1.

15.3K 498 6
                                    

Flashback.

Oigo los pasos de  mi padre venir con calma hacia mi habitación, con un acompañante. Y se que me va a tocar vivir otra vez el ritual de todos los meses.
Estoy debajo de la cama, intentando dejar de llorar, porque joder, tengo ganas de escaparme, de correr y no volver, pero el miedo no me deja ni moverme.

-Te lo aseguro, es la niña mas bonita que vas a ver jamás.-le oigo asegurarle al señor que acaba de entrar por la puerta.-¡Paula!-me grita enfadado.-¡Sal de debajo de la cama!

Le hago caso empezando a temblar, me da miedo, me da un miedo de cojones mi propio padre. No os podéis ni imaginar la de veces que me ha pegado, que me ha maltratado, que ha jugado con mi cuerpo, joder, le tengo muchísimo miedo.

-Hola.-susurro quedando delante de él.

-Guau.-dice el señor algo canoso con una sonrisa.-Es preciosa.-me mira de arriba a bajo, sacando un montón de billetes para dárselos a mi padre.

Hijo de puta.

-Bueno, Paula, ya sabes lo que tienes que hacer, ayuda a este señor a que se sienta genial, tienes que dejar que haga lo que quiera contigo.-me dice como siempre, advirtiéndome con la mirada.-¿Vale?

-Si,padre.-susurro mirando al suelo viéndolo marcharse.

Puedo ver como al señor se le iluminan los ojos cuando me quito la camiseta desganada, joder, no quiero hacerlo, solo tengo trece años.
Me miro al pequeño espejo mientras derramó miles de lágrimas. Mi larga melena rubia me roza las caderas y mis ojos azules están más claros que nunca. Echo de menos verme sonreír, ver ese brillo que los caracterizaba cuando era pequeña.
Pero joder, ¿qué esperáis?
Llevo así desde los once años, torturada día sí día también. No se lo que es vivir, no se lo que es ser una niña normal.
No sé nada.

Noto como me agarra de las caderas y suspiro.

-Eres un milagro, nena.

[...]

Cuando el viejo señor esta dormido, me levanto sigilosamente de la cama y me miro al gran espejo desnuda.

Mi delgada figura llena de moratones, unas manos marcadas en mis nalgas, miles de lagrimas deslizándose por mis mejillas. Lo normal cuando has sido violada.
Me visto rápidamente y miro por la ventana, ya es de noche.
La abro decidida sabiendo perfectamente que voy a hacer y me escurro por ella hasta la calle.
Ya es hora de poder vivir tranquila, sin miedo.
Comienzo a correr,  sin saber dónde ir porque a pesar de que vivo aquí, hace años que no salgo de casa. Miro hacia atrás al sentir un ruido y cuando vuelvo a girarme choco con alguien, haciéndonos caer a ambos al suelo.

-Ay, lo siento.-me disculpo quitándome las lagrimas mientras me levanto.-Lo siento.

-Oye, ¿estás bien?.-me pregunta el chico, y lo miro emocionada, es el primero que se preocupa por mí en mucho tiempo.
Mueve la cabeza para peinarse su morena melena con un suave movimiento y clava sus ojos azules en mi.

-¿Que te pasa?.-vuelve a insistir y me quito las lágrimas rápidamente.-¿No tienes donde ir?

-No.-susurro nerviosa.-Tengo miedo.

-Oh.-musita.-Pues ven, puedes quedarte en mi casa.-me sonríe el chico dándome la mano.-Por cierto, soy Álvaro, ¿y tu?

-Paula.-lo miro fijamente.-Gracias.

[...]

-Será carbón.-habla Álvaro sonando enfadado, mientras le explico a sus padres mi situación.

No sé ni porque lo hago, pero me trasmiten una confianza increíble.

-Tranquila, pequeña.-me abraza su encantadora madre.-A partir de ahora, puedes quedarte con nosotros.-me sonríe.

-No hace falta, en serio, me las puedo apañar sola.- les digo, quitándome la manta que me cubre el cuerpo, levantándome dispuesta a irme.

-Si hace falta, cariño, estás débil, necesitas descansar y dejar de luchar.-me sonríe y trago saliva.

-No quiero molestar.

-No molestas, de verdad.-susurra mi nuevo amigo, sonriendo.

Soy el capitán, de este barco roto.{EDITANDO}Where stories live. Discover now