[1]

1.3K 96 15
                                    

Tamako Kota, estudiante de la preparatoria Inarizaki, una hoja de vida tan sucia como el jardín de la escuela. Esperaba a que terminara el castigo junto a Suzume, la chica con la que había peleado antes, estando en un silencio infernal. Ya el castigo estaba por terminar pero para las dos chicas parecía infinito, estar encerradas juntas y sin ningún panorama era algo que ninguna disfrutaba.

El director tenía la mirada al frente con un ceño fruncido, cansado de tener a Kota ahí de nuevo y a Suzume en una misma habitación.

—¿Y bien? —preguntó el hombre.

Suzume lo miró desafiante y subió los pies sobre la mesa.

—¿Y bien qué?

Kota rodó los ojos.

—Cerebro de ave —murmuró la castaña chica y recibió un gruñido de Suzume, como si estuviera a punto de morderla, silbó fingiendo inocencia.

—¿Qué dijiste, perra?

—¡Sin insultos! —le gritó el director a Suzume y Kota le sacó la lengua con burla. El hombre suspiró cansado —Solo discúlpense, ¿quieren?

—¿Por qué debería? Ella me golpeó —Kota señaló a la contraria con una mueca y se cruzó de brazos, recostándose sobre la silla.

—¿Huh? ¡Tú metiste tu nariz de perra en donde no pertenece!

—¿Qué no tienes otro insulto en tu vocabulario que no sea "perra"? —cuestionó con voz calmada, claramente molestando a Suzume. La chica saltó de su escritorio con rabia y pateó el de Kota, la castaña señaló su mesón con molestia y formuló una mueca.

—¡Ya basta! ¡Las dos! ¡Harán una disculpa escrita para mañana y me la mandarán a mi oficina a primera hora! —ordenó golpeando la mesa, esperando así que le dieran el respeto que merecía pero ninguna de las chicas saltó de susto, Suzume y Kota alzaron la ceja al mismo tiempo y el director carraspeó —Ya... ¡¿Ya entendieron?!

—Pff —Kota bufó mirando hacia otro lado con los brazos cruzados.

—No le daré ninguna disculpa a esta... —Kota miró a Suzume con burla esperando un insulto que no fuera perra. La matona gruñó —¡A esta extra!

—Te costó, ¿eh?

Suzume rechinó los dientes.

—Si no lo hacen llamaré a sus padres para que vengan a la escuela —amenazó el director y Suzume se tensó.

Kota se levantó tomando su mochila y lo colgó de un solo hombro dando un largo suspiro, se encaminó hasta la puerta de salida y antes de irse miró a director.

—Mañana a primera hora estará su disculpa —le dijo con cansancio y el director asintió "autoritario" —Nos vemos mañana, cerebro de ave.

—¡Oye!

Kota cerró la puerta justo antes de que le gritaran otro insulto y caminó hasta la salida de la preparatoria dando un largo suspiro. Nevaba, bueno siempre nevaba en su pueblo. Vivía en las montañas así que era un lugar reducido. Se abrigó bien con su chaqueta, colocándose el gorro para cubrir sus orejas, tendría que trabajar ahora y ya iba bien tarde, ir a casa por algo más abrigado no era opción.

Notó como la puerta principal estaba cerrada y bajó la cabeza rendida, ir con el portero a que le abriera le quitaría mucho tiempo. Estiró su espalda y un poco sus muñecas y corrió hasta la reja que rodeaba a la preparatoria como ya le era costumbre, con una habilidad dada por la práctica saltó la reja y aterrizó al otro lado con una sonrisa orgullosa.

—Je...

—¡Tamako-san! —gritó una voz femenina a su lado y Kota chilló cayendo al suelo del susto, como si fuera un gato y la miró con una mano en el pecho.

Smile For Me [Suna Rintaro]Where stories live. Discover now