Suguro Geto (2)

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Sobre la mesa había un hombre hermoso, con su cabello negro largo suelto, su cuerpo tonificado y duro, con una expresión fría, más sin embargo, su mirada guardaba un calor de molestia y contención. Cuando los afilados ojos la miraron tan atentamente, sintió como su cuerpo brincaba en un escalofrío. Expectante, admiro a Geto como quien admira a la más magnífica escultura.

-No me dijiste... -Geto se deslizó sutilmente más cerca de ella, hablando suavemente.

-No quería molestarte. -T/N sintió como su respiración se cortaba cuando Geto se encontraba más cerca a su lugar, apoyado en sus brazos se deslizaba levemente como una bestia indómita.

-¿Aceptaste su favor mientras yo no estaba? -T/N negó rápidamente, bajo la mirada avergonzada y se sumergió en otros pensamientos que no fuesen lujuriosos.

-Claro que no lo hice... Pero preferí no contarte, últimamente estamos tan ocupados, ya con que me ayudes es suficiente. -Geto le miró sin verdaderamente creer del todo. Rápidamente se bajó de la mesa y deslizó la silla en la que t/n estaba sentada para que saliera. Una vez se había levantado, Geto la tomó del brazo cuidadosamente y la llevo por los pasillos de la biblioteca hasta la parte más profunda. Geto apenas y estaba cubierto con una bata blanca con la que solía aparecer de vez en cuando.

-¿Geto? -T/N abrió la boca cuando noto como la biblioteca se sumergía en oscuridad.

Geto no se inmuto, camino un poco más hasta pasar por una de las estanterías y finalmente la colocó ante el. No podía ver mucho realmente, pero no era necesario, Geto, se acercó hasta que ella chocó contra la estantería firme y con su caliente mano empezó a acariciar su mejilla derecha.

-No me gusta esto... -Musito apagado, deslizando su pulgar en círculos por el pómulo femenino. -Eso de que ese humano te trate y hablé como si fueras nada. -T/N sintió su respiración caliente y profundo en su oreja izquierda. -No quiero reclamarte como algo... Pero quiero que sepas que se siente realmente pasarlo bien ¿Podrías permitirme hacerlo? -Con el corazón a mil y con su cabeza enmarañada, solo quería ser tomada en sus manos.

-Por supuesto que sí... Oh dios... -Geto empezó a darle besos suave en su cuello, mientras con sus manos iba quitando los listones de la cinturilla.

Poco a poco bajo sus delicados besos por mentón y después por su cuello, hasta que sus suaves labios tocaron sus clavículas. T/N se retorció por la suavidad de sus caricias, se deleitaba con cada toque de Geto, cada beso era como tocar el paraíso y revolcarse en las nubes. Mientras era desnudada tranquilamente por unas manos expertas, T/N sonrió finalmente la frialdad del lugar, que fue rápidamente cubierto por el calor que emanaba del Dios frente a ella.

Geto deslizó su mano derecha por su abdomen hasta finalmente llegar a su centro, en donde su dedo palpó el botón indicado y empezó a masajear circularmente, la humedad a causa de sus caricias le ayudaba bastante. Mientras buscaba con su boca su pecho derecho y envolvía el pezón con su lengua. T/N sintió una caliente suavidad succionando su pezón con delicadeza y los dedos de Geto explotando su flor. T/N que no podía evitar soltar suspiros y gemidos bajos, sentía como su cuerpo se llenaba de una satisfacción indescriptible. Geto se alejó de su pezón húmedo y lo soplo juguetonamente causando un escalofrío en el cuerpo femenino, quién se contrajo al sentir el cambio de temperatura.

Geto rápidamente la abrazo, envolviéndola firmemente en sus brazos, t/n quedó entre su formado pecho, intentaba asimilar el abrazo, sin embargo Geto había posicionado su mano ágilmente para penetrarla con sus dos dedos. El inesperado movimiento causo que formase un arco con su espalda, gimiendo sonoramente contra el pecho de Geto. Intentando deslizar sus brazos por el cuello ajeno para ganar estabilidad, mientras era moldeada por dentro por los habilidosos dedos de Geto, este empezó a amasar su trasero con su mano libre, para finalmente escupir en sus dedos y sin antelación meter dos dedos den su trasero.

𝔼𝕣𝕠𝕥𝕚𝕔 ℙ𝕝𝕒𝕔𝕖Kde žijí příběhy. Začni objevovat