13-Conejitos y tortura

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Se podría decir fue una de las noches más larga de mi vida —mis dos vidas de hecho—, estaba tan cansada de estar de pie, las zapatillas me hicieron doler los pies y el vestido estaba comenzando a asfixiarme. Ya iba a ser más de media noche, y todavía la gente continuaba bailando de lo más normal. ¿Cuándo se pensaban ir?, ¿no tenían familia ni nada mejor que hacer?

Dejé de maldecir a la gente internamente cuando la vi llegar. A decir verdad, se había tardado.

Observé como una mujer pelinegra con vestido extravagante venía caminando en mi dirección. La multitud le abrió paso y se fijó solo en ella.

—¡Por Rya!, es lady Forest.

—¿Qué hace ella aquí?

—¡Es tan hermosa!

Cosas como esas no dejaron de resonar en el lugar hasta que ella se detuvo frente a mí. Trea Forest; personaje secundario puesto para interponerse en la relación entre los protagonistas, aunque todos sus planes fallaron dejándola en vergüenza, era algo así como la villana que nadie tomaba en serio.

Por años estuvo enamorada de del duque y al no ser correspondida, cayó en tal desesperación que lo único que se le ocurrió fue liar al rey. Actualmente, era la favorita de su harén y dentro de unos meses podría llegar a convertirse en reina, bueno, eso era lo que se insinuaba en el libro, no alcancé a leer más porque no había continuación.

Conociéndola, se acercará a mí e intentará intimidarme y dejarme en vergüenza. Esperé con ansias su aparición, le hacía falta un poco de drama a mi vida.

—¡¿Qué ven mis ojos?! —Trea se acercó a mí fingiendo entusiasmo, atrayendo la atención de todos.

—Haga el favor de apreciarlo, no lo verá con frecuencia —Sonreí con desdén.

—Lady Fletcher, es un placer conocerla al fin.

—Me gustaría poder decir lo mismo.

—Esto es lo que pasa cuando dejan que cualquiera se una a las reuniones de la alta sociedad —Sonrió altiva—. Ahora los plebeyos van donde se les venga en gana.

—¿Se refiere a mí?

—¡Oh!, claro que no querida, no todo se trata de ti —Algunas personas comenzaron a reír—. Supe que se está quedando en casa del duque, ¿necesita él más criadas? —Las risas exasperantes de los nobles aumentaron.

—¿Por qué la pregunta?, de casualidad... ¿Le interesa el puesto? —Me llevé una mano a la boca fingiendo sorpresa— Pensándolo bien, creo que en la mansión estamos cortos de personal.

—Los plebeyos de hoy en día tienen mucha confianza como para dirigirse de esa manera a alguien afiliado a la realeza, ¿qué pensaría el rey si la escuchara?

—Nuestro rey es bondadoso, tranquila, no debe angustiarse —Su semblante cambió repentinamente—. Aunque el duque no lo es tanto, dudo que tome represalias contra usted —La gente que estaba como espectadora comenzó a murmurar cosas.

—¿Qué insinúa? —rechinó los dientes—, ¿trata de decir que soy yo quien ha cometido la falta?

—Es más inteligente de lo que creía.

—¡Retráctate!

—Si no le molesta, le pediré que se retire, ya he tenido suficiente por hoy.

—No he recibido la invitación a nombre suyo, por lo tanto, no me iré. No es usted el anfitrión.

—No seré el anfitrión, pero pronto seremos uno mismo.

—¿A qué se refiere?

—¿No lo sabes?, has sido invitada a este baile en el cual se anunció oficialmente mi compromiso con el duque Lancaster. Esto es lo que sucede cuando se llega tarde a un evento.

Vivir por siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora