𝐌 𝐎 𝐍 𝐒 𝐓 𝐄 𝐑 𝐇 𝐈 𝐆 𝐇 | ❝ ¿Qué consecuencia puede traer la aparición de un normie en el mundo de los monstruos? ¿Y si la escuela a la que asistirá resulta ser un sitio donde la cantidad de humanos es tan reducida para que se cuente con l...
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ᴅᴏᴄᴇ
Jadeo tras jadeo, sonrojo tras sonrojo, gotas de sudor bajando por sus frentes.
________________ trataba de recuperar el aire bajo Toralei, quien estaba en la misma situación, más observaba fijamente la expresión que el menor portaba.
Trataba de recordar como habían acabado en esa vergonzosa posición.
Ah sí, el normie lo persiguió hasta el patio de la escuela, entonces él tropezó y bueno, ahí estaban.
Uno acorralando al otro contra el pasto, teniendo a un árbol como único testigo; probablemente sus raíces eran las culpables del tropiezo. De no ser por la cantidad excesiva de hojas, y lo grande que era el árbol, estarían más que muertos de calor.
Toralei agradecía que nadie los observaba, no soportaría la humillante burla que le harían por ser incapaz de apartarse del normie.
El chico seguía riendo ligeramente, algo cansado por la carrera que dio. Hace mucho no había sentido la adrenalina de una persecución en carne y hueso.
Volvió a jadear, la taquicardia lo hacía perder el aliento.
── A - Ay, que chistoso eres ──dijo entre risas, recordando nuevamente como todo había acontecido.
El de pelaje atigrado sintió que su corazón daba un poderoso latido, que había tensado todo su cuerpo. Sus pupilas se dilataron, memorizando las pequeñas y casi imperceptibles lágrimas que yacían atrapadas en sus pestañas inferiores, las cuales, tras parpadear, se deslizaron para desaparecer de su vista, para probablemente caer en una de las hojas del pasto.
El cuerpo del menor estaba algo pálido, quizá era por haber dado una buena carrera, pero no perdía el color rojo en sus pómulos, lo que indicaba su esfuerzo en alcanzar a alguien tan rápido como él.
Algo sudoroso y soltando jadeos vaporosos, llevó su antebrazo por encima de su frente, contemplando también los ojos de un precioso color verde que lo miraban tan dulcemente.
El chico sonrió, y estiró ambas manos hasta rodear el cuello de Toralei, dándole una sonrisa perversa.
── ¿ Q - Qué hace-
── Pudiste haberte levantado hace varios minutos, pero preferiste quedarte quieto mirando mi rostro, ¿ te gusto o qué ? ──Susurró cerca de su oído, generando que el otro se levantara sin mucha dificultad.
