¡ 30 !

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Minhyuk nunca había corrido como lo hacía en ese momento, agradeció mentalmente que las clases de atletismo y defensa personal dieran resultado, sino, seguiría debajo de su cama como un cobarde hasta que todo pasara. Pero esa etapa de él, había concluido. Ya no era el temeroso Minhyuk, no, ahora enfrentaría a su padre.

— ¿Tienes la llave?. — preguntó Jooheon siguiendo su paso. El peliblanco asintió. — ¿Estás seguro?. Me niego a esperar afuera, Minhyuk.

— Jooheon, ésta es mi pelea con Donsung, no la tuya. — soltó deteniéndose para tomar aire. — Lo último que deseo es que te haga daño. Jimin está allá dentro... y necesita mi ayuda.

— Pero...

— Tranquilo, estuve preparándome para este momento... por fin ha llegado. — comenzó a correr nuevamente. — Mi miedo se ha ido, Jooheon. Ya no existe el antiguo Minhyuk.

Mientras tanto, Namjoon conducía el automóvil de su padre acompañado por Yoongi, quien miraba su celular con un GPS.

— ¿Estás seguro que es por aquí?.

— Créeme, sé donde es. Agh ¡Maldito tráfico!. — bajó la ventanilla del auto antes de sacar su cabeza junto a su dedo corazón. — ¡LA VIDA DE MI MEJOR AMIGO ESTÁ EN JUEGO!. ¡AVANCEN, ESTÚPIDOS!. — bufó. — Namjoon, vé llamando a la policía. La probabilidad de que lleguemos a tiempo es mínima. — el nombrado asintió antes de tomar su celular en sus manos y marcar aquel número.

* * *

Jungkook había despertado. Sentía un terrible e insoportable dolor en su frente.

¿Había ganado la pelea con su padre?, al parecer no.

No reconocía el lugar en donde estaba, la lámpara a su lado emitía poca luz, trató de moverse pero fue inútil. Estaba atado a una silla, tanto sus manos como sus pies.

La puerta del sótano se abrió lentamente, dejando ver la sombra de su madre, al parecer traía un par de tijeras.

— Jungkook, debes irte. — manifestó con un hilo de voz. Jungkook se tensó. Su madre comenzó a cortar las sogas rápidamente antes de tomarlo de los brazos. — Jimin... ha venido. Y tu padre...

El pelinegro no la dejó terminar, pues subió las escaleras lo más rápido que su cuerpo le permitió. No le importaba el insoportable dolor, solo le importaba Jimin.

Al entrar en la sala vio la peor escena de todas, Jisub agarraba el cuello de Jimin, queriendo ahorcarlo con sus propias manos mientras los otros hombres lo pateaban a pesar de escuchar sus gritos de dolor.

— ¡SUÉLTALO!. — Jungkook corrió hacia Jisub para abalanzarse sobre él, provocando que soltara al castaño y éste tosiera mientras recuperaba el aire perdido. — ¡LO VUELVES A TOCAR Y ESTARÁS MUERTO!. — amenazó golpeando el rostro del mayor con todas sus fuerzas, por alguna razón, la impotencia que sentía le había hecho olvidarse del dolor en su cuerpo.

Jisub miró a sus compañeros, éstos entendieron el mensaje antes de agarrar a Jungkook por ambos brazos para separarlo de su jefe.

— V-Venga hijo mío, no puedes estar enamorado de este debilucho. — señaló con una mueca de desagrado al castaño que se levantaba con dificultad del suelo. — ¿Quieres que haga lo mismo que hice con tus amigos maricones?. ¡¿Es lo que quieres?!.

— Desgraciado... — murmuró con intenciones de matarlo a golpes, sin embargo, lo sostenían con fuerza. — ¡NI SE TE OCURRA TOCARLO, MALDITO!.

— Eso es una invitación para mí, Jungkook... — agarró de los cabellos al menor, quien gimió de dolor al no poder soltarse o defenderse por su aparente debilidad. — No lo dejen escapar, ¿de acuerdo?. — les ordenó a sus amigos, quienes asintieron de inmediato. — Park, te divertirás conmigo, lo prometo.

Trato Hecho | kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora