ᴠɪsᴘᴇʀᴀ ᴅᴇ ᴀɴ̃ᴏ ɴᴜᴇᴠᴏ ᴘ.2

3K 379 159
                                    

—Bueno... quedamos solo nosotros dos.— hablé entrelazando la mano de Chifuyu con la mía mientras miraba al frente. Volví a sentir como Chifuyu se tensaba ante mi tacto y se enrojecía.— ¿He hecho algo mal?— pregunté curiosa por como había estado actuando desde que entró por la puerta de casa de Mikey. El giró su rostro para mirarme con el ceño fruncido.

—¿Porque piensas eso...?— dijo confundido.

—Porque llevas comportándote raro desde que te vi por la mañana.— el se puso rojo de nuevo, ¿que demonios le pasaba?

—No has hecho nada mal.— habló volviendo a mirar hacia otro lado.— Al contrario.— yo fruncí el ceño confundida y cuando iba a preguntar Chifuyu me interrumpió.—Mira, algodón de azúcar, ¿quieres?— sabía que estaba cambiando de tema pero lo deje estar.

—¡Si!— hablé sonriendo como podía, me frustraba no saber que demonios le pasaba a ese chico.

—Ahora vuelvo.— soltó mi mano y se dirigió al puesto de algodón de azúcar. Yo lo vi comprar uno grande y acercarse con el en mano.— Aquí tienes.— me lo tendió y lo tomé en mi mano izquierda con una sonrisa.

Caminamos el uno al lado del otro en silencio hasta llegar a las escaleras del templo donde se encontraban todos los demás. Cuando llegamos frente a ellos los encontramos un tanto alterados. Draken y Mikey estaban sentados, a Mikey se le había soltado el peinado y Draken se lo estaba volviendo a hacer. Emma se encontraba a un lado de Draken riéndose de Mikey. Mitsuya y Hakkai se encontraban conversando a un lado de las escaleras y Baji y Smiley peleando a un lado de ellos. Angry trataba de calmarlos como podía y los demás simplemente los ignoraron. Nada más ver la escena, Chifuyu corrió hacia Baji y Smiley y yo lo seguí por detrás.

Al parecer, Smiley había tirado zumo de arándanos en el kimono de color claro de Baji y si el iba así a su casa su madre le regañaría así que se enfadó.

—Baji, cálmate porfavor.— decía Chifuyu interponiéndose entre el y Smiley. Yo me estaba muriendo de risa internamente pero me reprimí porque no quería salir con un ojo morado.

—Vuelve a sonreír y te quedas sin dientes.— le habló Baji al pelirrojo. Chifuyu suspiró.

—No le vas a sacar los dientes a nadie, déjale eso a los dentistas.— como nadie le hizo caso, después de un rato intentando calmar las cosas, caminó de nuevo hacia mi mientras suspiraba.— ¿Y si nos vamos?— preguntó señalando detrás suyo donde se había armado el lío.

—Está bien.— contesté.

Comenzamos a caminar en dirección contraria de nuevo, al girarme para empezar a caminar pude ver la sonrisa pícara que Emma me estaba dando y solo atiné a sonrojarme levemente. Seguimos caminando y no hablé hasta que se dejaron de escuchar los gritos de Baji.

—¿A dónde vamos, Fuyu?— pregunté entrelazando mis manos mientras caminaba a un lado de Chifuyu pasando frente a los puestos del lugar.

—A donde quieras, ya hemos visitado el templo así que podemos dar una vuelta por los alrededores... si quieres.— respondió mirando hacia el frente.

—Se me ocurre un lugar...
*
*
—Wow.— exclamó Chifuyu al ver las vistas desde lo alto del precipicio.

—Si, wow.— hablé mientras me apoyaba en el árbol de al lado del rubio. Yo miraba su perfil atentamente, se veía muy lindo mirando las vistas del lugar.

—¿Como conoces este lugar?— preguntó él girando la cabeza para mirarme. Yo aparté la mirada fingiendo que no lo había estado observando mientras me ruborizaba.

||readers; chifuyu matsunoWhere stories live. Discover now