꒰୨ O16 ୧꒱

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Soobin estaba muy muy feliz

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Soobin estaba muy muy feliz. En la —no tan— pequeña fiesta que organizó su papi omega para celebrar que cumplía once años, estaban todos sus amigos de la escuela, sus abuelitos, sus tíos, sus primos y, por supuesto, sus papis.

— ¡Beomgyu! — gritó Soobin cuando su primo casi metía su dedito al pastel decorado de Spiderman.

— ¿Qué? A ti casi ni te gusta el pastel, Bin. — el pequeño de mejillas rellenitas terminó de enterrar su dedo en el pan y enseguida se lo llevó a la boca, riéndose al ver la mueca molesta de su primo.

— ¡Oye! ¡Voy a decirle a mi tío!

— Ya, paren. — Lia se cruzó de brazos harta de estar escuchando las quejas de Soobin.

— Pero... ¿No viste? ¡Casi se come el pastel entero, no es justo, es mí pastel! — el niño pelinegro de once años apuntó a su primo. — Y además tú no nos puedes regañar, Lia. Tienes nueve.

Soobin sonrió pensando que había ganado la pelea.

— Tú tampoco puedes decir nada, Bin. Ni siquiera te has presentado. — La pelinegra le sacó la lengua. El hijo de los Jeon frunció el ceño triste. Casi todos sus amigos, además de sus dos primitos, ya se habían presentado. Beomgyu era un tierno alfa y Lia una omega algo arisca, pero adorable.

— ¡Me presentaré pronto, tonta! — Soobin estaba evitando llorar, se alejó de ahí para ir directamente a con sus papis, dejando solos a Lia y al pequeño alfa.

— Ay, ya se acabó. — Beomgyu miró a Lia y esta abrió sus ojitos en grande.

— ¡Tío Taehyung nos va a regañar! — el niño seguía lamiendo tranquilamente sus rechonchos deditos despreocupado.

— Oigan, niños, Soobin me dijo que ustedes lo estaban... — la voz del omega embarazado los alertó.

— ¡Ahhhhhhh! ¡Tío Taehyung! — ambos cachorros se miraron entre sí y sin más salieron corriendo. Taehyung casi se desmaya al ver cómo el pastel que con tanto esmero había preparado para su bebé ya no estaba y en su lugar no había más que migajas y el letrerito que decía "Feliz cumpleaños, Soobin."

— ¡JiMin! ¡NamJoon!

Eran alrededor de las nueve de la noche

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Eran alrededor de las nueve de la noche. La pequeña familia Jeon veía una película en la sala de su acogedor hogar. Jungkook acariciaba el abultado vientre de siete meses de embarazo de Taehyung y éste estaba recostado en su pecho. Del otro lado, su primogénito estaba pegado a su cuello, olisqueando todo lo que podía, casi con desesperación.

— Papi... — Soobin habló en medio de la película.

— ¿Sí, cariño? — respondió Taehyung a punto de quedarse dormido.

— Me duele mi pancita. — Jungkook se enderezó en el sofá, alerta.

— ¿Te duele, bebé? ¿Mucho o poquito? — preguntó el alfa.

— Mhm... ¡Mucho, papá! Me duele mucho. — el pelinegro se llevó la manito al abdomen, acercándose más al cuello de su padre alfa.

Jungkook y Taehyung se miraron, creándose una idea de lo que le pasaba a su hijo. Desde hacía semanas que Soobin se había vuelto más cercano a Jungkook, queriendo estar siempre con él y olfateándolo. Cuando lloraba sólo el alfa podía calmarlo dejando que enterrara su naricita en su cuello.

— Iré por un té, Kookie. — el omega con esfuerzo se puso de pie, su abultado vientre ahora le limitaba el movimiento.

— ¿Estarás bien? Ya es tarde. — Jungkook acarició el azabache cabello de su bebé de once años, cumplidos hace poco.

— Claro que sí, sólo iré a la farmacia, no pasa de que tú frijolito me patée el hígado. — se puso su abrigo y pantuflas. — Tú cuida a mi Soobin, me llevaré la camioneta.

El alfa asintió abrazando al cachorro que ahora estaba sudando. Taehyung salió de la casa y entonces Jungkook comenzó a preocuparse un poquito más.

— M-me duele... — Soobin lloriqueó en el cuello de su padre.

— Lo sé, bebé, ven. — lo sostuvo entre sus cálidos brazos manteniéndolo en todo momento pegado a su cuello. Caminó a la habitación del pequeño en silencio. — Soobin, quiero contarte algo.

Se sentó en la cama y recostó al niño en la misma, cubriéndolo después con su mantita de dinosaurios verdes y amarillos. El azabache asintió con ojitos brillantes, lo que hizo sonreír a Jungkook. Después de todos esos años el cachorro seguía siendo su vivo retrato.

— Mira, esté dolor en tu pancita que sientes significa algo, vas a presentarte. Me refiero a que vas a definirte como alfa u omega. — con extremo cariño acarició la gordita mejilla de Soobin.

— ¿E-en se-rio? — el pequeño sonrió leve. — ¡Quiero ser un alfa como tú, papito!

De pronto un tenue pero dulce aroma a chicle y fresas reemplazó al tranquilizante olor a leche materna y talco. Jungkook abrió sus ojos los más que pudo, estos llenándose de lágrimas cuando cayó en cuenta de que su bebé ahora era un omega.

— ¡Pero si eres un bonito omega, cariño! — lo atrajo en sus brazos con amor, lágrimas de felicidad resbalando por sus mejillas.

— ¿Qué? ¿Un omega? ¡Yo quería ser alfa! — Soobin hizo un puchero decepcionado.

— Ser omega no tiene nada de malo, papi Taehyung es omega, y es muy cool, ¿No? — el omega recién presentado asintió resignándose a su jerarquía.

— Espero que mi hermanita sea una alfa, para que me cuide y yo pueda olfatearla cuando me duela la pancita.

— Serás el omega favorito de nuestra Chaeryeong, hijo, ya lo verás. — Jungkook limpió sus lágrimas de padre primerizo y dejó un sonoro beso en la mejilla de su cachorro.

— ¡Ya llegué! ¡Ya llegué! ¡No te apresures, mi amor, papi está aquí para ti! — Taehyung entró a la habitación tan rápido como su pesado vientre se lo permitió con una taza de té humeante. El dulce aroma lo golpeó al instante y también sus rasgados ojitos se aguaron.

— Nuestro Soobin ya es un niño grande, TaeTae, se presentó como omega. — el rubio dejó caer la taza emocionado y corrió hasta los amores de su vida.

— ¡Mi bebé! Mi bebé es un omega, como su papi favorito. Te amo, te amo, te amo. — y en ese preciso momento la pequeñita Chaeryeong también se unió a la alegría, moviéndose en la pancita de su padre.

— Oh, esta nena está moviéndose. — los tres llevaron sus respectivas manos al vientre del omega mayor, sintiéndose rebosantes de amor y felicidad, aunque Soobin aún un poquito adolorido.

autor(a) original: olliev_me© 2021

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© 2021

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