OSCURO DESEO (+18)

CAPITULO 13

Mis ojos se cerraban de sueño, estaba recostada en la cama esperando a que ellos se durmieran, pero seguía escuchando pasos afuera de mi habitación.

Escuche que se abrió la puerta, cerré los ojos rápidamente, escuche los pasos de alguien en mi habitación.

Lo sentía muy cerca de mi, unas caricias en mi cabeza me hicieron ponerme nerviosa, sentí un beso en mi cabeza.

— Descanza Amelia —. Escuche la voz del otro chico

Sentí como se alejo de mi, caminando por mi habitación.

Escuche que cerro la puerta, entre abrí los ojos y me di cuenta de que ya se había ido.

Me quede algunos segundos escuchando todo aquello qué sé moviera.

Me levante lentamente de la cama al no escuchar nada, me quede parada en la puerta, pegue mi oreja en ella.

Seguía sin escuchar nada, mire mis pies, camine sentándome en la esquina de la cama.

(...)

Llevaba una hora sentada, sin escuchar ni un solo ruido.

Me levante acercándome a mi maleta, tomé un pans, una sudadera y mis tenis.

Con delicadeza me puse mi ropa, tomé los tenis entre mis manos, dirigiendolos a mis pies.

Trague saliva nerviosa, los amarre con fuerza a mis pies.

Camine con lentitud a la puerta, tome la manija entre mis manos, sentí como el frio invadió mis dedos.

La gire, me sorprendi al darme cuenta de que abrió la puerta a la primera.

Saque mi cabeza inspeccionando todo a mi alrededor, mire aun lado de mi.

La habitación de Damián estaba cerrada.

Saque por completo mi cuerpo de mi habitación.

Me di la vuelta cerrando la puerta con delicadeza de no hacer ruido.

Mire el pasillo, respire profundamente mirando las escaleras.

Camine a ellas con lentitud, las fui bajando una a una con sumo cuidado de no hacer ruido.

Me detuve de golpe al ver la televisión encendida, trague saliva nerviosa, volví a caminar.

Me acerque a la sala, el oji verde dormía en el sillón.

Mordi mis labios nerviosa, camine de nuevo a la puerta.

Mi mundo se vino a abajo al darme cuenta de que no abría.

Me pase las manos por mi rostro frustrada, me acerque al sillón, mire al chico dormido.

Quite la sabana qué cubria su cuerpo, me sorprendí al verlo sin camisa.

Una piel blanca como la nieve, mire sus pantalones, pero frunci el ceño confundida al no ver las llaves.

Lo tape de nuevo, me aleje de el sin apartar la mirada.

Subí las escaleras mirando la puerta de Damián.

Me acerque a ella, tome la manija entre mis manos, la abrí con delicadeza, mire su interior.