Fruncí el ceño. Mi preocupación empezó a crecer cuando escuché que eran $3,500 dólares. ¡¿Pero qué eran esas bebidas?! Cerré mis puños en la tela de mi vestido, con rabia y más preocupación.

¿Él dudaba de mi potencial? ¿De lo que yo era capaz de hacer? Yo podía hacer más de lo que estaba dispuesta a cargar en mis hombros, aguantando todo. Si él creía que yo no era lo suficiente para hacerlo, iba a renunciar a mi posible trabajo como barlady en su club, porque no quería que mis jefes dudaran de mis habilidades. Yo no había sido entrenada por un imbécil, fui entrenada por un profesional. Y, sobre todo, no iba a pagar mis deudas con mi cuerpo, no le vería ni un puto ápice de esfuerzo. Incluso me daba asco y vergüenza pensarlo.

Tanto que podía hacer, tanto talento, ¿y dejarlo a un lado para usar mi cuerpo? Sonaba fácil, mucho a mi parecer, incluso tentador, pero ésa no era mi manera. No veía lo difícil en eso.

Aunque... Sabía que meterse con Valentino era una locura, pero...

«Megy, he oído cosas sobre él, ten cuidado.» Las palabras que Husk me había dicho hace unos días atrás habían azotado mi mente en ese momento.

Salí de mis pensamientos cuando oí a Valentino.

—Amo esa mirada salvaje que tienes.

Dirigí mi mirada hacia él.

—Mira que te estoy ofreciendo algo que facilitará tu pequeña deuda.

Inhalé profundamente e iba a hablar, pero Val siguió hablando:

—Sin embargo, te diré algo: conozco a muuuchas personas como tú —juntó otra vez su cigarrillo en sus labios y soltó el humo. Entonces se puso de pie, mostrando su gran altura y se alejó un poco. Yo lo seguí con la mirada— que siempre consiguen todo con esfuerzo, con su propio sudor, algo muy honorable, para ser sincero; pero va a haber más de un momento donde vas a explotar y no sabrás qué hacer con tu trabajo. Que, con todo lo que te has esforzado durante años no te ayudará en todo y sentirás que eso solo será una mierdita más —se puso a mi lado y se inclinó hacia mí, haciendo que el olor a cigarrillo se hiciera más fuerte—. Sé que vas a negar mi pequeña y divertida oferta, Little M, pero no quiero estar una infinidad de veces repitiendo que tienes una deuda conmigo. No querrás acabar en la calle o en un apartamento de mierda como Angel, y no creas que me vas a pagar metiéndote en mis asuntos para que te dé las gracias. Haz lo que yo te diga y las cosas serán felices.

Sabía que él no iba a tolerar que las cosas se desviaran de sus expectativas, pero yo siempre daba lo mejor de mí con mi trabajo. Fracasar no era una opción para mí ni detenerme tampoco y mucho menos rendirme.

—¡Tranquilo, Val! —él se alejó, yendo directo a su asiento otra vez y se sentó—. Realmente no estoy para nada interesada en cosas de mafia, drogas y esas cosas —decía, tranquila—. Yo solo haré lo que prometí hacer desde que ofrecí mis servicios. Decepcionar a mis superiores no va conmigo —él alzó una ceja y me sonrió. 

—Qué buena niña.

—Realmente tengo un grave problema... Mierda... —murmuré para mí misma, después de salir del mini bar del estudio pornográfico y abandonar el edificio, quedando en la calle, rodeada de un montón de hombres y mujeres que ofrecían sus servicios sexuales. Algunos actores. Otros no.

Recordar la conversación que tuve con Valentino hace tres meses atrás era algo que siempre estaba presente en mi mente y solo eran pocas las cosas que hacían que me desviaran de ello.

❝B A R L A D Y❞ [HUSK x TÚ (OC)]Where stories live. Discover now