Capítulo 4.

826 48 1
                                    

Mis ojos se abrieron poco a poco tratando de acostumbrarse a la poca luz que se lograba distinguir entre la penumbra de aquella habitación, la cabeza me estaba comenzando a doler hasta que caí en cuenta de lo que había pasado hace apenas unas ¿Hor...

اوووه! هذه الصورة لا تتبع إرشادات المحتوى الخاصة بنا. لمتابعة النشر، يرجى إزالتها أو تحميل صورة أخرى.

Mis ojos se abrieron poco a poco tratando de acostumbrarse a la poca luz que se lograba distinguir entre la penumbra de aquella habitación, la cabeza me estaba comenzando a doler hasta que caí en cuenta de lo que había pasado hace apenas unas ¿Horas? ¿Minutos? No lo sé con certeza, pero de algo si estaba segura.

Había sido secuestrada.

Traté de levantarme del lugar en donde me encontraba pero me di cuenta que mis manos estaban atadas con unas esposas en una especie de barrotes metálicos, la posición en la que me encontraba digamos que no era la más cómoda de todas. Sólo imagínense, estar acostada en una cama —para nada cómoda— con las manos por sobre tu cabeza atadas al respaldo con unas incómodas esposas, lo sé, totalmente incómodo.

Traté de forcejear un poco para tratar de liberarme pero fue totalmente inútil ya que lo único que logré fue lastimar mis muñecas, una mueca de dolor se formó en mi rostro ante aquél acto así que lo dejé antes de lograr que mis muñecas sangraran. Giré mi cabeza para tratar de encontrar algo que pudiera ayudarme pero lo único que había era la fea cama en la que me encontraba atada, un suelo de madera ya gastada mientras que en una de las esquinas de la oscura habitación estaba un inodoro y un lavamanos.

Así que me di por vencida mientras soltaba un bufido.

Esto es frustrante, pensé.

El recuerdo de que Matthew estaba conmigo y que había quedado casi inconsciente a un lado de la calle vino a mi mente.

¿Qué había pasado con él? ¿Lo habían ayudado? La angustia me comenzó a invadir de pies a cabeza en cuestión de segundos, necesitaba salir de aquí ahora, necesitaba saber que le había pasado a Matthew. Sin importarme el daño que me hiciera forceje nuevamente tratando de liberarme, golpee las esposas sujetas a mis manos contra los barrotes metálicos del respaldo de la cama causando un estrepitoso ruido que estaba comenzando a aturdirme.

Unas fuertes pisadas hicieron frenar mi acto, traté de regular mi respiración y mantenerme en calma ya que no sabía si la persona que se estaba acercando era alguien que me iba a rescatar de este encierro o era la misma persona que me había secuestrado y que ahora venía a matarme; eran muchas las posibilidades, sin embargo, solo una seria la correcta y para descubrirlo tenía que esperar a que aquella puerta fuera abierta.

Con un lento movimiento la puerta comenzó a abrirse dejando que la luz se colara un poco en la habitación, mis ojos estaban fijos en la puerta ya que estaba decidida en averiguar quién era la persona que venía. Una silueta asomó la mitad de su cuerpo y gracias a la luz que lograba iluminarlo un poco pude reconocer que era el mismo sujeto que me había raptado.

Genial, ya vino a matarme, pensé.

Lo seguí con la mirada hasta que llegó justo a un lado de mí y se puso en cuclillas para quedar a la altura de mi rostro.

—Hasta que despiertas, mi amor —habló con una sonrisa en su rostro, después, miró mis muñecas que de seguro ya se encontraban rojas y algo lastimadas—. ¿Qué es lo que tratas de hacer cariño? —preguntó con una sonrisa escalofriante.

31 Días [COMPLETADA ✔]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن