la multitud de segundos años que esperaban el comienzo de la clase. En cuanto pasó junto a ellos, su expresión se transformó en un ceño fruncido de preocupación, y sus manos se pusieron a sacar el mapa de su mochila. Eran... noticias preocupantes. Al menos ahora tenían algo que buscar.

Harry ya se estaba acostumbrando a que uno o los dos gemelos Weasley lo sacaran de la sala común

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Harry ya se estaba acostumbrando a que uno o los dos gemelos Weasley lo sacaran de la sala común. No opuso resistencia y dejó que lo arrastraran hasta su dormitorio. -¿Qué estás planeando ahora?-, preguntó con suspicacia. Le enviaron idénticas sonrisas inocentes, que no engañaron a Harry ni por un segundo.

-¡Nada inapropiado!- insistió Fred.

-Sólo estábamos hablando de ti-, dijo George conversando.

-Como hacemos a menudo-.

-Y nos dimos cuenta de que estamos depositando mucha confianza en ese novio tuyo-.

-Sabemos que dices que está bien, pero a veces eres un poco tonto-.

-No te ofendas-.

-Así que estábamos pensando, como los únicos dos de tus hermanos que saben la verdad-.

-Deberíamos conocerlo, como es debido, para asegurarnos de que es un tipo decente como dices que es-.

Harry no se sintió desconcertado por la alternancia de frases, pero sus palabras le hicieron parpadear. -Has conocido a Draco-, dijo, perplejo. -Muchas veces. Jugué al quidditch contra él. ¿Recuerdas?-.

Ambos gemelos pusieron los ojos en blanco. -Hemos conocido a Malfoy-, aclaró George.

-Príncipe de Slytherin y pringado de sangre pura-, añadió Fred de forma servicial.

-No hemos conocido a Draco. No a tu Draco, al menos-.

-Y pensamos que podrías embrujarnos si aceptábamos ese encuentro-.

-Así que decidimos preguntarte si podrías organizar algo-. George parecía esperanzado, apoyado en el poste de la cama. -Es obvio que estás enfadados con él. Sé que has dicho que Sirius y Lupin lo han conocido, así que obviamente no es terrible ya que lo aprueban, pero...-

-Es de la familia-, terminó Fred, con un tono sorprendentemente serio. -Y si es todo lo que dices que es, entonces diablos, podría terminar siendo familia también, algún día-. Harry se sonrojó furiosamente: eso era adelantarse mucho, Merlín, ¡sólo tenían catorce años!.

-Entonces, ¿podemos conocer a tu novio?-, terminaron al unísono.

Hubo un pequeño y divertido calor que se acurrucó en el pecho de Harry. Los gemelos querían conocer a Draco, verlo como Harry lo veía, conocerlo de verdad. Incluso Neville no había dicho nada más sobre Draco desde el Baile de Yule. -¿Prometes que serás amable con él?-, preguntó con cautela. George le sonrió, por una vez sin picardía ni dramatismo.

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