Capitulo 18

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Ha pasado una semana desde que me dieron de alta, Pilar se fue donde su abuela y no pude acompañarla al aeropuerto por qué el doctor me dijo que tenía que estar en reposo absoluto por lo de la sangre y eso.

Lo único bueno de eso es que Magnus y Logan han estado conmigo todo este tiempo, Magnus siempre viene temprano en la mañana y se va en la noche, hemos estado tanto tiempo juntos que me ha hecho un cuadro genial de mi, según el no es para tanto pero para mí es todo un artista, me ha tocado la guitarra y también hemos cantado una que otra canción, Logan por su parte se mantiene jugando en su celular y haciendo chistes malos pero le agradezco que siempre venga, eso significa mucho para mí.

Bueno, el otro día vinieron los amigos de Magnus y rompieron el jarrón favorito de mamá por lo que se fueron antes de que ella apareciera, nos la pasamos bien en el tiempo que duraron, Ami me maquillo, hablé un rato con Ben y Void de sus chicas, nos reimos un poco con las ocurrencias de Jeremy Y Robin,  este no era muy hablador que digamos pero pasábamos una que otra palabra.

Bueno ahora me encuentro acostada en mi cama hablando con Nick, que muy gentilmente me vino a visitar.

— Te digo que Ariana grande es mejor que Dualipa.

— Lo que tú digas gran estrella de la música pop — suelto con sarcasmo.

— Puede que no sea una estrella pero no soy ignorante como tú
— este me saca la lengua como un niño chiquito.

— Está bien, va esta, ¿Cuál es mejor Billie Eilish o Selena Gómez?

— Obvio que Billie.

— Al menos puedo decir que te conozco porque es humillante para mi escuchar decir que Ariana es mejor que Dualipa.

— Yo creo todo lo contrario.

El rodó los ojos y yo le saque la lengua, a lo que el respondió con un almohadazo, le puse la cara de asombro más falsa del mundo y el comenzó a reír, aproveché que estaba estallando en carcajadas y le di un almohadazo a él también, seguimos así por unos tres minutos y luego decidimos parar por qué me cansaba muy rápido.

— Está bien, cuéntame ¿Cómo sigue tu tía? — cambio de tema para que no se aburra rápido ya que no podía hacer gran cosa.

— El otro día se peleó con otra loca en el manicomio y no salió muy bien — dice con una mueca triste.

— ¿Pero que le paso?

— La otra loca le pegó con una silla en la cabeza, dudo que se salve de esta.

— No digas eso, seguro que en unos días se pondrá bien, tu solo debes mantenerte positivo — lo ánimo para que no esté cabizbajo.

— Gracias Addi — dice y me despeina el cabello.

— Bueno, ¿y tú relación con tu primo es buena?

— Más o menos, Se va a casar el mes que entra con una brasileña.

— Eso es genial.

— Si, lo que no es genial es qué el se vaya y que yo me quedé solo en ese lugar — este hace una mueca y se rasca el brazo.

— Sabes que aquí hay espacio y puedes durar el tiempo que quieras.

— No Addi, no quiero incomodar, además tengo que acostumbrarme a estar solo.

— No digas eso, y sabes que no es molestia. Al menos dime qué lo pensarás ¿si?

— Está bien, lo pensaré.

— Juralo por el dedito — le hago un ademán con el meñique y este emboza una pequeña sonrisa.

— Addison ya no tenemos siete  años — rueda los ojos.

— Por favor, si, anda di que si
— hice un puchero como una niña chiquita y le puse los ojos de gatito, este se rindió ante mi acto infantil y finalmente cedió.

— Está bien.

Entrelazamos nuestros meñiques y yo le sonreí ampliamente, el se limito a rodar los ojos y a negar con la cabeza.

— Oye ya me tengo que ir — dice mirando la hora en su móvil.

— ¿Ya te vas, tan pronto?

— Addison, tengo más de cuatro horas aquí.

— Es que siento que aquí no pasan las horas, en serio.

— Eso se llama estar encerrado
— sonríe mientras me toca la punta de la nariz.

— Que mala suerte — me quejo poniéndome de pie.

Lo acompañe a la salida y se despidió de mi con un beso en la frente.

                         ****

Ya me había duchado y acostado cómodamente en mi cama. Era imposible no dormir con este clima, Estaba lloviendo a cántaros.

No sé si era parte de mi imaginación pero escuché un toque en mi ventana. Me di la vuelta en la cama estrujando mis ojos, cuando los abro bien me doy cuenta que el ruido en la ventana es Magnus, este chico está loco. ¿como se le ocurre venir a las una de la madrugada lloviendo?

Me puse de pie y me acerque a la ventana para que pasara, en cuanto entro cerré la ventana para que no se colara el agua.

— ¿Estás loco, que haces aquí lloviendo a esta hora?
— pregunte alterada.

— Ya no me gusta estar solo en casa — dice restándole importancia.

— Pero si salir lloviendo a media noche con el riesgo de caerte de una segunda planta — le reclamo cruzándome de brazos.

— Cálmate, no me iba a caer.

— Se me olvidaba que eras el hijo del hombre araña — rei irónica.

— Jaja muy graciosa — Dijo sarcástico y rodando los ojos
— Lo digo por qué tienes una escalera de Emergencias.

— ¿Tengo una escalera de Emergencias? — pregunto sin poder creerlo, ¿llevo toda mi vida viviendo aquí y no sabía que tenía una escalera de emergencias?

— Olvídalo, vamos — este me toma del brazo en dirección a la ventana.

— ¿A dónde vamos? — pregunto en alerta.

— No se, a dar una vuelta por ahí — se encoge de hombros.

— Estás loco si piensas que voy a salir a esta hora con este clima.

— Un poco de agua no te hará daño, además tienes casi dos  semanas encerrada aquí.

— ¿Y si Mamá o Papá se dan cuenta? — la posibilidad es muy grande ya que se han vuelto un estrés desde que descubrieron mi enfermedad.

— No pasa nada, yo me responsabilizó de todo
— dice para calmarme.

— No lo sé — dudo un poco.

— Anda vamos — me vuelve a animar.

No me puedo creer que me haya convencido de hacer está locura, si mamá o papá se dan cuenta estoy muerta, el agua estaba un poco fría pero por suerte tenía mi abrigo o si no estaría igual o peor que Magnus. El estaba empapado completamente, el cabello le caía en la frente y se le formaban pequeñas gotitas de agua en las pestañas.

— Ahora sí, dime a dónde vamos — pregunte poniéndome el cinturon.

— A un lugar que se que te gustará.

— Espero que sea así, no me escapé por nada — le advierto.

Prendí la radio para matar el tiempo en el camino. En ese momento sonó "After hours" de the weeknd

— ¿Porque esa canción? — pregunta al ver que deje esa emisora.

— Es relajante... — contesto sumergiéndome en pensamientos.

Era relajante salir de casa y ver esas gotitas de agua bajando por el cristal, escuchar esa canción era mucha tranquilidad para mis oídos, mire a magnus que tarareaba la canción y conducía despacio. Era bonito estar así, si descartamos que me escape de madrugada con mi novio a no sé dónde. Nunca pensé que podría hacer esto con nadie. Con nadie que no sea el.

Hasta que no respire©Where stories live. Discover now