❝B A R L A D Y❞ [HUSK x TÚ (OC)]

❝13❞

Habían pasado dos días desde que T/N había cambiado un poco su actitud hacia a mí, algo que no tenía ni la más puta idea si preocuparme por ello o no.

De alguna forma u otra me daba algo de miedo al pensar que ella estuviese molesta o algo así por el estilo ¡o lo que demonios fuera! ¿Qué sabía yo de las emociones de las mujeres?

Con aquellos dos días anteriores cuando estaba con ella en el club de aquella puta rata, me había ido a otra barra para poder pensar bien algunas cosas y para que ella no me estuviera jodiendo sobre el porqué estaba pensativo. 

Ella parecía feliz en aquel lugar, a pesar de que fuera inapropiado. Me jodía el hecho de que ella se alejara y que el pequeño vínculo entre nosotros se fuera al carajo. Intentaba organizar mis emociones y sentimientos junto a mi vicio con el alcohol, aun después de haber «aceptado» mis sentimientos por T/N cuando Niffty me había salido con un maldito cuestionario días atrás. Después de lo del bar, y que Lucifer sepa qué mierda pasó, por qué ni sé cómo mierda terminé en la casa de Alastor con una maldita resaca. Lo peor de ese momento fue cuando el muy hijo de puta, con esos malditos tentáculos me arrastró para lanzarme a una tina, dejando como resultado final todo mi pelaje esponjoso y sus malditas carcajadas hacia mí.

El último resultado de todo eso fue en medianoche, cuando buscaba una manera de irme de aquel lugar mientras Alastor se estaba convirtiendo en un dolor de trasero. Pero para mi sorpresa T/N había llegado con gran drama. Niffty estaba con ella.

Ella se me había acercado con molestia y preocupación sin que yo supiera por qué estaba así.

—«¿Es que no me puedes dar espacio? Ya tengo suficiente con ese hijo de puta —le había dicho con algo de molestia, mientras Niffty solo miraba la escena de lejos.

—«¿No te pasó nada malo? ¿Ese canalla de mierda no te ha hecho algo? ¡¿Estás bien?! —me preguntó, agarrándome de los hombros. Yo le di un leve empujón, sin alejarla mucho de mí.

—«¿Tú qué crees? Además, ¿qué mierda contigo? —en eso Alastor apareció al lado de T/N, pasando su brazo al rededor del cuello de ella.

—«Querida mía, nuestro Husker está mejor que cualquier otro pecador, ¡a excepción mía, claro! ¡Solo aprecia esa gran energía en él! —me señaló—. Al parecer el baño le vino bien, ¿cierto, mi buen amigo?

Solté un gruñido ante sus palabras, recordando aquella maldita tortura.

—«Tú, maldito... —masculló ella hacia él—. ¡¿No pudiste llamarme diciéndome que él estaba aquí?!

—«No entiendo, dulzura, ¿hay una razón por la cual estés así? —dijo con una voz más grave de lo común, algo que le dio mala espina a ella y a mí también sin razón alguna.

—«Eh... ¿Ustedes dos de qué mierda están hablando ahora? —cuestioné con desconfianza.

—«Mejor déjalo así —musitó ella, mirando a Alastor con desconfianza y algo de preocupación.

—«¿Ves? ¡No hay de qué preocuparse, T/N!»

Así había sido la actitud de T/N durante aquellos dos días: dramática y más sobreprotectora de lo común, y con algo de desconfianza cuando Alastor estaba conmigo. Por un momento pensé que quizá podría saber algo al menos, por medio de Niffty, pero cuando le pregunté a esa niña T/N me la apartó de un solo, diciéndome de que no pasaba nada y que solo eran locuras de ella que yo no entendería y de que no me deberían de importar, por favor... Era, pues, era ella, ¿cómo no me iba a importar?

***

—Así que solo —decía T/N, mientras recargaba una escopeta. Ella había pedido mi compañía a un tejado de unos de esos edificios donde ella disparaba demonios al azar por aburrimiento. Yo solo estaba sentado bebiendo; ella estaba de rodillas—, tú sabes, creo que deberías de alegrarte por el hecho de que te cuide o lo que sea, ¿no crees? Siento como si mi amistad fuera un cero a la izquierda, aunque...