❝Ni-ki y Sunoo se consideran mejores amigos hace un tiempo. Pero su amistad se ve irrumpida por los sentimientos de Ni-ki y su lejanía.❞
─Sunoo te amo más de lo que debería.─
➤ Puede que me arrepiente a mitad de historia
➤ SUNO...
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El castaño, retiro por completo las últimas gotas de agua en su rostro. Alejándose por completo del cuarto de baño, pero aún con la presencia del azabache detrás de él.
─Dios, Jungwon. Sabes te aprecio lo suficiente, pero realmente ni siquiera hemos hablado abiertamente de nuestras sexualidades, incluso solo ha demostrado sentirse atraído por chicas y es algo que sabes. ─ Y aunque Jungwon estaba claro de ello, en parte, tenía razón, Sunoo hasta ese momento solo había hecho referencias al sexo contrario.─ La otra semana, menciono a alguien que se le hacía sumamente atractiva, recalco atractiva. ─ Pero también sabía, que eso no dictaminaba las cosas.
━Yah, simplemente te hieres solo. Además, gustar de alguien y que te parezca atractivo, no es lo mismo.━
Y Ni-ki no es que nunca hubiese intentado decirlo, porque claro que trato, pero eran amigos y no quería arruinar lo que tenían, además Sunoo creció en un ambiente muy cerrado. Tal vez sí se hería solo, pero el miedo al rechazo y reacción que podía provocar, era mucho más resistente y no quería arriesgar algo tan valioso como su amistad.
─¿Va a venir?─
─No creo que falte a un día tan especial como hoy.─ Sí, los tres chico eran amigos y esperaban ya al tercero hace unas horas, aunque no les sorprendía sí llegaba tarde o que quizá ni siquiera se apareciera, los padres de Sunoo tenían cambios repentinos en sus decisiones.
Sin previo aviso, la madre de Ni-ki se apareció por el salón para despedirse. Aunque era algo tarde, la mujer era enfermera y tenía turnos nocturnos, por lo que en las noches estaba solo. Debido a esto, y posiblemente mucho más, la comunicación entre ellos no era la deseable, pero tampoco se quejaba, estaba acostumbrado a ese tipo de rutinas.
─Volveré por la mañana. ─ Afirmo, mientras besaba una de las mejillas de su hijo y desde la puerta entregándoles una última mirada al par.
Los dos chicos estaban sentados en el sofá, perdidos en sus pensamientos sin soltar palabras o siquiera suspiros. En ello, algo altero el lugar, luego de un rato el sonido del timbre se esparció hasta sus oídos.
Ni-ki, tomo el valor suficiente para levantarse y caminar hasta la puerta, pero antes de abrirla miro al otro chico.
─¿No vas abrir?─ Menciono, el más chico. ─Por favor.─
─Tú ya estas allá, además eres el anfitrión. ─ Y aunque quería que la tierra se abriera y se lo tragase, con una de sus manos giro la manilla encontrándose detrás de la puerta con los ojos más marrones claro.
Muchas veces pensó en lo que era el amor, el sentimiento de querer a alguien y aunque se consideraba muy joven para saberlo, en el momento en que el otro cuerpo se abalanzo a él, sabía que todo lo que sentía por dentro era diferente y tal vez especial. Una tonta sonrisa y la manera tan extasiante en que Sunoo abrazaba su cuerpo.
