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Capítulo con música
Fox sailor - Forest of the ancients

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Él, que parece un sol

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Él, que parece un sol.

El azul día fue teñido de púrpura y naranja pasteles, una visión genial del crepúsculo en la cima de las montañas de Gãrimsh en época de calor. Pero no demasiado embelesador para ciertos desinteresados, entre ellos, un príncipe.

Katsuki corría por las calles de la plaza, era el camino más rápido hacia una pequeña tienda de regalos marinos que retocaban con magia y pintura metálica. Empujó a algún que otro habitante que regresaba a ver con reclamo, pero que suspiraba agotado al ver que era su príncipe ruidoso, suponiendo así que andaba haciendo travesuras. Cosa no cierta. No tanto.

La encargada del lugar, una anciana encantadora que conservaba el lugar con su familia, le entregó algo ideal a las peticiones del pequeño que miraba cada artilugio y chuchería con desaprobación. Buscando en base a sus palabras "De un color que me recuerde al mar y el cielo, que brille bajo la luz lunar y que sea pequeño para ocultarlo" y sonriendo con ternura.

─ Déjalo, es un regalo para tan apuesto niño ─ sin recibir el dinero y casi echando a Katsuki gritó agradecido y corría de regreso, otra vez con un empujón a algún otro, con sus puños apretados escondiendo una concha marina de colores azulados brillantes que tenía incrustado una delgada cadena plateada.

Existía una tradición en Gãrimsh, cada vez que una persona conocía a otra debía llevar un regalo de su reino natal. Más bien era con los gobernantes, pero la gente le encantaba seguir esta costumbre. De todas formas, intentaba sacar información y lo menos que podía hacer era dar algo a cambio. Parecía una tarde provechosa, agradeciendo que su madre no regresaba, el único detalle es que, en la plaza, cerca de una fuente, estaban dos niños esperándolo sin saber que no pretendía ir con ellos.

─ ¡Bakugo siempre tan varonil!¡Viniste!¡Vamos, vamos! ─ por inercia Katsuki ocultó entre sus bolsillos el regalo para Deku y fue forzado a ir a quien sabe dónde.

─ ¡¿De qué demonios estás hablando, Kirishima?! ─ nadie le respondió.

─ Pensé que enserio no vendrías, le dije a Eijiro que nos marcháramos porque eres un amargado, pero se negó ─ Denki habló está vez, refiriéndose a que sí planeaba dejarlo.

Y ahí estaba, siendo arrastrado como trapo por la entrada norte al bosque y que conecta con el mar, observando esa punta de colores entre las copas de los árboles. Sabía del lugar, sabía que había dentro y sabía de la posible novedosa criatura del circo era él. No quería entrar.

"¿Son valiosos?" era su misma pregunta y ahora la respuesta de su padre atormentó su corazón.

─ ¡Basta! ─ se ganó la atención de sus dos compañeros ─ La bruja debe estar por llegar, además ¿No creen que se molestaría si me encuentra allí? ─ y no quiso voltear cuando les dio la espalda. No lo haría. Y no podía.

Beso De Sirena |KatsuDeku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora