OSCURO DESEO (+18)

CAPITULO 7

— ¡Suéltame! —. Grite al sentir sus manos en mis pechos

— Ten paciencia Amelia —. Me miró, subiendo encima de mi, sentí como rozo su erección con mi vagina

Sus manos estaban aun lado de mi cuerpo.

— ¿Vas a violarme si no acepto? —. Pregunté temerosa

— Claro que no, soy un ladrón más no un violador —. Dejo caer suavemente un poco de su abdomen sobre el mío

— Solo jugaré contigo, con tu cuerpo —. Sus dedos delinearon mis labios

— Solo usaré el erotismo y la estimulación —. Acaricio mi rostro

— ¡No me vuelvas a tocar! —. Moví bruscamente mi rostro

— Ay muñeca —. Suspiro

Su rostro se acercó al mío peligrosamente, sentí como su aliento choco bruscamente con mis labios.

Sonrío y se alejo de mi rostro, fue esparciendo pequeños besos húmedos por todos mis pechos y cuello.

Paro al llegar a mi vagina, abrí los ojos como golpe al sentir como movía mis bragas.

— ¡No me toques! —. Grite alterada

— Shhh —. Hizo una seña con sus dedos en sus labios, sonrío y enterró su cabeza en mi vagina

Sentí que el aire me faltó al sentir su lengua en mi clítoris.

— ¡No, no, no me toques! —. Cerré los ojos tratando de olvidar todo esto

Sus dientes rozaron con mi clítoris y eso me hizo temblar, abrió un poco más mis piernas, mordió con fuerza mis muslos.

— ¡Ahhh! —. De mi boca salió un quejido de dolor, su boca volvió a atacar a mi vagina, su lengua se movía rápidamente.

Lamía y succionaba, su lengua rozo con mi entrada, abrí los ojos de golpe, mordí mis labios tratando de callar mis gemidos.

Levantó la cabeza, lo mire tenía una mirada llena de deseo y satisfacción, una sonrisa de lujuria y un aura de maldad.

Abrió más mis piernas, se levantó rozando su erección con mi entrada, la floto aún mas, torturando a mi vagina, estimulando a mi clítoris.

— ¿Lo sientes? ¿Sientes lo duro que me pones? —. Su voz era ronca y excitada

Sus pulgares viajaron a mi clítoris, pellizcandolo y torturandolo.

— ¡Ahhh! —. No pude más y gemí alto

Una sonrisa se dibujo en su rostro al escucharme gemir, sentí como el calor inundaba mis mejillas.

Mis manos estaban hechas puños, tratando de no caer en sus oscuros deseos.

Sus dedos entraron de una estocada dentro de mi sexo.

— ¡Ahhh! —. Gemí al sentir como se movía dentro de mi

— Gime más para mí Amelia —. Hablo enterrando más sus dedos, mi boca estába abierta, mi corazón latía desbocado.

Mi pulso era acelerado, sus dedos no dejaban de moverse.

Recargue mi cabeza en la almohada mirando al techo, sintiendo un mundo de sensaciones.

Sentí como un poder se apoderó de mi cuerpo, dominandome a su merced.

— ¡Ahhhhh! —. Arqué mi espalda llegando al orgasmo

Mi respiración era agitada, levanté levemente mi cabeza, lo mire y con astucia sacó sus dedos de mi sexo.

Miró mis fluidos y sin pensarlo dos veces metió sus dedos a su boca, lamiéndolos y disfrutando del sabor.

— Hoy acabas de caer en mis oscuros juegos del deseo —. Su voz era excitada

— Esto no va a volver a suceder —. Recargue de nuevo mi cabeza en la almohada

Mire el techo, pensando en sus palabras, sintiendome la mujer más idiota del mundo.