GOLDENBOY ━━ Stephen Curry

22. KLAY, EL CONSEJERO

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      ❛❛「 SPLASH BROS 」 ❜❜

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📍San Francisco, California
🗓️  5 de abril del 2021

Le comento a Klay todo lo ocurrido: desde que comencé a sentir cosas por Beckham hasta el día de ayer, dónde Ayesha se enteró.

Una sonrisa pícara aparece en su cara y le doy un golpe en el hombro antes que hable obesidades.

— ¡Oye! — se queja tomándose el brazo.— Ni siquiera hablé.

— Pero lo pensaste. — Hace una mueca y bufa.

— Bueno sí, pero solo lo pensé. — estamos en un bar cerca de mi anterior departamento mientras Klay trata de no tener una congestión alcohólica.

— ¿Qué tienes para decirme? — Pregunto tomando de mi vaso. — ¿Algo cómo un "oh, estás haciendo lo correcto, bro" o un "Eres un maldito tonto"?

Mi amigo parece pensarlo, hasta pone una mano en su barbilla mientras ve el techo.

— Steph, es una situación complicada... — Se cruza de brazos y me mira mientras vuelve a sonreír. — Eres un idiota, deberías estar con Beckham, ambos sabemos que se gustan, y tal vez podrían llegar a amarse si se conocen más. — Sus palabras causan un remolino en mi estómago.

«Ya lo sabías, solo que nunca lo aceptaste, idiota.»

— Ella está con Sebastian. — Le recuerdo tratando de que su nombre saliera sin gruñir de mis labios.

— ¿Y?, no eres el primero ni el último en bajarle la novia a otro. — Rueda los ojos.

— Yo no soy así.

— Pero yo sí, y por eso te ayudaré. — Pone sus ante brazos en la mesa y pestañea un par de veces. — Soy el fan número uno de Steham, algo tendré que hacer para ayudarlos a ser felices.

Joder, a veces pensaba que se cayó de bebé, de hecho, su madre me lo confirmó.

— ¿Steham? — Pregunto con una ceja alzada. — ¿Acaso no se te ocurrió algo mejor?

Klay me hace un gesto para que no le de importancia. — Lebron y yo los llamanos así, ya sabes, cosas de fandom. — Me quedo con un signo de interrogación en la cara, ¿Lebron lo sabía?

— ¿Qué? ¡Maldita sea! — Exclamo pegando mi cabeza a la mesa. Seguramente Lebron se lo contó a su esposa, y su esposa se lo contó a Ayesha, y esa fue una de las razones de la intervención.

— Calmate niño, eran muy obvios, y Lebron los vio en Atlanta muy juntos. — Bebe un gran trago de cerveza y suelta un ah para luego lamber sus labios. — Esta de más decir que nosotros somos los mayores fans de su futura relación.

— ¿Por qué estas tan seguro? ¿A caso ves el futuro?, porque yo no.

— ¿Nunca miras los horóscopos o qué?, joder Steph, no sabes nada de amor.— Se indigna y niega repentinas veces.

— ¿Te estás basando en la alineación de los planetas para hablar de mi vida amorosa? — Lo miro agobiante. — Dios, dame paciencia.

— Con eso me das a entender que no has googleado la compatibilidad de piscis con piscis. ¡Son el uno para el otro! — Su grito hace que varios nos den una mirada rápida, que vergüenza.

— Baja la voz, mucho tengo con que James lo sepa. — recargo mi espalda en la silla y echo mi cabeza para atrás.

— No diré más, solo quiero que me digas si estás listo para recuperar a tu media naranja, ¿Lo estás?

— Eh... ¿Cómo lo ha...— no me deja terminar, porque se levanta de golpe y deja un par de billetes en la mesa.

— Lo tomaré cómo un sí, manos a la obra, Wardell. — Da media vuelta y lo sigo sin protestar, a veces Klay podría ser un grano en el culo bastante molesto.

[...]

Narrador omnisciente.

Mientras en California Klay preparaba un ingenioso plan para que Stephen saliera con Beckham, la inglesa se mantenía contenta en la isla de Grecia.

Su habitación por la noche era inundada de gemidos que el rumano le hacía soltar. Sebastian conocía a la perfección el cuerpo de ella, así que no le era difícil complacerla. Por su parte, Beckham adoraba tenerlo arriba de ella y así sentir su abdomen marcado, el cuál era gracias al ejercicio que su personaje le hacía hacer.

— ¿Sabes?, creo que Mykonos puede ser mejor que Mónaco...— Seb deja un beso en su cuello mientras se mantiene con sus codos sobre ella.

— Mónaco es superior, lo sabes. — A pesar de la respiración agitada de ambos, podían tener una conversación completa. Beck deja un beso en sus labios.

— Eso puede cambiar en segundos, ¿Aquí hay terraza, no? — Inquiere sin quitarse de encima.

Beckham asiente pero enseguida que él muestra una mirada pícara, niega. — No, no lo haremos en la terraza.

— Solo era un propuesta. — Rueda los ojos y se deja caer a su lado. Beck no dice más, solo se acurruca con Sebastian y pasa el brazo por su abdomen y al mismo tiempo enreda sus piernas con las de él. Stan la rodea y  juega con algunos cabellos de ella.

— ¿Extrañas estar soltero? — Pregunta de repente viendo la ventana.

— No, me gusta más vivir manipulado por tus pedidos a media noche, Beck. — Sonríe por eso. — ¿Y tú? ¿Lo extrañas?

«¿A quién? ¿A Stephen?, a veces.» ¡No, no lo extrañamos! ¡Ni siquiera lo conocemos bien! Sus pensamientos la hacen suspirar pesadamente.

— No. — Es lo único que dice . — Duerme, mañana tenemos que ir a la playa. — Ella cierra los ojos y él se limita a verla perderse en los brazos de morfeo.